Los críticos del PSC se enfrentan a Navarro, pero no saben para qué
Jordi Martí y Laia Bonet participan en un cónclave de apoyo a los tres diputados díscolos del Parlament
Los sectores críticos del PSC se han agrupado, y eso ya es un esfuerzo titánico. Y forman un colectivo numeroso. Casi 500 personas se reunieron este viernes en las Cotxeres de Sants para apoyar a los tres diputados díscolos del Parlament, Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, que siguen apartados, pero no expulsados del grupo parlamentario. Y el acto sirvió para lanzar duras críticas al primer secretario, Pere Navarro, aunque sin establecer un guión claro de lo que se podría hacer para cambiar el partido.
Marina Geli elevó el tono de la crítica, al defender su labor como diputada y representante de aquellos que todavía están en el PSC y de los que ya están fuera, asegurando que seguirá manteniendo sus posiciones. Tanto Geli, como Elena y Ventura siguen reclamando que el PSC reoriente su idea sobre el derecho a decidir, y no se aleje del centralismo político en estos momentos en Catalunya.
Los tres se vieron apoyados tras las palabras del ex conseller de Economia, Antoni Castells: “Nuestra silla ya no está vacía porque ahora sí que nos representáis y tenéis una obediencia estrictamente catalana, por lo que nos sentimos orgullosos de vosotros”, aseguró, sin mayores compromisos.
Desde dentro, o con un nuevo partido
Sí, el apoyo fue manifiesto, pero, ¿para hacer qué? El colectivo se conjuró para establecer una hoja de ruta a partir de ahora que logre un cambio en la orientación de la dirección del partido, o provocarlo desde fuera. Es decir, –y el fantasma siempre acaba apareciendo– la disyuntiva estriba en si se puede provocar un cambio desde dentro, con un congreso extraordinario que les posibilitara ganar, o ya iniciar un camino a través de una nueva fuerza política.
Por ello, Joan Ignasi Elana, insistió en que ese colectivo de críticos no se puede considerar como algo ajeno al PSC. “No somos ni críticos ni díscolos, lo que somos es socialistas y catalanistas”.
Las pullas de Martí
Al acto asistieron también dos de los cinco candidatos a las primarias a la alcaldía de Barcelona, Jordi Martí y Laia Bonet. Los dos fueron especialmente críticos con la dirección, por lo que si uno de ellos gana, el conflicto posterior estará garantizado y provocará movimientos internos. También estuvo presente el ex primer secretario, Raimon Obiols, una referencia en el pasado de muchos de los que estuvieron en la reunión. Obiols reclamó, incluso, un “cambio en la dirección”, si no es posible que reoriente sus posiciones.
Martí lanzó sus pullas contra el portavoz del grupo parlamentario del PSC, Maurici Lucena, a quien, desde el inicio de la legislatura se le acusa de ser ajeno a la vida interna del PSC. Martí le criticó por haber cargado contra los sindicatos, y su papel en relación al derecho a decidir.
La dirección “no merece consideración”, aseguró Jordi Martí. Y Laia Bonet, que fue la secretaria del Govern, con José Montilla de President, se definió como “harta” de la actual dirección. El alcalde de Lleida, Ángel Ros, que suele nadar y guardar la ropa en beneficio de sus aspiraciones para renovar la alcaldía, trató de ofrecer diálogo con el objetivo de explorar las vías de entendimiento.
La opción de las primarias
El hecho es que las críticas existen, el malestar es evidente, pero ¿qué pueden hacer? Los dos candidatos a las primarias en Barcelona podrían forzar las cosas en caso de que ganaran. Jordi Martí insiste en las últimas horas en provocar un cambio, si gana, y forzar unas primarias para elegir el candidato a la Generalitat que obligara a todo el partido a definirse.
Pero este colectivo sigue sin atacar el problema de frente, forzando, por ejemplo, un congreso extraordinario, en el que se comprobara, de nuevo, el equilibrio de fuerzas.