Los vecinos de Madrid redoblan sus críticas contra Almeida por las terrazas en el inicio del curso electoral
El Ayuntamiento reconoce que siguen quedando terrazas ilegales en estacionamientos y que le faltan medios para inspeccionar y sancionar
Los vecinos de Madrid están en pie de guerra contra los incumplimientos de las terrazas de la hostelería. La nueva ordenanza, que entró en vigor el 1 de febrero de 2020, pretendía conciliar “el derecho de los vecinos a disfrutar del necesario descanso” con terrazas “en adecuadas condiciones de limpieza y orden”. Pero las quejas por la gestión del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, siguen aflorando en pleno inicio del curso electoral, que culminará con elecciones municipales en la primavera de 2023.
“Nosotros estamos descontentos. Como sospechábamos, la ordenanza no vale para nada porque no hay medios”, protesta Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación de Vecinos ‘El Organillo’, perteneciente al distrito de Chamberí. “Hacen un papel -la ordenanza-, pero luego no hay policía municipal, ni inspección, ni hay nada”, recrimina, asegurando que si la norma se cumpliese “esta ciudad sería el paraíso”. “Podrían vivir los hosteleros, los vecinos y todos, el problema es que no se cumple”, recalca.
Tesis que apoya el Defensor del Pueblo, que ha abierto una actuación de oficio por este asunto. La institución afirmaba a principios de verano en una nota de prensa que “el mayor o menor éxito de las medidas adoptadas va a depender, en opinión de la institución, de que el Ayuntamiento habilite suficientes medios de control de los límites de la actividad en las terrazas”. Límites, detallaba, de niveles de ruido, de horarios de cierre y de aforo. El procedimiento se encuentra aún en curso, ya que tras la aprobación de la nueva ordenanza se requirió más documentación al Ayuntamiento.
Más de 1.500 expedientes por infracciones en siete meses
Desde el área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento han asegurado a Economía Digital que “la modificación de la ordenanza se va cumpliendo desde su entrada en vigor” y que entre febrero y agosto “se han abierto más de 1.500 expedientes sancionadores, disciplinarios y de recuperación del espacio público”.
Así mismo, explican que las principales infracciones se producen por: “exceso de mesas o sillas; ocupar más espacio que el que les fue autorizado; exceder horarios o disponer de elementos no autorizados”. Las infracciones registradas por el Ayuntamiento coinciden con las quejas de los vecinos consultados de Chamberí, Chueca, La Latina y Retiro Norte. Quejas respaldadas también por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid.
“Ayer mismo intenté dormir con el balcón abierto y a las doce y media aún estaban arrastrando sillas y mesas”, protesta un vecino de La Latina, zona de protección acústica especial (ZPAE) que debe tener todas las terrazas recogidas a las 23:30 horas según la ordenanza.
Desde el barrio de Chueca, otra vecina denuncia que “no pueden circular los invidentes ni personas con movilidad reducida” por sus estrechas aceras porque tienen “muchísimas terrazas ilegales» pegadas a la fachada, las cuales «están prohibidas por la ordenanza y por la sentencia del Tribunal Supremo 159/19”. “Es un problema muy grave, el concejal de Centro ni multa ni las retira”, afirma.
A esto se añade el apilamiento de mobiliario en la calle, para el que la mayor parte de los bares no tienen licencia: «estamos haciendo una recopilación de fotos porque es una vergüenza, la calle se ha convertido en un almacén gratuito para la hostelería», denuncia Rodríguez.
Ante las críticas, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, sostuvo en hace unas semanas en TVE que “los problemas con el ruido y las terrazas” son “un clásico del verano”, aunque reconoció que el Ayuntamiento tiene que “reforzar las inspecciones para que aquellos locales que incumplan tengan sus consecuencias, y ahora mismo no es fácil”.
Desde el área de Coordinación Territorial especifican que contar con más efectivos de policía y de inspectores municipales “sería sin duda óptimo” y señalan al Gobierno de España: “esa cuestión depende de la tasa de reposición, que se fija en la ley de presupuestos del Estado”. Añaden, sin embargo, que los hosteleros que incumplen son “una minoría respecto a los que sí cumplen”.
Terrazas ilegales en estacionamientos
Uno de los requerimientos más claros de la nueva ordenanza es la retirada inmediata de las terrazas montadas sobre bandas de estacionamiento en zonas de protección acústica especial y en las nuevas zonas saturadas. “El 1 de agosto ya se acabó la barra libre y debería estar todo el mundo cumpliendo a rajatabla”, afirma Rodríguez, recordando que la ordenanza establece un plazo de seis meses para que desaparezcan estos veladores.
Sin embargo, siete meses después, desde el área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento reconocen que aún quedan algunas terrazas en las 37 zonas saturadas declaradas, aunque no detallan cuantas. El Ayuntamiento registra que entre febrero y agosto se han retirado 176 terrazas de estacionamientos de un máximo de 954 al que se llegó en enero de 2022, antes de la entrada en vigor de la nueva norma.
Economía Digital ha comprobado la persistencia de estas terrazas ilegales en, al menos, distintos establecimientos de la calle Ayala y de la calle Maldonado, ambas en el distrito de Salamanca.
Más terrazas que antes de la pandemia
Aún con todo, es una realidad que Madrid tiene más terrazas que antes de la pandemia. Según los últimos datos publicados, en julio había 6.337 terrazas autorizadas, 1.040 más que en enero de 2020, aunque 615 menos que en enero de 2022, justo antes de la aprobación de la nueva ordenanza.
Esas terrazas suponen que haya hasta 60.147 mesas y 195.108 sillas con autorización en periodo estacional, es decir, un 9,6% y un 8,4% más, respectivamente, que en enero de 2020. Lo cual implica también una mayor ocupación del espacio público, en concreto, 205.580 metros cuadrados en periodo estacional y 157.072 el resto del año.