Los ucranianos podrán venir a España sin PCR ni pasaporte sanitario
El Ministerio de Sanidad hará un seguimiento sanitario de los refugiados de la invasión de Rusia
Ante la inminente llegada de ucranianos a España escapando de la guerra que empezó hace ya más de una semana, el Ministerio de Sanidad ha flexibilizado el protocolo anticovid para los refugiados ucranianos, ya que «la prioridad es salvarles la vida» Así, aunque no se les exigirá certificado de vacunación ni PCR, tendrán un seguimiento sanitario general, y no exclusivamente por coronavirus.
Los detalles de dicho seguimiento sanitario se abordarán en el grupo de trabajo que el Gobierno ha acordado crear para coordinar la recepción y acogida de refugiados procedentes de Ucrania, según fuentes del Ejecutivo. La situación extraordinaria de los ucranianos que llegan a España así como las razones de índole humanitaria han obligado a Sanidad a suavizar las restricciones para estas personas, por lo que no tendrán que presentar la documentación habitual que se pide en el marco de la estrategia anticovid.
Así, el Gobierno ha trasladado a los servicios de Sanidad Exterior instrucciones específicas para aplicar en los controles sanitarios a la llegada a España. A todos los pasajeros nacionales o residentes en Ucrania que no presenten el código QR exigido antes del embarque y no aporten el certificado de vacunación o resultado de otra prueba diagnóstica se les hará un test, pero sin que conlleve ninguna denuncia ni propuesta de sanción.
El Ejecutivo ha contactado con la Agencia de Seguridad Aérea para que se comunique a las compañías aéreas que se permita embarcar en los vuelos con destino España a las personas procedentes de las zonas de conflicto sin necesidad de que estén en posesión de dichos certificados. Estas medida se aplicarán a las personas que quieran llegar a España por sus propios medios, pero no a los contingentes de repatriación que se puedan organizar.
La catástrofe nuclear en Zaporiyia sería «seis veces peor» que la de Chernóbil
Tras el ataque de esta madrugada a la central nuclear de Zaporiyia por parte de las tropas rusas, el fantasma de la catástrofe de Chernóbil ha empezado a recorrer Europa en una especie de escalofrío. Si esta mañana el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, lanzaba un mensaje alertando de que si llega a explotar la planta atacada el desastre sería diez veces más grande que aquel del año 1986, ahora la empresa nuclear estatal ucraniana, Energoatom, ha advertido que sería «seis veces peor». Algo que no ha rebajado nada la tensión.
«Durante el desastre en Chernóbil, la explosión tuvo lugar en un reactor. En Zaporiyia hay seis reactores, por lo que las consecuencias de la intervención y un manejo poco profesional de los reactores sería seis veces más catastrófica», ha explicado el director de la compañía, Petro Kotin, ante la grave amenaza, destacando que la situación actual «es extremadamente amenazante y peligrosa».