Los Mossos advierten de la crispación por las críticas recibidas
Responsables de Interior se reunirán este domingo con los organizaciones sindicales de los Mossos para tratar el malestar en el cuerpo
Ya van cuatro noches consecutivas de disturbios en Barcelona y otras ciudades por el ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél. La tensa situación ha llevado este sábado a los partidos políticos ha hacer un llamamiento a la calma, aunque todo apunta a que durante el fin de semana se intensificarán. Y mientras tanto los sindicatos de los Mossos advierten: el grado de crispación va en aumento por las críticas recibidas por su actuación.
Ante esta situación, los responsables del departamento de Interior de la Generalitat se reunirán este domingo con nueve organizaciones sindicales del cuerpo. Este encuentro se producirá después de que estos hayan pedido una cita de urgencia con el conseller Miquel Sàmper para abordar este malestar.
«Los ánimos dentro de nuestro colectivo están muy crispados y nosotros, las organizaciones sindicales que representamos al cuerpo y que, en definitiva, somos las que velamos siempre por la paz social dentro de los Mossos d’Esquadra, estamos ya en el límite asumible de poder garantizar esta paz«, sostienen en el comunicado los sindicatos SAP-Fesol; USPAC; Sindicat de Policies de Catalunya (SPC); SME; SEGCAT; SEIME; SICME; AFITCME y CAT.
Ada Colau pide acelerar el indulto a Hasél
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido unidad este sábado y ha emplazado al PSOE a agilizar la tramitación del indulto solicitado por Unidas Podemos. La primera edil ha comparecido brevemente ante los medios para recordar que manifestarse es un derecho, pero que «los altercados no son la solución y no están justificados», porque únicamente perjudican a los vecinos y los comercios.
Para Colau lo más grave es que una manifestante haya perdido la visión de un ojo y ha pedido reabrir en el Parlament el debate sobre el uso de los proyectiles de foam por parte de la policía. Además, la alcaldesa ha subrayado que Hasél no tendría que haber entrado en la prisión.
Antes de las declaraciones de Colau, la cabeza de lista de la CUP en las elecciones del pasado domingo, Dolors Sabater, le ha afeado que en un tuit de ayer la alcaldesa de Barcelona condenara los disturbios y mostrara su apoyo a las fuerzas de seguridad.
Parafraseando al exsacerdote y político independentista Lluís Maria Xirinacs, que transitó del pacifismo a mostrar su apoyo a ETA, Sabater ha escrito en la red social: «Hay que luchar contra el fuerte para dejar de ser débiles, y contra nosotros mismos cuando seamos fuertes».
«Hay que luchar contra el fuerte para dejar de ser débiles, y contra nosotros mismos cuando seamos fuertes»
Dolors Sabater (CUP)
La líder de la CUP, partido que ha condicionado su apoyo a un eventual gobierno con ERC a un cambio en la política de orden público y a la desaparición de la brigada móvil de los Mossos, ha preguntado a Colau si ha olvidado «la lacerante violencia estructural» y si solo «le molestan los disturbios».
Por su parte, la vicesecretaria de Derechos, Libertades y Lucha Antirrepresiva de ERC, Marta Vilaret, ha solicitado al Departamento de Interior, en manos de sus hasta ahora socios de gobierno de JxCat, que abra una investigación «ágil y diligente» para dilucidar si ha habido casos de mala praxis en el cuerpo de los Mossos.
Los altercados en Barcelona suponen un coste de 128.000 euros
Un total de 23 contenedores y 950 metros cuadrados de pavimento fueron quemados en los disturbios de anoche, unos daños que sumados a los costes de los servicios de limpieza suponen un coste de 128.000 euros, según han informado fuentes municipales a Efe. La mayoría de los desperfectos se produjeron en Pla de Palau, Ramblas y calle Pelai de la ciudad.
El coste de los contenedores se ha estimado en 34.000 euros, la reposición del pavimento, en 60.000, y los trabajos de los equipos de limpieza, en 33.500. Los altercados, por contra, no ocasionaron daños significativos en el sistema de iluminación, espacios verdes y semáforos, según las mismas fuentes.
Además de mobiliario urbano, los manifestantes también destrozaron algunos comercios y entidades financieras.