Los sindicatos, sobre el trueque político del consejo de RTVE: «No hacía falta esperar tres años»
UGT echa en falta "perfiles más jóvenes" en el consejo de RTVE. CCOO avisa que "hay mucho que hacer" y SI lamenta que "se ha perdido una gran oportunidad con el concurso público"
Una agridulce sensación de alivio y zozobra embarga a los representantes de los trabajadores de Radio Televisión Española (RTVE) tras anunciarse la conformación de un nuevo consejo de administración del ente público. Una noticia en sí misma —que habrá consejo, más allá de sus vocales—, dada la «provisionalidad» de casi tres años de Rosa María Mateo como administradora única.
En mayor o en menor medida, todos los sindicatos de la corporación han sido críticos tanto de la gestión de Mateo durante estos largos 31 meses como del bloqueo del concurso público para designar un nuevo consejo en el Parlamento. Ese concurso está ahora en su epílogo, pero su desenlace no ha sido el previsto, pues solo tres de los diez consejeros fueron considerados «idóneos» por los expertos a los que las Cortes encomendaron en 2018 la misión de evaluarles.
«La nueva política se parece mucho a la antigua«, manifestó CGT, una de las centrales minoritarias en RTVE pero con representación en el Comité Intercentros, máximo órgano de representación sindical en la empresa pública. «No hacía falta esperar tres años para esto«, lamenta USO, otro de los minoritarios, mientras que CCOO destaca que el desfigurado concurso público «era una oportunidad para hacerlo de manera más democrática, menos partidista«.
Por su parte, UGT, el sindicato con más delegados en el Comité Intercentros, rechazó valorar de momento la composición del consejo de administración pero fuentes reconocen echar en falta «consejeros con unos perfiles más jóvenes» y ver «a personas que ya son pasado». Y el Sindicato Independiente (SIRTVE), que con la UGT tiene mayoría en la casa, lamenta que «se ha perdido una gran oportunidad» al prescindir del concurso público.
«Pérez Tornero tiene buen currículum, pero ninguna experiencia»
SIRTVE apuesta por «darle los 100 días» al nuevo consejo de administración, pero también transmite su decepción porque considera que con el concurso público se podría «haber desvinculado RTVE de la política». «Ahora estamos en el mismo punto de partida», dicen desde el sindicato, sugiriendo que no hay gran diferencia entre esta forma de designar a la cúpula y lo que hacían PSOE y PP con las instituciones cuando el bipartidismo.
SIRTVE usa la palabra «clientelismo» para describir estos nombramientos. «No hacía falta esperar dos años y siete meses para tener una presidencia«, dice la central, aunque matiza: «No perdemos la esperanza de que los consejeros puedan hacerlo en su momento bien y que tengamos una RTVE independiente». Sobre José Manuel Pérez Tornero, que será nombrado presidente, añaden: «Tiene un buen currículum pero ninguna experiencia de gestión».
Desde CCOO, el segundo sindicato con más delegados en RTVE, se transmite una sensación de «cierto alivio» por el fin inminente de Mateo. «Se empieza una nueva etapa. Es una ventana de esperanza, pero hay mucho que hacer, mucho que iniciar y mucho que fortalecer», dicen, señalando tareas pendientes como «fortalecer la pluralidad», renovar el mandato marco de la corporación o definir objetivos de producción.
A la central no le gustan, en particular, dos nombres del nuevo consejo: Carmen Sastre y Jenaro Castro, que tuvieron cargos importantes en RTVE durante el pasado Gobierno del PP, partido que ahora les ha propuesto para el consejo. Sastre «no nos parece la persona más idónea por su comportamiento» cuando era responsable de los informativos de TVE y fue acusada de difundir el argumentario del PP en la cobertura del juicio del caso Gürtel.
CCOO también tiene una valoración «negativa» de Castro, a quien el consejo de informativos de TVE, al igual que a Sastre, ha acusado en numerosas ocasiones de manipulación. Pero las fuentes consultadas matizan que tienen «máximo respeto» por las decisiones del Parlamento y piden al nuevo consejo de administración «tener muy claro el carácter de servicio público esencial» de RTVE.
