Los presos afrontarán el juicio del 1-O con 3 millones en la caja
La llamada "caja de solidaridad" ha gastado 6 millones de euros en un año y medio para afrontar fianzas como las de Mas y Puigdemont
La maquinaria recaudatoria del independentismo está perfectamente engrasada. Desde que se creó la llamada «caja de solidaridad» hace un año y medio, la organización ha ingresado un total de 9 millones de euros.
De esos 9 millones de euros ya se han gastado 6 millones para afrontar fianzas como las impuestas a Artur Mas y a Carles Puigdemont. Por tanto, todavía quedan 3 millones de euros para hacer frente a las previsibles multas que se impondrán a los dirigentes independentistas una vez la justicia dicte la sentencia del procés.
Los promotores de la caja de solidaridad, sin embargo, quieren más porque temen «muchos problemas» dentro de pocas semanas. Para ello, los expresidentes del Parlament Ernest Benach y Núria de Gispert han presentado este jueves la llamada Asociación de Fomento de la Caja de Solidaridad, con la que pretenden multiplicar la recaudación.
«Necesitamos refuerzos. El incremento debe ser permanente porque la cosa se complicará más», dijo Benach para justificar la iniciativa. Benach actuará como vicepresidente de esta entidad y De Gispert será la presidenta.
Los beneficiarios
La Asociación de Fomento de la Caja de Solidaridad está exclusivamente destinada a los dirigentes que han tomado parte en el proceso soberanista de alguna manera y sus millonarios recursos se destinan, fundamentalmente, a cubrir gastos derivados de sus procesos judiciales.
Se han beneficiado de ella responsables del 9-N como Artur Mas, Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs, y también exconsellers como Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, Meritxell Borràs; Jordi Turull y Josep Rull, que pagaron en diciembre de 2017 un total de 100.000 euros cada uno de ellos para ser excarcelados en aquel instante.
Además de los políticos, también se pueden beneficiar de la hucha soberanista los CDR.