Los mercados dan la espalda a los presupuestos de Rajoy
La prima de riesgo rompió la barrera de los 400 puntos mientras Montoro defendía las cuentas en el Congreso
Los analistas y los mercados dudan de las cuentas que el Gobierno de Mariano Rajoy aplicará durante 2013. Los presupuestos generales del Estado pasan su trámite parlamentario, fase en la que tradicionalmente se suelen anunciar medidas políticas de calado que matizan o aclaran cómo se van a distribuir los recursos públicos. La sesión generó más dudas de las que respondió en crecimiento, recaudación, desempleo y déficit.
Consecuencia: los mercados se tambalearon porque los datos que se presentaban en el Congreso no coincidían con los que minutos antes había difundido el Banco de España a través de su boletín así como con las previsiones de hasta 15 casas de análisis que a estas alturas de año afinan las previsiones para el próximo ejercicio. Ajeno, o por encima de todo ello, a las 12 del mediodía, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tomaba la palabra para desgranar la principal ley del año. A los 30 minutos aproximados de discurso, la prima de riesgo rompía los 400 puntos.
Al finalizar la tarde, y con otros elementos económicos sobre la mesa –como la errática apertura de Wall Street— el Ibex 35 se dejaba el 1,6% y el diferencial de deuda española con la alemana marcaba 405 puntos de diferencia. La tensión se relajó cuando Montoro acabó de hablar.
‘Dos mundos paralelos’
La declaración del Ministro de Hacienda anunciando que 2013 “será el último año de crisis” fue rápidamente interpretada como que las previsiones del Ejecutivo de Rajoy son desacertadas. El panel de expertos de Funcas, formado por hasta 15 entidades especializadas, prevé que el PIB caerá el 1,5% en 2013. El dato se hacía público pocos minutos después del discurso del ministro, que prevé recesión pero moderada. El Gobierno confía en remontar a partir del próximo año. Pero el consenso de bancos y expertos económicos sobre el empeoramiento de las previsiones para 2013 no tiene fisuras.
Las proyecciones apuntan a más paro, la cuota alcanzará el 26%, y prevé un repunte de la economía sumergida. Es decir, la recaudación fallará y se desviará de los objetivos previstos por Montoro. El déficit también está puesto en solfa por los mercados. El propio Banco de España, con Luis Linde al frente, prevé que España incumplirá los compromisos con Bruselas sino se encaran más reformas. El Ejecutivo se mostró seguro de que España alcanzará la meta y cuadrará las cuentas según el margen impuesto por la Unión Europea. Puso como ejemplo la ejecución presupuestaria hasta septiembre.
Deuda pública
Por otra parte, economistas, agencias y bancos señalan que aunque se han suavizado las tensiones en torno a la deuda publica, la rentabilidad del bono español de referencia sigue siendo «excesivamente elevada» para las condiciones de la economía, en tanto que para los próximos meses espera que se mantenga igual o disminuya ligeramente. Los intereses devengados ejercerán más presión en las cuentas públicas, aunque afectarán a las de próximos ejercicios.