Los sindicatos plantean un ERE en las empresas públicas de la Generalitat
Ante los primeros despidos en Incasòl, CCOO y UGT exigen transparencia para evitar que más trabajadores pierdan su empleo y se haga una regulación encubierta en el sector
A partir de este martes los trabajadores del Incasòl se concentrarán delante de las oficinas de Barcelona una vez por semana en señal de protesta por los 22 despidos que ha habido en la empresa. Los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han denunciado que las destituciones se han producido “entre los trabajadores rasos, no en la dirección, que está sobredimensionada”, tal como ha explicado a Economía Digital el delegado de la UGT, Xavier Casas. Además, se les ha planteado un despido “por causas objetivas sin indicar cuáles eran, una barbaridad cuando hablamos de un servicio público”, ha añadido su homólogo en CCOO, Joan Maria Sentís. Lo que más preocupa a los representantes de los trabajadores es que se esté preparando un ERE encubierto en la empresa pública y se continúe destruyendo empleos “sin las garantías ni la capacidad de negociación que nos permitiría en expediente”, añade Sentís.
De hecho, los dos sindicatos han dejado la puerta abierta a sentarse y hablar de un despido más amplio y con mejores condiciones en las empresas públicas de la Generalitat si es el objetivo final del Ejecutivo catalán. Eso sí, siempre como opción B si fallase el primer requisito que ponen encima de la mesa: parar la destrucción de ocupación en el sector. Aseguran que el caso de la empresa gestora del suelo público no es aislado, también se ha prescindido de personal laboral en el Instituto Cartográfico y temen que en breve también se pierdan más empleos “en empresas como Adigsa o cualquier otra”, según Casas. Un recorte de plantilla que pone en jaque su funcionamiento normal, según defienden.
El portavoz de UGT denuncia que por la entidad jurídica propia que tienen “juegan a dos aguas, la de la empresa pública y la privada”. Una realidad que provoca “que al Govern se le escape su gestión y no cumplan a pie juntillas sus directrices”. Es decir, se hacen despidos para cumplir con el porcentaje de recortes marcados por el Ejecutivo de Mas pero dejando intacta la cúpula directiva. Un porcentaje “que sí se ha respetado cuando se pasan las tijeras por los departamentos de la Generalitat”.
Mesas de negociación fracasadas
En cuanto al papel que está ejerciendo el Govern catalán para gestionar esta crisis, los dos sindicatos coinciden en señalar que “las mesas de negociación no están funcionando bien”, en palabras de Sentís. Esta semana, la vicepresidenta, Joana Ortega, y la secretaria de la función pública, Pilar Piferrer, “han prometido que se reunirán con nosotros”, añade.
Piferrer ya se ha sentado varias veces con los delegados sindicales para hablar de Incasòl y otras empresas, pero “la relación no es del todo fluida”, dice Casas. Explican que la tardanza en nombrar los nuevos altos cargos de las empresas públicas -algunos aún pendientes- y la “inactividad” de los 100 primeros días de gobierno han dejado los espacios de diálogo vacíos. Unas negociaciones que prevén reprender en los próximos días.