Los expertos recetan vacunas, rastreo y rigor en Semana Santa para retrasar la cuarta ola de Covid-19
El Gobierno no confirma aún la cuarta ola de coronavirus pero varios científicos la ven "inevitable" después de la Semana Santa
La llegada de la cuarta ola de la pandemia del coronavirus a España es inevitable, según los expertos. Pero también muchos coinciden en que lo que puede eludirse es un impacto tan fuerte como el de las anteriores olas con una mejora sustancial en el ritmo de vacunación, una subida del rastreo de contagios y la máxima precaución durante la Semana Santa.
Todos los síntomas de la cuarta ola están apareciendo. Tras varias semanas de descenso, la semana pasada la caída de la pandemia empezó a estabilizarse y, enseguida, a crecer, aunque todavía no a un ritmo alarmante. El Gobierno lleva meses fijando su objetivo de una incidencia acumulada de menos de 25 casos por 100.000 habitantes a 14 días, y aunque nunca se estuvo realmente cerca de lograrlo ahora ya se ve más imposible pues este indicador está más bien creciendo.
La semana anterior, Fernando Simón afirmó que «vamos a intentar evitar la cuarta ola o, al menos, retrasarla». Pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aún no se ha atrevido a confirmarla. En todo caso, ya muchos especialistas en el asunto la dan por buena y la sitúan previsiblemente a la vuelta de la Semana Santa. Ahora, explican, hay que centrarse en intentar domarla.
Como dijo la semana pasada el epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, el factor más importante será la vacunación. Si el ritmo mejora, «una cuarta ola podría ser más débil y podría tener menos impacto». De forma parecida piensa la viróloga del CSIC, Margarita del Val, que espera que se retrase «gradualmente» la «siguiente subida» y que sea «menos empinada».
Vacunación: expectativas vs realidad
El epidemiólogo y exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña, ha avisado esta semana que «hay riesgo importante de una cuarta ola» y para evitarla ha hecho un llamamiento a «extremar las medidas restrictivas antes y durante la Semana Santa». Asimismo, ha defendido un rastreo exhaustivo de contagios y mantener la reducción en la interacción social «mientras avanzamos lo más que podamos en la vacunación».
Pero López también ha admitido que el ritmo de vacunación en España ahora mismo no supone «un dique que frene la pandemia». Hasta este miércoles, Sanidad registraba menos de 2,2 millones de ciudadanos con las dos dosis de la vacuna; menos del 5% de la población española. También se han puesto poco más de 2 millones de primeras dosis, lo que eleva el total de personas con al menos un pinchazo a menos de 10%. El objetivo es del 70% en el verano.
El Gobierno tenía previsto que en abril se dispararan las inoculaciones pero no contaba con el retraso en la entrega de la vacuna de Janssen, que es de una sola dosis y que podría ayudar a coger velocidad en poco tiempo. Ahora llegará hasta finales de abril, lo que ha desinflado el optimismo del Ejecutivo central. La suspensión de Astrazeneca durante la última semana tampoco ha ayudado, puesto que la vacunación se ha desacelerado estos días.
«Mientras no sepamos capaces de vacunar a un porcentaje importante de la población seguiremos teniendo olas sucesivas», explicó este martes el jefe de enfermedades infecciosas y coordinador de Covid-19 del Hospital del Mar de Barcelona, Juan Pablo Horcajada. «Y ante eso solo cabe mantener o endurecer las restricciones, pero no relajarlas». Este médico es tajante: «La cuarta ola está al caer», ha dicho, «me parece inevitable que esto ocurra».
¿Se puede debilitar la cuarta ola?
El director del Instituto Global de Salud y Patógenos Emergentes en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Adolfo García-Sastre, no está tan seguro de que vaya a haber una cuarta ola, «sino una meseta» en la que va a haber un número alto de casos que se va a mantener y que «gradualmente vamos a ir bajando, muy gradualmente, a medida que se vaya vacunando la población».
«Gradualmente» es una palabra que también ha usado mucho estos días Margarita del Val, que cree que «todo depende de las dosis de la vacuna que nos lleguen». «Espero que, gradualmente, cuanto más se retrase la siguiente subida, si la logramos hacer menos empinada, menos personas mayores entrarán en la UCI y habrá menos casos graves, menos muertos», ha dicho la científica, que ha avisado que «nos quedan algunos meses por delante».
Quique Bassat, investigador del ISGlobal de Barcelona, cree que con la vacunación actual no basta. Este científico ve que «la cuarta ola es inevitable» y señala que «debemos endurecer las restricciones para la entrada de personas que vienen de zonas con peores datos epidemiológicos, como por ejemplo pidiendo una PCR también por vías terrestres y no solo para los que vienen en avión».