Los socios de la ANC pro Puigdemont son el 0,14% del censo en Cataluña
Los 8.320 socios de la ANC que votaron a favor de mantener la candidatura de Puigdemont han alimentado al expresidente para mantener el bloqueo político
La enorme influencia que ha mantenido la Asamblea Nacional Catalana (ANC) sobre los gobiernos de Cataluña es indiscutible. Tan poderosa ha llegado a ser la ANC que sus últimos dirigentes (Carme Forcadell y Jordi Sànchez) se acostumbraron a merodear por el Palau de la Generalitat como un consejero más. Y todo ello representando a una entidad que apenas cuenta con 40.000 afiliados.
La nueva presidenta de la ANC, Carme Paluzie, está muy interesada en seguir los pasos de sus antecesores —que mantuvieron línea directa con el inquilino del Palau de la Generalitat— y también ha conseguido despachar con Carles Puigdemont con fluidez. Al igual que lo consiguió Forcadell (con Artur Mas) y Sànchez, que se convirtió en uno de los miembros del llamado «estado mayor del procés» durante el último gobierno.
Paluzie se desplazó a Berlín el pasado miércoles, 3 de mayo, para verse con Puigdemont y analizar la consulta improvisada por la ANC para fortalecer la postura del expresidente con una votación entre sus socios que se llevó a cabo entre los pasados días 4 y 5 de mayo.
Consulta a medida
La entidad diseñó una consulta dirigida a sus afiliados a medida del líder huido y logró el resultado esperado: un 81% de los socios votó a favor de que la ANC mantuviera su postura de promover la investidura de Puigdemont «de acuerdo con el mandato del 21 de diciembre».
¿Qué significa este 81%? Traducido en cifras, significan 8.320 personas. Este puñado de miles representa el 0,14% de la población con edad de votar en la comunidad catalana. Son magnitudes diminutas, pero suficientes para enervar a las direcciones del Pdecat y de ERC —disconformes con el redactado de una consultada «tendenciosa»— y para robustecer a Puigdemont.
Tras conocer el resultado de la consulta, el líder soberanista instalado en Berlín convenció a su grupo de Junts per Catalunya de mantener su candidatura a presidente, al menos hasta el próximo 14 de mayo. Y eso pese a la inviabilidad de la investidura a distancia, un procedimiento aprobado por el Parlament que, en breve, será suspendido por el Tribunal Constitucional.