Los pescadores andaluces se unen a las protestas contra la subida del gasóleo
La flota pesquera española, ante la subida del combustible, permanecerá amarrada a puerto hasta el próximo miércoles
La flota pesquera de Andalucía se ha sumado este lunes al paro convocado en el territorio nacional por el sector para urgir al Gobierno y a la UE a poner en marcha medidas que palíen la falta de rentabilidad por el encarecimiento del gasóleo desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania. José María Gallart, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape) y vicepresidente segundo de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), ha informado de que el cien por cien de la flota andaluza está amarrada.
Concretamente en Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, el sector ha convocado a una concentración pacífica esta mañana, a la que ha invitado a los pescadores y armadores de las localidades vecinas. Y es que ante la subida del combustible, la flota pesquera española permanecerá amarrada a puerto hasta el próximo miércoles, 23 de marzo, cuando la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores mantendrá una reunión con Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Para entender todos estos paros y protestas hay que tener en cuenta que el combustible es uno de los principales costos de la actividad pesquera. Además, estas quejas del sector pesquero se unen a las de los agricultores y ganaderos, que este domingo se manifestaron en Madrid. Así, decenas de miles de personas de todo el país, llegadas en 1.500 autobuses gratuitos, participaron en la manifestación de agricultores, ganaderos y cazadores contra el Gobierno en defensa del mundo rural por el centro de Madrid, calificada por sus convocantes de «histórica», bajo el lema «20M en defensa del mundo rural».
Una decena de tractores abrieron la marcha convocada por Asaja, COAG, UPA, la Real Federación Española de Caza, la Real Federación de Asociaciones de Ganado Selecto, la Unión de Criadores de Toros de Lidia y la Alianza Rural y en la que los organizadores esperaban que acudieran alrededor de 200.000 personas. Según datos de Delegación de Gobierno, aportados desde el helicóptero de Policía, se han superado los 100.000 manifestantes, aunque fuentes de los organizadores han asegurado que se han duplicado sus expectativas y cifran la participación en 400.000 personas.
«Sin regadío, no hay vida»
Un mar naranja de manifestantes tiñó las calles de Madrid, desde la plaza del Emperador Carlos V hasta la plaza de San Juan de la Cruz, junto al Ministerio para la Transición Ecológica, para reclamar una agricultura y ganadería viables como motor económico del medio rural, una bajada de los costes energético y de las materias primas; y exigir soluciones para la sequía, la guerra en Ucrania y el paro de los transportistas en España. Los manifestantes portaban pancartas con mensajes como «La supervivencia del campo es la de todos», «Sin regadío, no hay vida» o «Cazar es proteger» y gritaron consignas como «Por el futuro» o «Sánchez, rata, queremos la luz barata», bajo el ruido de bocinas, cencerros y tambores.
«Basta ya de que nos chuleen desde el Gobierno y de que se pongan en riesgo la alimentación y el trabajo de muchas personas», denunció el presidente de Asaja, Pedro Barato. Además, Barato lanzó una amenaza a Sánchez en la que aseguraba que «hemos venido hoy a Madrid de una forma pacífica, pero si lo que tiene que hacer el campo es otras cosas, hoy no es el fin, es el comienzo».