Los inversores internacionales ‘bombardean’ a Calviño con sus temores a Podemos
Los inversores preguntan a Calviño sobre la reforma laboral, el futuro de los bancos o las estimaciones del Gobierno para España ante la posible condicionalidad de su socio de coalición.
Los inversores internacionales temen que el Gobierno de coalición utilice los fondos europeos únicamente bajo el criterio «político y social», en lugar de utilizar las ayudas para otros gastos más productivos. Así, lo ha trasladado un inversor desde Londres a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, con motivo de su participación en el foro económico, Spain Investors Day, que este miércoles y jueves ha tenido lugar en la capital madrileña.
Más de 200 inversores internacionales se han dado cita en el Spain Investors Day para escuchar a los ministros del PSOE, ante la ausencia de los representantes de Unidas Podemos. Tal y como publicó Economía Digital, el presidente del Gobierno busca devolver la confianza a los inversores internacionales y Moncloa no contó con la participación de ningún miembro de Unidas Podemos.
Sin embargo, su deriva en algunas decisiones del Ejecutivo ha calado hondo entre algunos inversores que temen por la deriva económica de España. Así se pudo ver reflejado este jueves en sus preguntas referentes a la deuda española, la reforma laboral, el futuro de los bancos o las estimaciones de la propia Calviño para España.
Además de echarle en cara el criterio «político y social», que según un inversor, el Gobierno está marcando con la gestión de los fondos europeos, Calviño recibió otras preguntas incómodas sobre el compromiso de España por contener su deuda pública. La vicepresidenta, por su parte, iba bien preparada y defendió -en inglés- la gestión del Gobierno y el futuro económico de España.
Calviño lanzó un mensaje de «compromiso» con la consolidación fiscal y explicó que el Ejecutivo ha realizado una previsión «moderada», en paralelo a una mayor recaudación fiscal de la esperada. Por ello, remarcó que «hay que seguir reduciendo la deuda pública», que este año alcanzará en torno al 120% del PIB, sin especificar ninguna receta clara.
La pregunta sobre la deuda también caló entre los inversores internacionales en la comida posterior, algunos mantuvieron una animada discusión sobre si las previsiones macroeconómicas sobre las que se han elaborado los Presupuestos Generales del Estado son las adecuadas y, entre algunos inversores, siguen generando dudas como se puso de relieve con la pregunta a la ministra.
Temor ante la reforma laboral
Los inversores también quisieron transmitir la inseguridad jurídica creada por las dos versiones que proyecta en estos momentos el Gobierno de coalición sobre la reforma laboral: una derogación íntegra, como quiere Podemos, de la norma aprobada por el PP o sólo eliminar los aspectos más lesivos, como buscan los socialistas.
Ante ello, «una firma internacional en España», según anunció el moderador del encuentro, preguntó directamente a la vicepresidenta sobre la intención del Gobierno de abolir la reforma laboral y si el Ejecutivo ha calculado su impacto en 2021.
La responsable económica recalcó que hay que implementar reformas del mercado de trabajo y de las pensiones que «cuenten con el consenso de los agentes sociales, y que asegure la estabilidad en los próximos años», y confirmó que se incluirán en el Plan de Reformas e Inversiones que remitirá «tan pronto como el proceso legal lo permita» a Bruselas, previsiblemente en marzo al trabajarse ya en el segundo borrador.
Las estimaciones del Gobierno también han caído en saco roto respecto a las de otros prestigiosos indicadores, menos optimistas, y desde una firma internacional también preguntaron a Calviño, «¿Nos puede explicar por qué su cuadro macroeconómico está tan alejado respecto al de otros agentes?».
La perspectiva económica del Gobierno
La ministra recalcó en primer lugar que se han «mitigado» los principales riesgos, aunque eso «no significa que los próximos meses vayan a ser fáciles», para luego defender que las reformas estructurales se dirigen a incrementar el crecimiento potencial por encima del 2%, así como a reducir el desempleo estructural, aumentar la productividad y avanzar hacia un patrón de crecimiento» más inclusivo y sostenible» desde el punto de vista económico y financiero, ambiental y social.
La vicepresidente mantiene su previsión de un crecimiento inercial del 7%, sin tener en cuenta el Plan de inversiones y los fondos europeos, y continuar el camino de creación de empleo que se ha iniciado en el tercer trimestre de 2020, cuando se crearon 570.000 empleos, destacó.
Según Calviño, los datos disponibles indican que esta «tendencia positiva» continuó durante el último trimestre de 2020, especialmente en el mercado laboral, ya que la afiliación a la Seguridad Social ha mantenido una «tendencia ascendente» en octubre, noviembre y diciembre, los trabajadores en ERTE se estabilizaron en alrededor de 750.000 a pesar de la segunda ola y la afiliación de los autónomos «ha recuperado registros prepandémicos».
Además, ratificó que el impacto de la segunda ola de la pandemia «no ha sido tan profundo como en el primer semestre» y las empresas y los trabajadores autónomos han demostrado una «fuerte resiliencia» desde que se levantaron las restricciones. «España se vuelve a levantar más fuerte» escudándose en que «el PIB ha caído en todos los países».
Para llamar a la calma, la vicepresidenta recalcó que por fin, se ve «la luz al final del túnel», con el pronóstico de que las vacunas inmunicen a un número importante de españoles de cara al segundo semestre del año. Calviño aseguró ver un «enorme apetito y dinamismo en las empresas españolas que quieren acompañarnos en este proceso», zanjó ante el examen de preguntas de los inversores.