Los empresarios reclaman un »muro» frente a Podemos e IU
Eléctricas, bancos, aseguradoras, constructoras, siderometalúrgicas y otras organizaciones de la CEOE reaccionan en contra de la alianza "comunista"
El programa de 50 puntos que sirve de base a la alianza entre Podemos e Izquierda Unida (IU) ha provocado la perplejidad del mundo empresarial y el miedo paradójico de los foros de opinión conservadores a que IU sea «fagocitada por el hambre de Iglesias». Lo que reclaman es un «muro» ante un alud de peticiones en el programa electoral. El centro político ha dejado de ser el camarote de los hermanos Marx, donde todos quieren estar.
El pacto Podemos-IU remarca la fuerza de una alternativa de izquierdas capaz de aunar el espacio político más allá del PSOE. Y en medios de la CEOE, del Círculo de Empresarios o de la Asociación Española de Banca (AEB), Economía Digital ha observado un ambiente de temor al supuesto «frente popular» y a la ineficacia del PSOE como partido de centroizquierda capaz de dirigir los designios de quienes actúan desde una mayor radicalidad.
En el mundo empresarial, a Pedro Sánchez se le acusa de ser incapaz de liderar una alternativa a Mariano Rajoy. Con todo, la cúpula patronal y los foros de opinión empresariales mantienen cerradas sus fuentes oficiales. El documento de Podemos-IU, titulado Cambiar España, contiene cinco ejes: económico, social, político-institucional, medioambiental e internacional.
En el primer bloque se incluyen, por ejemplo, los planes energéticos que el ex ministro José Manuel Soria liquidó anulando las primas a las renovables y, asimismo, se toca a fondo el tema de la pobreza energética, cuya réplica ataría de manos a Endesa e Iberdrola, dos compañías responsables de millones de cortes de suministro.
La patronal eléctrica, Unesa, que ha dejado sentir su voz en la CEOE, vive una especie de síndrome Mitterrand años 80 en recuerdo de las nacionalizaciones del socialismo francés.
En la banca privada crece una cierta angustia ante las propuestas de la alianza de izquierdas, cuya aplicación significaría el fin de los desahucios, la obligatoriedad de dación en pago y un control rígido de los elementos que dependen del supervisor (Banco de España), como el cobro por servicios, las cláusulas suelo o las modificaciones de los tipos de interés.
Adiós a los beneficios fiscales
Por su parte, Unespa, la patronal que agrupa las compañías aseguradoras, vivió este martes una tarde agitada: el documento Cambiar España cuenta con la desaparición de los beneficios fiscales a los planes privados de pensiones (lo cual hundiría al sector) y propone implementar la tarjeta sanitaria obligatoria, aquella que le sirvió al ex ministro de Sanidad y Seguridad Social, Ernest Lluch, para meter en el sistema a cinco millones de españoles, en 1983.
En el apartado del bienestar del documento de Podemos-IU se prevé la renta básica con 600 euros (un 30% más) y un 20% de incrementos por los dos primeros hijos. En el pacto de la izquierda destaca también una defensa a rajatabla de los derechos de 385.000 discapacitados sin protección.
La aplicación de un programa de fuertes medidas sociales, resta posibilidades a las empresas. Pero abre también un interrogante no resuelto: ¿Podrá España permitirse una tensión alcista del gasto público, como la que pretenden Podemos e IU? Y una advertencia: a Nacho Álvarez, economista de Podemos, los técnicos del Eurogrupo le devolvieron, como un doloroso bumerang, un no rotundo a su intención de destinar 96.000 millones de euros en cuatro años, en términos de inversión pública.
Se acabó el sueño de la gran coalición
El mundo económico ya no confía en la capacidad del PSOE para entrar en la gran coalición frente al bloque Podemos-IU, pero envía un mensaje de tranquilidad al Eurogrupo, que representa el statu quo. No conviene olvidar que en el programa de estabilidad 2016-2019, el primer trimestre de 2016 mantiene la senda de la formación bruta de capital fijo, iniciada en el primer trimestre de 2014, una trayectoria expansiva que se ha prolongado y consolidado en 2015.
Dicha aceleración se ha trasladado a sus principales componentes de la demanda. A lo largo del primer trimestre del 2016, con Gobierno en funciones, la economía española ha funcionado. El miedo del Partido Popular (PP) a la recaída por la imposibilidad de formar Gobierno ha quedado invalidada.
Relajar la moderación salarial
La máquina funciona sola, lo que ha desatado en los ámbitos de la economía privada todo tipo de sarcasmos sobre la ineficiencia de la escena pública. En instituciones como el Círculo de Empresarios, que representa a las 200 mayores empresas de España, el documento Cambiar España se interpreta como el «programa mínimo de la izquierda radical», según un miembro de su junta directiva.
Pero lo que preocupa especialmente a los empresarios es la debilidad del PSOE y mucho más todavía «la actitud sedentaria de Rajoy», el político que exige una silla gestatoria para volver a entrar en la Moncloa.
El documento de Podemos-IU ha caído del cielo de forma inesperada sobre las organizaciones empresariales. Este martes, el vicepresidente de CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, aseguró que «ha llegado el momento de relajar un poco el cinturón de la moderación salarial».
Tormenta perfecta
Les cae la tormenta social perfecta y no la han oído llegar. La displicencia es mala consejera. La opción Podemos-IU, que podría acabar liderando la formación de un nuevo Gobierno, ya no habla de salarios, sino de modelos. Esta vez no serán Jordi Sevilla (PSOE) y Luis Garicano (Ciudadanos) los que vayan a convencer de las bondades del social-liberalismo a Juan Rosell en la CEOE.
Esta vez lo harán Pablo Iglesias y Alberto Garzón, con razones que redistribuyen plusvalías, estrechan los ebitdas y angostan los márgenes brutos después de impuestos.
Las leyes de transparencia, de regeneración frente al drama de la corrupción o el polémico «derecho a decidir» están también en Cambiar España. Pero lo más relevante es que el documento se adapta al escenario a corto de creación de empleo. Las pensiones son el tema más espinoso. La patronal afirma que el descenso de la población y el envejecimiento «plantean una serie de incertidumbres».
El mundo empresarial reclama a la política instrumentos para paliar la perversa dinámica poblacional, pero se encontrará, dado el caso, con la mirada solidaria de Cambiar España. La alianza Podemos-IU introduce, a modo de emergencia, la defensa de los débiles, una variable exógena, como lo fueron los salarios en el Equilibrio general de Keynes.