Los economistas de Mas pasan del «miedo»: la Cataluña independiente tendrá «superávit» y seguirá en la UE

La posición del jefe del Ejecutivo catalán, apoyado por Germà Bel y Oriol Amat, es que no se puede "echar fuera a un país contra su voluntad que ya forma parte" de las instituciones europeas

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Hay alguna señal, pero no se puede difundir ni un ápice de debilidad. La lista Junts pel Si, en la que Artur Mas figura de número cuatro, va dibujando un plan alternativo en el caso de que una Cataluña independiente quedara fuera de la Unión Europea. Pero, como diría Jordi Pujol, «ahora no toca».

Y, a escasos días del inicio de la campaña electoral, Mas cuenta con el apoyo de economistas que han destacado en los últimos años en sus respectivos ámbitos profesionales, y que se prestan ahora a apoyar la idea de que una Cataluña independiente tendría «superávit», y seguiría en la Unión Europea.

Mas trata de ahuyentar «todos los miedos», y lo hizo este lunes con la presencia del economista Germà Bel, número un de Junts pel Si por Tarragona, y ex diputado socialista, –conocido por su libro España, capital París— y con Oriol Amat, número siete en la lista por Barcelona, economista de prestigio y hasta ahora vocal de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Mas quiere convencer a los catalanes de que los argumentos de empresarios, este mismo lunes de Juan Rosell y Josep Lluís Bonet, –presidente de la CEOE y de las Cámaras de Comercio de España, respectivamente– sobre la salida de la UE, sólo buscan una estrategia concreta.

El voto de un autónomo y de un gran empresario 

«¿Cómo se echa fuera en contra de su voluntad a un país que ya forma parte de la Unión Europea? Cataluña no hace cola para entrar, que no nos expliquen cosas que no son. Es una estrategia dirigida para que se decanten por el ‘no’, basada en la amenaza y el miedo», aseguró Mas, que dejó una perla al propio Rosell y Bonet. «Son opiniones de instituciones con sede en Madrid –aunque los dos son dirigentes catalanes– . «El voto del autónomo más pequeño vale igual que el del directivo más importante», sentenció, en una clara alusión al acto de apoyo de pimes y entidades soberanistas del pasado jueves en La Pedrera.

Ocurre, sin embargo, que los expertos, y los dirigentes europeos defienden todo lo contrario. El propio argumento de Mas olvida que Cataluña forma parte de la Unión Europea en tanto que es España uno de los miembros del club.

Es decir, son los estados, como el español, los que son socios de la Unión Europea. Pero ni Germà Bel ni Oriol Amat replicaron las palabras de Mas.

¿Y si Cataluña se queda fuera de la UE?

Hubo, sí, alguna muestra de debilidad en la posición de Germà Bel, quien constató que las relaciones comerciales con Europa estarían garantizadas, aunque no se formara parte en un primer momento de la UE. «Un sólo país, o dos o tres, no pueden bloquear las relaciones comerciales», defendió Bel.

Y añadió que las entidades financieras podrían tener acceso a los mecanismos del Banco Central Europeo (BCE), aunque no se formara parte de la UE, siguiendo el modelo, a su juicio, de los bancos de otros países, como los de Estados Unidos o los de Suiza.

¿Quién paga la deuda?

En el resto de cuestiones los hombres económicos de Mas lo tienen claro. Bel situó la disyuntiva sobre la deuda, otra de las grandes preocupaciones empresariales.

El economista entiende que los estados de la Unión Europea «deberán decidir si consideran el estado catalán como estado sucesor o como tercer estado, porque un estado sucesor se hace cargo de los deberes y derechos del estado que sucede, pero un tercero no lo hace. Y esa decisión la tomará quien manda, porque no está previsto en los tratados, y cuando la tomen, nos dirán al Estado español y al catalán, ya reconocido, si somos miembros de la UE de forma institucional. En ese momento nos dirán si debemos asumir las deudas».

Según Bel, «así es como funciona el derecho internacional, y son las regulaciones específicas de procesos de secesión».

Al día siguiente, «no pasará nada»

El otro gran argumento de los economistas de Mas es que si Cataluña ya no tiene déficit fiscal podrá destinar muchos recursos a otras cosas. En ese punto fue Oriol Amat el que ofreció señales. «El nuevo estado tendrá superávit, un superávit muy importante, que puede ayudar a reducir deuda, y a España le interesa una buena negociación. No estaremos ni una milésima de segundo fuera de la UE, porque lo haremos bien, y eso quiere decir negociar», sentenció Amat.

El hasta ahora –en junio se le acabó el mandato– vocal de la Comisión Nacional del Mercado de Valores se mostró firme: «Las mercancias de España pasan en un 70% por Cataluña. Al día siguiente todo seguirá igual».

Más puestos de trabajo

Pero en la lista de Mas hay más sorpresas. Según Amat, todo cambiará. «Tenemos un trato muy injusto desde el punto de vista fiscal, y eso provoca que seamos menos competitivos y perjudica el bienestar de la población. Tendremos balances con superávit y con ello se podrá rebajar algún impuesto, como el IRPF, para lograr un país más justo. Las pensiones, además, son viables, y las subiremos», y, añadió Oriol Amat, con la creación de «estructuras de estado» se podrán crear «entre 50.000 y 70.000 puestos de trabajo».

La conclusión la aportó Artur Mas, al asegurar que con una Cataluña independiente «no se debería haber acometido ni un solo euro de recortes, y se habría podido gastar o invertir más que en los últimos años». Para el President, «la macrodependencia de España es un desastre».

Ese es el plan de defensa de la lista de Mas, Junts pel Si, ante los empresarios de la «estrategia del miedo».

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