Los pacientes inmunodeprimidos pueden desarrollar nuevas variantes del coronavirus
La revista Nature recoge el caso de un paciente inmunodeprimido que fue tratado con plasma convaleciente y en el que se detectaron varias dominantes del SARS-CoV-2
Las variantes del coronavirus detectadas recientemente, como la británica, la sudafricana o la amazónica, podrían no ser las únicas. Mutaciones del SARS-CoV-2 similares a estas pueden ser desarrolladas en pacientes inmunodeprimidos en el caso de que sufran infección crónica. Un tratamiento prologando puede darle al virus la oportunidad de evolucionar.
Así se ha apreciado en un paciente que fue tratado con plasma convaleciente. Un estudio publicado este sábado en la revista Nature ha documentado su caso. Sin embargo, es el único que recoge, por lo que los autores han advertido de que las conclusiones que se pueden extraer sobre la generalización de los resultados son limitadas.
Pero sí que pueden justificar la precaución en el uso del plasma de enfermos convalecientes para tratar las infecciones por SARS-CoV-2 en pacientes inmunodeprimidos, han señalado los firmantes del texto.
El estudio, dirigido por Ravindra Gupta, de la Universidad de Cambridge, ha señalado que el tratamiento con plasma de convaleciente coincidió con la aparición de distintas variantes del SARS-CoV-2 en el paciente inmunodeprimido. Tras la terapia con plasma, la variante dominante incluía una deleción presente en la variante B.1.1.7 de la Covid-19, la descubierta en el Reino Unido.
Un paciente tratado con plasma desarrolla una nueva variante covid
Los hallazgos plantean la posibilidad de que la evolución de este coronavirus pueda producirse en individuos inmunodeprimidos cuando la replicación viral es prolongada. El paciente era un hombre de más de 70 años que había recibido previamente quimioterapia para un linfoma e ingresó en el hospital el pasado verano, donde fue tratado sin éxito con antibióticos, esteroides, remdesivir y terapia de plasma de convalecencia en el transcurso de 101 días.
Durante el ingreso se dispuso de 23 muestras víricas para su análisis, la mayoría procedentes de su nariz y garganta, las cuales fueron secuenciadas. Ahí es donde los investigadores observaron que el genoma del virus estaba mutando.
Los hallazgos plantean la posibilidad de que la evolución de este coronavirus pueda producirse en individuos inmunodeprimidos cuando la replicación viral es prolongada
Entre los días 66 y 82, tras la administración de las dos primeras rondas de plasma convaleciente, se observó «un cambio drástico en la población del virus» que se convirtió en dominante. Aunque esta variante pareció desaparecer inicialmente, reapareció cuando se administró el tercer ciclo de remdesivir y la terapia con plasma de convalecencia.
Gupta indicó, en un comunicado de la universidad, que lo que vieron era «esencialmente una competencia entre diferentes variantes del virus». “Creemos que estaba impulsada por la terapia de plasma convaleciente”, han indicado.
“El virus que finalmente se impuso lo hizo inicialmente durante la terapia con plasma de convalecencia antes de ser superado por otras cepas, pero resurgió cuando se reanudó la terapia», ha afirmado la revista.
Por lo tanto, los autores sugieren que el aumento repetido de la frecuencia de esta población viral tras la terapia con plasma puede significar que las mutaciones confirieron una ventaja selectiva. No obstante, han concluido que la aparición de esta variante no fue la razón principal del fracaso del tratamiento.