Los sanitarios estallan contra Sánchez: «Cada día nos cambian los protocolos»
La OMS y la EMA echan por tierra los planes del presidente tras considerar prematuro cambiar el estatus de la emergencia sanitaria por la Covid
Un ambulatorio de Aragón. La enfermera aprovecha la salida del médico al pasillo para entregarle numerosos folios. «Doctor, han vuelto a cambiar el protocolo», dice. El médico recoge los folios para tirarlos al suelo. «¡Ya no vamos a saber ni qué decirles!», grita mirando hacia la abarrotada sala de espera con pacientes con síntomas de Covid-19.
La sexta ola anunciada al menos desde mediados de noviembre tras la aparición de la variante Ómicron en Sudáfrica ha vuelto a pillar al Gobierno de Pedro Sánchez con el pie cambiado. La Comunidad Autónoma de Aragón registró este martes, tras las vacaciones de Navidad, un nuevo récord de contagios en un solo día con 8.290 nuevos casos de coronavirus, (2.756 más en una semana) detectados en las últimas 24 horas, según los datos que ofrece Salud Pública.
La escena en la capital aragonesa es el pan de cada día desde hace más de un año de la atención primaria en las distintas comunidades de España. Seis olas ya y se mantienen los criterios dispares, el colapso en algunas urgencias y, por supuesto, la falta de medios y personal sanitario.
De todo esto y más se quejan los que están en primera fila atendiendo a los pacientes. «Cada día nos envían desde Sanidad nuevos protocolos y ya no sabemos qué decirles a los pacientes», desvelan en el Centro de Salud Seminario Romareda de Zaragoza.
«El aluvión de contagios en Aragón llego mucho antes de lo esperado», relata un sanitario que prefiere no dar su nombre. Las montañas de burocracia suponen que a Natalia le confirmen su positivo, mediante PCR, una semana después de habérsela realizado. «Ha tenido suerte. Otros todavía siguen esperando la confirmación, de baja y espero que confinados», comentan desde la Administración de otro centro hospitalario de la capital.
«El ‘teléfono del Covid’ no funciona»
En la recepción no dan a basto. «La gran mayoría se acercan por Covid. El teléfono de autodeclaración de positivo tampoco funciona y les tenemos que dar hora presencialmente para que vuelvan a hacerse un test de antígenos o PCR», desvela la administrativa.
De hecho, ya se han presentado numerosas quejas porque el nuevo método puesto por el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón para declarar los positivos, tras un antígeno realizado en domicilio, no funciona. El mismo caso que en la Comunidad de Madrid. «Yo estuve llamando durante cinco horas. Te ponen en espera y al final te cuelgan. Eso si tienes suerte, sino te cuelgan directamente», señala María del Mar, enfermera jubilada.
«Nos llevan al autocuidado, a la autogestión del Covid y no nos cogen el teléfono cuando tenemos que informar sobre el positivo», se queja Olga S., una farmacéutica que dio positivo y se tuvo que presentar en su centro médico con la consiguiente «bronca» del personal sanitario por acercarse.
Otra profesional también relata cómo ha tenido que salir de casa «prácticamente todos los días» con Covid. «Primero para pedir hora para que me hicieran el test de antígenos. Luego por motivos administrativos. No me dieron la tarjeta de desplazada y no podía comprar la medicación en las farmacias. Después para hacerme una radiografía y, por último, para volver a hacerme otro test de antígenos», señala.
Ésta misma relata cómo el centro de salud les hizo esperar a -2º grados en la calle para realizarse la prueba. «Había personas mayores con gripe. Podrían haber cogido una pulmonía o pasado algo mucho peor», se queja.
El Gobierno regula el precio de los test cuando baja su coste
El sindicato CSIF reclama que se agilicen los trámites de los partes de baja «con un solo documento de oficio, sin que sea necesario el médico de familia para la obtención de la baja» debido al colapso de la atención primaria.
Sobre los test, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, anunció este martes que el Gobierno fijará el precio máximo de test de antígenos en farmacias a partir del jueves, en el seno de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos. «La medida llega tarde y mal. El anuncio llega cuando están bajando los precios y podría producir nuevos desabastecimientos farmacéuticos», advierten dos médicos consultados.
Ningún profesional ha querido dar la cara ni su nombre para este reportaje. Algunos relatan cómo han visto a sus compañeros coger la baja por síndrome de ‘burnout’. «Están quemados porque no podemos atender a la gente en condiciones», destaca la mayoría. Tanto los sindicatos médicos como los colegios profesionales piden más trabajadores, más sanitarios, pero también más personal administrativo.
La situación diaria es tan preocupante que se ha trasladado a los parlamentos. El Partido Popular de Aragón ha sido de los primeros en solicitar que se convoque un pleno extraordinario este mes de enero «y a la mayor brevedad posible» para que el Gobierno del socialista Javier Lambán informe de las medidas que ha tomado y de las que puede tomar el Ejecutivo en materia sanitaria, asistencial, educativa y económica ante una séptima ola de contagios.
«La opción de incorporar en las plantillas a sanitarios jubilados no es suficiente cuando Lambán prescindió de más de 2.400 sanitarios en octubre pensando que esto había terminado», critica la portavoz adjunta de los populares en Aragón, Mar Vaquero. Por parte de Cs, su portavoz en la comunidad, Daniel Pérez Calvo, se queja del «apagón informativo» que ha habido en Navidades sobre la pandemia y exige explicaciones al ejecutivo socialista.
