Los socios de Sánchez ultiman sus listas de exigencias para aprobar los Presupuestos
ERC dilata las negociaciones sobre los Presupuestos con el Gobierno para intentar sacar el máximo rédito a sus demandas
A PSOE y Unidas Podemos les faltan 22 votos para aprobar por mayoría los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Las dos formaciones cuentan con 154 escaños, por lo que necesitan de sus socios para llegar a la mayoría de 176 escaños.
De ahí que los socialistas ya vendan seguro que las cuentas públicas pasarán el trámite y serán las últimas que logren aprobar antes de las elecciones. El año que viene, año electoral, fuentes del PSOE descartan aprobar unos nuevos Presupuestos al considerar que «será más difícil».
El Consejo de Ministros aprobó este jueves, en un Consejo Extraordinario celebrado en Moncloa, los Presupuestos y la Ley de Vivienda. Acto seguido, serán presentado en la Cámara Baja y cuando la Mesa del Congreso ordene su publicación, se abrirá un periodo de enmiendas, que pueden ser a la totalidad del texto, durante los 15 días desde la presentación para luego ser debatidas en el Pleno.
Una vez alcanzado el acuerdo entre los socios de Gobierno, el Ejecutivo reanudará los contactos con el resto de formaciones, que ya ultiman sus condiciones para la negociación. Unos contactos que ya empezaron en verano y que se han intensificado la última semana de septiembre con los encuentros entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y los representantes de partidos como JxCAT, EH Bildu, PRC o Ciudadanos.
ERC: Autodeterminación y amnistía
Las cartas siguen sobre la mesa y algunos como ERC, el socio clave y prioritario de Pedro Sánchez, dilatan su decisión ante los medios para arrancar el máximo posible de concesiones al Gobierno.
Una de las premisas iniciales de los republicanos era la de intervenir el precio de los alquileres alcanzado este martes entre los dos bandos del Ejecutivo. Desde ERC lo consideran «importante» e «imprescindible», pero tampoco descartan presentar alguna enmienda si consideran la norma «descafeinada» o que se haya quedado algo en el tintero por parte de PSOE y de Unidas Podemos.
ERC ve que la ejecución de las cuentas del año pasado se ha quedado corta, dejando promesas de partidas sin cumplir, como la derogación íntegra de la reforma laboral que también exigió Bildu.
Entre sus peticiones, los independentistas también añadirán la modificación de la ley audiovisual y la de Memoria Democrática, elevar el Impuesto de Sociedades y, por supuesto, impulsar decididamente sus dos reclamaciones -autodeterminación y amnistía- en la mesa de negociación Gobierno-Generalitat sobre el conflicto catalán.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ya avisó ya de que su partido «no desaprovechará ninguna oportunidad para mejorar la vida de los catalanes», y en ello se incluye no sólo la negociación de cada partida presupuestaria, sino también «muchas otras cuestiones». Rufián recuerda todos los días al Gobierno que sus 13 votos en el Congreso son «imprescindibles para aprobar los Presupuestos».
Bildu: reforma laboral y derogar la ‘Ley Mordaza’
Por su parte, EH Bildu se mantiene, impertérrita: «Todavía estamos en el arranque de la negociación». Su posición va acorde a la republicana a la hora de exigir la derogación íntegra de la reforma laboral. «Es un promesa que ya nos hicieron y no se cumplió», señala el diputado Oskar Matute.
Desde Bildu consideran que siguen faltando «garantías» para resolver el problema de los alquileres y no descartan registrar una enmienda con su propuesta al respecto. Otra exigencia de la formación vasca es la derogación de la Ley Mordaza, la Ley de Secretos Oficiales y medidas en otros ámbitos como en pensiones, sanidad o educación, sin querer concretar estos aspectos.
Bildu quiere elevar el precio de sus votos, aunque pocos grupos en la Cámara Baja dudan de que al final respaldarán al Ejecutivo de la mano de ERC.
Desde el PDeCAT también se muestran partidarios en apoyar los Presupuestos dando sus cuatro votos. En la formación consideran «dramático» no sacarlos adelante porque se frenaría la salida de la crisis tras la pandemia del Covid y podría suponer, además, un obstáculo para los fondos europeos.
Desde el PNV no quieren desvelar sus cartas y señalan a Economía Digital que «preferimos discutirlos discretamente». El tiempo es oro y el apoyo de ERC y Bildu son claves para el Gobierno de coalición.
El diputado de Compromís, Joan Baldoví, resta importancia a la aprobación de las cuentas («no sería el fin del mundo prorrogar los actuales»), aunque sí indica que las reivindicaciones que su formación pondrá encima de la mesa son medidas compensatorias para la infrafinanciación tras el apoyo extraordinario a las comunidades por la pandemia y un reparto territorial en las inversiones ajustada al peso poblacional.
Los 13 votos de los republicanos son importantes para la aprobación de las cuentas y más si cabe de cara a mantener el lazo con los independentistas para mantener estabilidad parlamentaria con los pactos en la Cámara Baja. También de cara a atraer al ala más radical como es Junts.
Cabe recordar que el ‘sí’ de los republicanos también atrajo los votos del PDeCAT el año pasado al apoyo de las cuentas. La posibilidad que ya manejan en Moncloa es que ERC sume con Más País, Teruel Existe, Coalición Canaria, PNV y EH Bildu, y que así Sánchez cuente con 177 apoyos.
Las negociaciones continuarán la próxima semana con la advertencia de los socios que facilitaron la aprobación de las actuales cuentas que su voto «no será un cheque en blanco». «Los votos se sudan», advirtió Rufián. «Un burdo paripé para estirar el chicle de las cesiones a los radicales e independentistas», aprecian desde el PP.