Los independentistas y el PSC dejarán a Vox sin comisiones en el Parlament
El reparto de las presidencias de estos órganos pone a prueba un cordón sanitario que ya falló con el reparto de senadores
El Parlament tiene previsto aprobar en su primer pleno tras la investidura la constitución de las comisiones legislativas, aquellas que fiscalizarán la acción del Govern durante la legislatura. Aunque no será hasta dentro de una semanas cuando se conozca quién las presidirá, Vox tiene escasas posibilidades de dirigir ninguna de ellas.
PSC, ERC, Junts, Comuns y pactaron un cordón sanitario a Vox, con un documento donde entre otros puntos se comprometían a vetar «la presencia de la extrema derecha en la mesa del Parlament, las mesas de las comisiones, la coordinación de los intergrupos, la relatoría de los grupos de trabajo y la presentación de ponencias colegiadas».
Una vez aprobadas las comisiones que se configurarán esta legislatura, serán estas formaciones independentistas y también de izquierdas las que negociarán la fórmula para evitar que el partido que dirige Ignacio Garriga pueda presidir ninguna de ellas. Los dos únicos grupos políticos que no se sienten interpelados por el cordón sanitario son PP y Cs.
La polémica por la fórmula ‘Imperialli’
Las comisiones serán una nueva prueba de fuego en la alianza para aislar a Vox en Parlament. La frágil alianza entre los independentistas y Comunes con el PSC ya saltó por los aires con toda la polémica del reparto de senadores, donde a propuesta de ERC se apostó por la fórmula Imperialli.
El Parlament optó por esta fórmula a propuesta de ERC, en desuso en gran parte del mundo, y nunca antes utilizada en la Cámara catalana, donde se había optado tradicionalmente por la de Restos Mayores y, en alguna ocasión determinada, también por la Ley d’Hondt. Imperialli permitió repartir a los representantes en 3 para los socialistas, 3 para los republicanos y 2 para Junts.
La fórmula puso en jaque la frágil alianza entre el socialismo catalán y el independentismo, al constatarse un fondo de estrategia distinto entre ambos mundos. El PSC advertía del precedente de retorcer los cálculos para echar a Vox, algo que se podría volver en contra de terceros partidos en hipotéticas futuras mayorías en el Parlament.
Las diferencias estratégicas entre socios
Además, también han seguido diferencias estratégicas en su trato hacia Vox. Los socialistas son más partidarios de ignorar a la formación de Ignacio Garriga, para evitar que tenga espacios mediáticos en lugar de hacer acciones visibles de rechazo que les den minutos de televisión.
Los demás grupos escenificaron el rechazo a Vox mediáticamente. Durante las dos investiduras fallidas de Aragones que pusieron en marcha el calendario de dos meses, ERC, Junts, CUP y Comuns abandonaban la Cámara durante las intervenciones de Garriga, con los pocos diputados que de quedaron de estas formaciones con símbolos en contra.
Las nuevas comisiones parlamentarias, correspondientes a las diferentes áreas del Govern, serán la nueva prueba de fuego tras el fracaso de los senadores, aunque esta vez podrían ponerse de acuerdo. El PSC en intervenciones pasadas separó la polémica por los senadores con las negociaciones para dejarles sin presidencias en estos órganos de la Cámara.
Vox frena una declaración institucional
Vox amenazó con evitar declaraciones institucionales mientras durara el cordón sanitario contra ellos. «Ya advertimos que no habría declaraciones institucionales en esta casa si continuaban con el cordón sanitario», ha advertido el diputado Juan Garriga en una declaración en el Parlament.
La formación ha vetado una declaración institucional contra las agresiones homófobas este pasado fin de semana en Barcelona. El partido de Abascal, al considerar que la parte referente a las políticas públicas para atajar este tipo de ataques con motivación de odio tenían una carga ideológica concreta, ha provocado que la declaración sea únicamente de Junta de Portavoces.