Los mossos exculpan a los CDR de la radicalidad del soberanismo
Los mossos constatan un “cambio de actitud” en una minoría de manifestantes que buscan la confrontación
El director general de los mossos d’Esquadra, Andreu Martínez, afirma que, desde el pasado sábado, ha detectado un “cambio de actitud” en una minoría de manifestantes independentistas que buscaban claramente la confrontación con los agentes. Sin embargo, exculpó de todo ello a los Comités de Defensa de la República (CDR).
En una rueda de prensa, en la que curiosamente compareció sin ningún miembro de la prefectura de los Mossos, Martínez justificó las cargas contra algunos “grupos radicales” después de agotar las vías de mediación. Insistió en que debían garantizar la seguridad de las personas y de los bienes, especialmente cuando los violentos intentaron entrar en el interior del parlamento catalán.
Pese a las preguntas de los informadores, Martínez no precisó la idiosincrasia de estos grupos. Tan sólo indicó que, cuando los CDR desconvocaron sus acciones, se produjeron los incidentes. Por lo tanto, desvinculó a los CDR de los graves altercados del lunes en Barcelona.
Martínez subrayó que, desde el sábado, “constatamos cambios de comportamiento en grupos radicales que buscaban claramente la confrontación con los agentes”.
Indicó que los mossos planifican los dispositivos de orden público para controlar las manifestaciones masivas. “Lo tratamos con nuestro modelo, basado en una intervención trabajada con la mediación con los grupos, con una voluntad clara de preservar la intervención de las unidades de orden público sólo cuando sea necesario”.
Martínez justificó las cargas por la violencia de los radicales
Insistió en que el objetivo de los dispositivos era “garantizar el derecho a la libertad de expresión y de manifestación. Hacer compatibles estos derechos con la seguridad de las personas y de los bienes”.
“Si no hay actuación violenta la policía no actúa”, recalcó. También aseguró que en el dispositivo tomaron parte los efectivos necesarios. A modo de ejemplo, indicó que en los partidos de futbol de Champions de alta conflictividad, intervienen menos de treinta unidades y que, en la manifestación del lunes, se destinaron noventa unidades.
Desde los sindicatos policiales se acusa al consejero de Interior, Miquel Buch, de mala planificación. Se insiste en que se recurrió a unidades de seguridad ciudadana, sin el equipamiento necesario, para ayudar a los antidisturbios. Sin embargo, Martínez señaló que tan sólo prestaron funciones de apoyo en el exterior e interior del parlamento catalán.
Martínez indicó que las manifestaciones del lunes se desarrollaron en tres franjas muy distintas: la primera, a partir de las seis de la mañana, con cortes en las carreteras. En esta fase aseguró que no se producen accidentes violentos. La segunda, al mediodía, con la manifestación de estudiantes en la plaza Universidad. Precisó que reinó la tranquilidad. Por último, en la tercera fase, con focos importantes en Barcelona, Girona y Lleida, sí se registraron alteraciones del orden público. Se identificaron grupos radicales que buscaban la confrontación. Por lo tanto, justificó la intervención de los agentes.