Los ‘empresarios’ de Podemos sí que retiran el dinero que Venezuela retiene al resto de compañías españolas
El gobierno de Maduro, que restringe la retirada de dividendos para las empresas extranjeras, no pone obstáculos a la salida de fondos de los colaboradores de Podemos. La fundación CEPS ha retirado, al menos, 3,6 millones de dólares del país
El gobierno de Nicolás Maduro mantiene un estricto control sobre el movimiento de dinero las empresas nacionales y extranjeras que operan en Venezuela. La debilidad económica del país y el temor a una fuga de capitales ha hecho que el régimen mantenga desde hace más de 10 años un estricto control cambiario. Las empresas españolas como Telefónica, BBVA, Iberia, Air Europa, Meliá y Mapfre no pueden repatriar a España los beneficios que obtienen en Venezuela y que están expuestos, en moneda local, a una depreciación por efecto de la inflación, de más del 30% anual.
Pero las dificultades a las que se enfrentan las empresas españolas contrasta la con la celeridad con la que los colaboradores de Podemos han retirado los beneficios obtenidos en el país. La fundación CEPS, levantada por los principales dirigentes del partido de Pablo Iglesias, ha logrado repatriar de Venezuela 3,6 millones de dólares, según consta en el registro público de divisas del gobierno venezolano.
800 millones apresados a tres compañías
Hasta 2011, los miembros de Podemos pudieron expatriar de Venezuela 3.240.790 dólares gracias a la aprobación de Cadivi (hoy Cencoex), el organismo gubernamental que decide qué empresas o personas físicas pueden sacar dinero del país y en qué cuantías. En 2012, la misma fundación retiró 381.923,83 dólares.
El organismo es el mismo que ha impedido que Telefónica, Air Europa e Iberia retiren de Venezuela, al menos, 774 millones de euros. Air Europa, ha reconocido tener unos 200 millones de euros que no puede sacar e Iberia admitió tener 184 millones de euros estancados sólo por la venta de pasajes aéreos del 2013. Telefónica, una de las mayores empresas españolas en el país, ha reconocido este miércoles que dispone de unos 390 millones de euros retenidos en Venezuela, según han explicado a este diario los responsables financieros de la compañía.
Los profesores aventajados
Pero esas dilaciones no afectan a todos por igual. La fundación ligada a Podemos ha sido ágil en recuperar los fondos que genera en Venezuela. El encargado del trámite ha sido el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de la Universidad de Valencia, Roberto Alfonso Viciano Pastor, organizador del «Encuentro de la Sociedad Civil con Hugo Chávez» en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el 21 de noviembre de 2004. Viciano Pastor, presidente de CEPS, una fundación domiciliada en Valencia, también ha sido autor del libro Cambio político y proceso constituyente en Venezuela.
Tampoco tuvo ningún problema para retirar su dinero el profesor y empresario Juan Carlos Monedero. En 2010, el número 3 de Podemos pudo expatriar 35.000 euros con motivo de «la remisión de honorarios profesionales a mi país de origen, producto de las asesorías realizadas bajo la dirección del Gobierno Nacional», tal como explicó en un formulario publicado por ABC.
La transacción fue anterior a su polémica factura de 425.000 euros, emitida por su empresa Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones SL que también debió obtener el visto bueno del gobierno venezoalano para expatriar la cifra de negocio que Monedero registró en 2013.
Enriquecimiento veloz
El control de cambio ha sido un mecanismo con el cual empresarios y funcionarios con acceso a las aprobaciones gubernamentales han encontrado un excelente sistema de enriquecimiento rápido. Quienes tienen acceso al dólar oficial (6,30 bolívares) pueden venderlo en el mercado negro hasta a 172 bolívares, lo que supone una ganancia estratosférica fácil de ejecutar en un mercado en el que la gran mayoría de las empresas necesitan dólares o euros para la importación de bienes y servicios.
Unas diez mil empresas han sido beneficiadas desde el año 2004 con la aprobación del gobierno de cambio de divisa, según ha revelado el diario venezolano Konzapata.com. «Resulta difícil imaginar que con más de diez mil empresas operando en Venezuela y solicitando divisas para importar bienes, el resultado sean las colas por desabastecimiento en casi todos los renglones donde, casualmente, se solicitaron mayor numero de divisas», explica el diario.
Las empresas españolas se muestran inquietas por el dinero retenido. Una nueva devaluación puede diluir buena parte del dinero tan sólo con un decreto presidencial.