Los condenados por el asalto al Parlament en 2011 no irán a la cárcel
La tardanza de los gobiernos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en dar curso a sus peticiones de indulto ha provocado que las penas dictadas por el Tribunal Supremo hayan quedado en nada
Ninguno de los ocho condenados por el caso del asalto al Parlament en el año 2011 entrará en prisión. El motivo es la tardanza tanto de los gobiernos de Mariano Rajoy como de Pedro Sánchez en dar curso a sus peticiones de indulto: ante la falta de respuesta durante siete años, las penas dictadas por el Tribunal Supremo han quedado ahora en nada. Cabe recordar que en marzo de 2015, ocho de los acusados por asediar el Parlamento de Cataluña fueron condenados por el Tribunal Supremo (TS) a penas de tres años de prisión.
Así, como informa El Confidencial, los condenados solicitaron entonces un indulto. Fernando Grande-Marlaska, quien por entonces presidía el tribunal de la Audiencia Nacional que debía ejecutar la pena, decidió suspender su entrada en la cárcel mientras se tramitaba la concesión o denegación de la gracia.
Sin embargo, a pesar de que el Tribunal Constitucional confirmó el pasado verano las condenas, estas han prescrito. De esta forma, los condenados en firme no cumplirán la pena.
Principio del viraje hacia el procés
El episodio por el que fueron condenados se remonta once años atrás, al 15 de junio de 2011, cuando una concentración convocada por el movimiento 15-M ante el Parlament derivó en el asedio a más de una decena de parlamentarios, entre ellos Artur Mas, el entonces presidente del Govern. Se le impidió el paso cuando viajaba en su vehículo oficial, que fue golpeado, razón por la que tuvo que acceder en helicóptero a la Cámara.
La marcha en un principio pretendía protestar contra los recortes, pero acabó generando tal tensión que derivó en ataques puntuales a algunos diputados, como el sufrido por Núria de Gispert, la presidenta de la Cámara por aquel entonces.
Además, hay que recordar que para muchos dirigentes catalanes de los últimos años, ese fue un punto de inflexión clave en la historia de Cataluña y de España porque supuso el principio del viraje de la Convergència de Pujol hacia el proyecto secesionista y el ‘procés’ que culmina en el expresident Puigdemont.
Así, según esas tesis, el temor de que la calle se volviese contra el poder hegemónico en Cataluña llevó a sus dirigentes a tratar de disuadir el descontento y canalizarlo hacia Madrid. Siguiendo con el proceso judicial que ha seguido esta sentencia hay que recordar que la Audiencia Nacional absolvió a los asaltantes en primera instancia, pero el TS revocó posteriormente aquella decisión. Y es que el alto tribunal consideró que ocho de los participantes en aquellos hechos cometieron un delito contra las instituciones del Estado.