Los resultados de Castilla y León enfrían el proyecto de ‘cambio de ciclo’ del PP de Casado
El PP obtiene 31 escaños en las elecciones autonómicas, y necesitará para gobernar a Vox que, con 13 diputados, exige la vicepresidencia del Ejecutivo
El PP gana en Castilla y León unas elecciones para olvidar. El popular Alfonso Fernández Mañueco decidió adelantar comicios en la región con el objetivo de convertirse en hegemónico en la derecha, como hizo Isabel Díaz Ayuso en Madrid hace casi un año. Sin embargo, la realidad que arroja el resultado electoral de la jornada de ayer es que la casi desaparición de Cs solo ha beneficiado a Vox, y el proyecto electoral al alza del PP de Pablo Casado, a nivel nacional, en esta segunda mitad de legislatura, y de los barones autonómicos, ralentiza su marcha.
Los populares obtuvieron ayer 31 procuradores en las elecciones a las Cortes de Castilla y León, apenas dos escaños más que en la anterior legislatura. Además, se convierten en ganadores de los comicios al adelantar al PSOE (28 escaños). Pero es en parte una victoria pírrica, teniendo en cuenta que los 12 escaños que perdió Ciudadanos han ido directamente a Vox, que se coloca, con 13 diputados, en la tercera fuerza política de la región, y con una clara ambición de formar Gobierno y de exigir una vicepresidencia, pese a las reticencias del PP.
Repetir el ‘Ayusazo’
El resultado es negativo para el PP porque, pese a llevar un año (desde la moción de censura de Murcia) buscando el mejor momento para convocar elecciones en Castilla y León, los cálculos han fallado por todas partes. Mañueco quiso emular el ‘Ayusazo’, que logró duplicar en Madrid sus apoyos (del 22% del voto al 45%) y dejó a Vox prácticamente igual; pero le ha salido del revés: el PP ayer perdió en votos y en porcentaje de apoyos, y disparó a Vox.
Esto quiere decir que el incremento imparable que mostraban las encuestas a nivel nacional desde mitad de 2021 para el PP encontró ayer su primera piedra en el camino: el centro derecha en su conjunto apenas ha logrado en Castilla y León incrementar su apoyo en 1,5 puntos a pesar de elegir cómo y cuándo, suavizando muchísimo la pérdida de 7 escaños del PSOE y de otro de Podemos. ¿Será capaz el centro derecha de sumar una mayoría en el Congreso de los Diputados siendo en este caso Pedro Sánchez quien decida cómo y cuándo se convocan elecciones?
Cambio de ciclo
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, aseguró ayer que el 13F demuestra el «cambio de ciclo» en la política española, tras el castigo al PSOE. Si ese optimismo está fundamentado se verá en otras coordenadas, en Andalucía, donde el presidente Juanma Moreno (PP) estaba esperando los resultados de ayer para decir si adelanta elecciones. También se verá en la Comunidad Valenciana, donde el socialista Ximo Puig quiere ver la fortaleza del actual PP para adelantar o no elecciones.
El envite de Vox a exigir una fuerte presencia en el Gobierno castellanoleonés dilucidará finalmente la viabilidad de un gobierno mixto entre PP y Vox, que deberá servir como examen para su versión nacional en Moncloa. Desde Génova saben que es inevitable la fórmula y que, cuanto antes se normalice, más sumará de cara a unas elecciones generales. El problema es precisamente los comicios en Andalucía, donde a Moreno solo le puede perjudicar la imagen de un PP que deja entrar a Vox hasta la cocina. Por su parte, mientras que el partido verde ha superado sus expectativas en los comicios de ayer, tiene el listón mucho más alto con Macarena Olona como candidata andaluza.
La derrota del Gobierno de Sánchez
De alguna manera estas elecciones se han contemplado como una disputa en la derecha, porque así lo planteó internamente como Mañueco: la necesidad de buscar la primacía del PP ante un Ciudadanos aniquilado y un Vox todavía polluelo. Por eso es más complicada la lectura sobre la derrota del PSOE y de Podemos, que no pintaban nada en esta contienda electoral hasta que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, entrara en la batalla con sus declaraciones contra las macrogranjas.
Pero lo cierto es que el PSOE se ha dejado siete procuradores y ha perdido las elecciones, y Podemos permanece con un solo diputado, al igual que Ciudadanos. Y todo ello a pesar de la intensa campaña del presidente Sánchez en los últimos días anunciando el impulso de los fondos europeos y del Perte agroalimentario. Sin embargo, la coalición de Gobierno ha perdido en su conjunto ocho diputados. Pero parece casi seguro que Pedro Sánchez tendrá un lunes mucho menos incómodo que el de Pablo Casado.