Los críticos de Cs vaticinan un «éxodo masivo» del partido tras cerrar la crisis sin cambios
El cierre en falso de Arrimadas desata a los críticos que piden regenerar el partido y seguir defendiendo el único proyecto liberal.
Ciudadanos cierra su profundo hundimiento en Cataluña sin hacer autocrítica. El partido ha pasado de 36 a 6 escaños en el Palament y su líder, Inés Arrimadas, no considera que la culpa sea del director de campaña, Carlos Cuadrado, ni de su vicesecretario general adjunto, José María Espejo, ni de ella misma.
Tal y como publicó Economía Digital, dirigentes críticos pidieron el cese de estos dos primeros cargos tras considerar un «fallo garrafal» la estrategia de campaña en Cataluña. Con este cierre sin responsabilidades ni cambios, cada vez más dirigentes auguran un «éxodo masivo» del partido al PP o fuera de la política tras el desencanto sufrido.
Albert Rivera no tardó ni 12 horas en abandonar su cargo tras pasar de 57 escaños a 10 en las elecciones del 10N. «Aquí no se cuestiona el liderazgo de Arrimadas», señalan. Sin embargo, sí que causó malestar que la lideresa se adelantase al ‘cónclave’ del partido para decir a la prensa al día siguiente que su cargo no estaba en cuestionamiento.
Cada vez se van añadiendo más frentes. El Comité Ejecutivo convocado de urgencia al día siguiente de las elecciones «no sirvió para nada», señalan fuentes presenciales. Arrimadas fue tomando nota de las quejas, sugerencias y cuestiones que uno por uno le iban haciendo. Así hasta llegar a las cinco horas de reunión, terminando el lunes a medianoche. Pero la decepción llegó cuando tras la reunión no hubo ningún anuncio tras la reunión de la dirección. Nada.
Los críticos se encontraron este martes con una rueda de prensa de Arrimadas donde señalaba a los medios que se siente «más reforzada que nunca» para seguir liderando el proyecto. Es ahí donde vino la tormenta de tuis con críticas por no asumir responsabilidades ni ningún cambio en el partido.
«Éxodo masivo» del partido
«Si no hacemos algo, se van a ir muchos», señala un dirigente crítico con la actual dirección. Es la opinión de muchos mencionando la salida de la ex dirigente de Cs, Lorena Roldán.
La no-candidata consideró injusto que le pasaran por delante a Carlos Carrizosa como candidato a estas elecciones sin siquiera celebrar primarias. Días después y en víspera de elecciones, Roldán anunció que sería la ‘número dos’ por el PP de Cataluña.
Muchos dirigentes de Cs la entendieron en su momento y, desvelan, que siguen hablando con ella. Los principales problemas de la ‘era Arrimadas’ siguen sin solucionarse comenzando por el encierro de la lideresa con su núcleo duro. «No cuentan con el resto para nada», comentan varias fuentes y añaden que «todas las ordenes vienen de arriba» y «no hay comunicación».
Más allá de la famosa ‘campaña de los abrazos’, que tuvo que ser retirada, la principal razón por la que algunos dudan si colgar su acta es por las perspectivas de cambio.
Explican que en Cataluña, por ejemplo, no se ha hecho nada por sacar al independentismo del poder. «Las elecciones de 2017 se utilizaron de catapulta para que algunos cargos se fueran a Madrid», en clara alusión a Arrimadas.
A partir de ahí, continúan, no se hizo política, solo se mantuvo el debate y la confrontación. «No entendieron el mensaje de nuestros votantes y se sigue sin entender», añaden.
Ahora más que nunca surgen nuevas voces que creen en la reunificación del centro derecha, como ha sugerido en varias ocasiones Pablo Casado, porque «es la única manera de derrotar a Pedro Sánchez en las urnas», sugieren.
Un cambio que podría suponer la absorción de Cs por parte del PP. Sin embargo, las mismas fuentes no piensan que haya que llegar hasta estos extremos. «Es necesario un proyecto liberal, pero también unirnos para derrotar a la izquierda», zanjan.