Los estadounidenses se lanzan al turismo de vacunas: viajes por el país en busca del remedio anticovid
Miles de estadounidenses hacen la maleta rumbo a una ciudad en la que les suministren la vacuna. Una vez inoculados, y a la espera de la segunda dosis, aprovechan para disfrutar de unas vacaciones
La campaña de vacunación en los Estados Unidos, el país más golpeado por el coronavirus, avanza más lenta de lo previsto. Y la impaciencia de algunas de las personas por recibir el remedio anticovid ha llegado a tal límite que aquellos con posibilidades económicas han iniciado el conocido como turismo de vacunas: hartos del colapso en los centros sanitarios de sus ciudades, cogen la maleta y van a otras en busca de la inyección que podría salvar sus vidas en medio de la pandemia.
Uno de los destinos favoritos es Florida donde, según Richard Parsons, el ex presidente de Citigroup, estaban vacunando a personas mayores de 65 años sin hacer preguntas. En un momento en el que todas las recomendaciones indican que lo adecuado es permanecer en casa, el ejecutivo viajó desde Nueva York a Miami tras no conseguir inmunizarse en su ciudad natal, según ha informado Bloomberg.
“Florida hizo una demarcación simple en cuanto a quién va primero, así que hicimos una reserva y cuatro días después, bam, ya está”, aseguró Parsons en declaraciones al citado medio. Allí recibió la primera dosis y ahora espera allí unos días hasta inocularse la segunda. Parsons es consciente de su suerte: “Esta no es la respuesta para el 99% de la población, que no puede simplemente trasladarse a Florida”, reconoció.
Además de Florida, los turistas se decantan por visitar algunos lugares como los balnearios de Hawái, para quienes ponerse la vacuna irá acompañado de unos días de relax, o las ciudades de esquí del estado de Colorado. Bloomberg destaca que no hay datos oficiales, no obstante, los estados que llevan un registro sugieren que decenas de miles de estadounidenses se han decantado por esta opción para acompañar la inyección de unas buenas vacaciones.
“Florida hizo una demarcación simple en cuanto a quién va primero, así que hicimos una reserva y cuatro días después, bam, ya está
La cifra a la que sí ha podido tener acceso es la de personas no procedentes de Florida que se han vacunado en este estado: más de 37.000. Y eso sin contar a quienes tienen segundas residencias o viajan de manera habitual por negocios. En total, se ha inoculado allí a aproximadamente un millón de personas.
En Illinois también se vacunó a unas 14.000 personas de otros estados, mientras que en Nueva York, que recientemente recibió un mayor número de sueros, se vacunaron 59.000 personas no residentes y, en Washington, hasta 22.150.
Los expertos cuestionan si el turismo de vacunas es una práctica ética
Esta situación ha preocupa a quienes no tienen dinero como para pagarse un viaje o no están sanas para moverse de sus ciudades. Según destaca el citado medio, aunque los expertos en políticas de salud han señalado que, en general, cuantas más personas haya vacunadas es mejor, por otro lado, también se plantean si por cuestiones éticas es correcto apropiarse de una dosis destinada a otro estado.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, advirtió el martes que después de ampliar la inmunización a personas de 65 años o más, la ciudad se acercaba a la escasez y estaba a punto de cerrar los puntos de vacunación a menos que se reabastecieran.
Aproximadamente una cuarta parte de las dosis asignadas a la ciudad de Nueva York se administraron a no residentes, según datos de la ciudad. De Blasio aseguró en una rueda de prensa el pasado 12 de enero que el tema era una “preocupación real”. “Aquellos que viven fuera de los cinco condados y no son un trabajador esencial, no deberían recibir una inyección en la ciudad de Nueva York”, apuntó.
“Aquellos que viven fuera de los cinco condados y no son un trabajador esencial, no deberían recibir una inyección en la ciudad de Nueva York”
Bill de Blasio, alcalde de la ciudad de Nueva York,
Entre el personal sanitario también ha empezado a sonar las alarmas. “Desde una perspectiva de salud pública, todo lo que podamos hacer para vacunar a más personas disminuirá la propagación de Covid”, apuntó Marissa J. Levine, profesora de salud pública en la Universidad del Sur de Florida.
«Pero estamos en una situación en la que la demanda supera la oferta de manera significativa, por lo que las personas se ponen nerviosas si perciben que otros están llegando para recibir su vacuna, incluso si en realidad es toda nuestra vacuna», añadió.