«Los indicadores no son fiables»
Los médicos consultados también piden a Sánchez «datos más fiables» para cuantificar la sexta ola. El Ministerio de Sanidad sigue negándose a publicar los datos de la pandemia en días festivos y sus vísperas, así como en fines de semana. «Los indicadores no son fiables», critican los sanitarios.
Los profesionales de la medicina explican que ahora mismo, ningún parámetro acerca de hospitalizaciones, ingresos o defunciones les resulta fiable. «Dado que la positividad y el número de casos están ligeramente alterados», sentencian.
Algunas comunidades como Madrid, aceptan los resultados de un test de antígenos realizado en domicilio para pedir una baja. No exigen la confirmación por PCR, básicamente, porque el sistema está saturado. Ese positivo, sin embargo, «no se refleja en la contabilidad oficial quedando en el limbo», explican.
De ahí, quizá, el bajón que ha pegado el número de casos en este y otros territorios durante estos últimos días. También sucede que al no contarse los negativos, se registran los positivos si saber cuál es el total efectuado, lo que da lugar a unas cifras altísimas registradas como nunca en olas anteriores.
El Gobierno cambiará el criterio y los médicos y la OMS se rebelan
Parece que el Gobierno ha reaccionado ante la avalancha de quejas y desde Sanidad ya avanzaron que el método en el que los servicios sanitarios abordarán el control de los casos del coronavirus cambiará muy pronto.
La nueva hoja de ruta pasará por observar la enfermedad de manera similar a otros virus respiratorios como el de la gripe, lo que ha provocado un rechazo entre buena parte de los colectivos de médicos de Atención Primaria.
El nuevo plan supondría abandonar el recuento exhaustivo de los casos positivos que se ha realizado de forma sistemática desde que se produjo la primera oleada de la Covid-19 en la primavera de 2020. En su lugar, el coronavirus comenzará a monitorearse mediante muestras recogidas con una red de centinelas, tal y como se evalúa el avance de la gripe cada invierno en España.
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ya ha advertido que se trata de un paso «precipitado» porque todavía no se ha llegado al pico de contagios de la sexta ola. Su portavoz, Lorenzo Armenteros, señala que este paso adelante solo podría darse si se tratara de una enfermedad con pocas mutaciones y un riesgo bajo de infección, algo actualmente impensable a la vista de la evolución de la Covid-19. «Ahora mismo no se da y está muy lejos de darse«, lamenta.
Armenteros atribuye el cambio de protocolo a un intento de del Gobierno de «esconder la cabeza debajo del ala» después de la última oleada de contagios. Basarnos en una red de centinelas es minimizar la situación y ocultar la magnitud del problema», enfatiza.
Esta tesis es la misma que respaldan otras organizaciones como la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) que también ha cuestionado la nueva hoja de ruta de Sánchez. «¿Tenemos que ver como normal que haya 200 muertos diarios?, ¿Cuál es el número de muertos que hay que entender como asumible?», se ha preguntado el vocal de la Junta Directiva, Vicente Martín.
No solo los médicos han puesto el grito en el cielo ante los planes de Sánchez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) echaron por tierra este martes los planes del presidente del Gobierno. Los dos organismos internacionales consideran prematuro cambiar el estatus de la emergencia sanitaria por la Covid, que, según la OMS, en los próximos seis meses todavía se cobrará en Europea cientos de millones de contagios.
Por su parte, la EMA ha advertido de que la conversión de la Covid en una enfermedad endémica todavía está lejos. «Sigue siendo un virus epidémico como muestran los datos. No olvidemos que seguimos en una pandemia», apuntó en rueda de prensa su responsable de la estrategia de vacunas, Marco Cavalieri respondiendo directamente al planteamiento de Sánchez.
«Ómicron es altamente contagiosa, provoca elevadas cifras de gente infectada. Es importante ser conscientes de su carga potencial y no minusvalorarla como una enfermedad leve», insistió Cavalieri.
Estas declaraciones suponen un jarro de agua fría para el Gobierno de Sánchez, que se queda solo en defender este cambio de criterio. De hacerlo sin conseguir el apoyo de Europa, España sería el único país que evaluaría la evolución de la crisis de una forma distinta al resto. «Sin apoyos no tiene sentido hacerlo unilateralmente», desvelan fuentes del Gobierno.
Sánchez se apresura en minimizar la pandemia cuando las comunidades piden a gritos unificar los criterios y prepararse ante lo que viene. «Esto no ha terminado. Ni mucho menos», destacan desde la Comunidad de Madrid.
La mayoría de territorios sigue exigiendo el Fondo Covid que el Gobierno eliminó este año de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Unos fondos que ayudaron a paliar las numerosas deficiencias en los servicios sanitarios y que ahora emergen ante la falta de recursos y personal sanitario.
«La situación se vuelve a poner difícil», destaca el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page. «Hay que aprobar una Ley de Pandemias en el Estado, de la que se carece casi dos años después e intensificar las pruebas diagnósticas», declara el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. «No se pueden tomar las mismas medidas que resultaron ineficaces», clama el valenciano Ximo Puig. Las comunidades piden ayuda ante la nueva ola. Vuelve el Día de la Marmota.