Por su parte, USO reprocha que el Congreso no ha apostado por ninguno de los cinco mejores proyectos, que no esté el candidato mejor valorado ni tampoco la mujer con mejor calificación, siempre partiendo del informe de la evaluación del comité de expertos publicado en el BOE en diciembre de 2018. «La sorpresa sería que [los partidos] actuasen de otra manera», añaden, criticando que «no han tenido ningún tipo de pudor«.
«La gente que es de Podemos está muy marcada«, critica este sindicato, refiriéndose a José Manuel Martín Medem y Roberto Lakidain, consejeros propuestos por el partido de Pablo Iglesias. «En el consejo se ve gente claramente alineada con el PP o el PSOE». Sobre Pérez Tornero, la central subraya que «reúne simpatías pero le falta gestión«, una valoración que comparten otras fuentes sindicales consultadas.
CGT, por otra parte, se sumó al descontento sobre el desenlace del concurso público. «Si la pluralidad es el ‘clientelismo plural’ y si la profesionalidad es obviar los proyectos de gestión (hay consejeros nombrados con un cero patatero en el proyecto) mejor haber acabado con esta farsa antes».
El trueque político de RTVE
La intención era hacer un verdadero concurso público. Los parlamentarios se comprometieron a ello y en 2018 la voluntad política apuntaba en esa dirección. El mensaje de todos los partidos era que había que evitar los dedazos partidistas en RTVE para que pudiese cumplir su objetivo de pluralidad y servicio público. Los dirigentes hasta se pusieron de acuerdo para nombrar un comité de expertos que evaluase con supuesta neutralidad todas las candidaturas.
Casi cien personas se postularon. Durante seis meses, los expertos estudiaron no solo los nombres sino también sus proyectos para gestionar el ente público. En aras de dotar de mayor transparencia a la selección, estos llamados sabios de RTVE anonimizaron los proyectos de los candidatos para poder evaluarlos sin prejuicios. Lanzaron sendos baremos y en diciembre de 2018 publicaron en el BOE su baremo con los veinte finalistas, los «idóneos» a su juicio para el consejo.
La avalancha electoral de 2019 (con dos comicios generales además de los municipales, europeos y varios autonómicos) metió automáticamente el proceso en un cajón. Cuando finalmente se invistió el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, en enero de 2020, los políticos prometieron desempolvar el concurso. Pero la pandemia y un aluvión de recursos lo bloquearon aún más, y las Cortes, siguiendo el consejo de los letrados, modificaron el concurso público.
Así, a finales de 2020, PSOE y PP acordaron que, para sortear una seguidilla de escollos por los recursos y la paridad del consejo, lo más conveniente era permitir que el Parlamento eligiese a los diez miembros de la cúpula de RTVE basándose en la lista de los casi cien aspirantes y no en la de los veinte finalistas. Decenas de candidatos comparecieron ante las señorías durante los primeros dos meses de este año, y la primera de tres votaciones finales tuvo lugar este jueves.
Aunque se le siga llamando «concurso», lo que se ha hecho con RTVE es más parecido a la forma tradicional de repartirse los consejos de los órganos constitucionales que a una especie de certamen. PSOE y PP pactaron repartirse la mayoría de los vocales y dejar a Unidas Podemos y PNV los tres restantes. Lo de toda la vida, vamos, con la única diferencia de que ahora no podían proponer nombres que no hubiesen presentado una candidatura hace tres años.
A pesar de ello, todos los partidos implicados encontraron candidatos a su medida. El PSOE propuso a José Manuel Pérez Tornero (que previsiblemente se convertirá en presidente de RTVE), Ramón Colom, Elena Sánchez y Concepción Cascajosa; el PP a Carmen Sastre, Jenaro Castro y María Consuelo Aparicio; Podemos a José Manuel Martín Medem y Roberto Lakidain; y PNV a Juan José Baños. Solo Pérez Tornero, Sastre y Lakidain estaban entre los veinte finalistas.
El consejo de informativos de TVE mostró su «profunda decepción» ante la noticia. «Deseamos sabiduría y acierto a los nuevos asignados, pero debemos mostrar nuestro escepticismo sobre la capacidad del nuevo consejo de administración de poder soltar amarras con todos los partidos y procurar un contexto de verdadera independencia para todos los profesionales que trabajan en RTVE».