Los directivos de la Feria de Valencia también tenían sus tarjetas ‘opacas’
La cúpula pagó viajes a la Patagonia y artículos de lujo a costa de la entidad, que recibe dinero público
El escándalo de las tarjetas opacas no se limita sólo a Caja Madrid. Cuatro ex directivos de Feria de Valencia, una de las comunidades más afectadas por los casos de corrupción del país, disfrutaban del privilegio de cargar sin ningún tipo de control cargos personales a costa de la entidad, una institución privada que recibe fondos públicos.
Quienes se beneficiaron durante años de estas tarjetas Visa ilimitadas serían el ex presidente de la Feria, Alberto Catalá; la ex directora y actual diputada del PP en Madrid, Belén Juste; y los ex directivos Carlos de Vargas y Enrique Calomarde.
Rita Barberá, presidenta del patronato
El escándalo se habría producido mientras la aún alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, presidía el patronato de la institución. Los trabajadores encargados de la contabilidad de la feria habían avisado de que los gastos que la cúpula estaba cargando a la entidad no se correspondían con el fin inicial de las tarjetas (atender gastos del día a día o de representación), publica El Mundo.
Pero la directiva hizo oídos sordos a sus advertencias y continuó con su práctica de abonar, entre otros, viajes privados a La Patagonia (Argentina), Costa Rica, estancias en hoteles de lujo como el Hotel Eden au Lac de Zurich y varios productos de lujo. Algunos de ellos fueron a parar a manos de la propia Rita. Ha encendido los ánimos de los trabajadores tras descubrir que la antigua cúpula pagó con sus Visas ilimitadas visitas al Moulin Rouge de París el mismo año en el que se aprobó un ERE en la institución por falta de viabilidad. Dejó a la calle a unas 100 personas.
Tarjetas para los directores de área
Los directores de área también tenían asignadas sus propias tarjetas. En total, corrían unas 15 o 20 visas por la institución, aunque el gasto desmedido sólo se produjo en la cúpula. Los gastos de los cargos intermedios estaban mucho más controlados y no podían excederse.
La justicia ya investiga el derroche de Feria de Valencia. La denuncia parte de la Intervención General de la Comunidad, que entregó a la Fiscalía un informe en el que avisa de que el gobierno autonómico deberá pagar más de 1.000 millones por intereses si la institución se queda sin fondos.
Por el momento, los cuatro ex directivos no han sido imputados. El caso puede terminar en el Tribunal Supremo por el aforamiento de Juste.
Institución polémica
Las cuentas de la Feria de Valencia siempre han sido motivo de polémica. El PP rechazó el mes pasado la creación de una comisión de investigación sobre la gestión de la organización ferial, especialmente en sus operaciones de ampliación y de modernización.
El informe de la Intervención General de la Generalitat Valenciana detecta irregularidades. En opinión de la oposición socialista, “se han desviado cientos de millones de dinero público para manejarlos de manera privada, impidiendo con excusas groseras el necesario, obligatorio y legal control sobre el mismo”.
Sin control
Uno de los hechos denunciados consiste en que la comisión mixta creada para controlar la gestión de la feria, una institución privada pero participada y subvencionada por la Administración, sólo se hubiera reunido en una ocasión durante el periodo en el que según los estatutos de la Feria de Valencia tendría que haberlo hecho 44 veces.
Una de las cuestiones más llamativas es el gasto de 142 millones en publicidad y viajes por parte del comité ejecutivo.