Los comunes se reunirán con ERC para desatascar el futuro del Govern
Esquerra cierra la puerta a incorporar consejeros de En Comú Podem y se mantiene en su propuesta de un gobierno monocolor
La ruptura de las negociaciones entre Esquerra Republicana y Junts ha alterado por completo el tablero político de Cataluña. La falta de acuerdo entre las dos grandes formaciones independentistas ha dado un protagonismo inesperado a otros actores como Catalunya en Comú que podría convertirse en la llave del futuro gobierno. El plazo para buscar su encaje político que satisfaga ahora a sus aspiraciones es de apenas 17 días.
Junts se mostró dispuesto a ceder cuatro de sus diputados para lograr una mayoría suficiente para investir a Pere Aragonès como el nuevo presidente de la Generalitat. Sin embargo, emplazó su apoyo a una condición adicional: Esquerra debería haber logrado antes sumar fuerzas en una coalición de izquierdas junto con la CUP y los comunes, lo que destierra la posibilidad de un Ejecutivo monocolor republicano.
Su movimiento ha dejado el balón en manos de Catalunya en Comú. Jessica Albiach ha anunciado este domingo que ya ha acordado una reunión con Pere Aragonès para negociar un hipotético apoyo en la sesión de investidura. Aunque no ha aclarado si sus votos serán cheque en blanco para ERC en lo que resta de legislatura o si solicitarán formar parte activa del Gobierno, asumiendo alguna de las consejerías.
«Hemos quedado que los próximos días nos sentaremos a hablar»
Jessica Albiach (En Comú Podem)
Eso sí, Albiach ya ha adelantado su predisposición por que haya un gobierno con una mayoría más amplía para poder llevar a cabo políticas progresistas y mejorar su interlocución con el Estado. «Es mejor para Cataluña tener un Govern que cuente con el apoyo de 50 de diputados o de 41 diputados, que de 33″, ha dejado caer en una entrevista en Catalunya Ràdio.
La líder de la formación morada ha reconocido que desde el 14 de febrero no se ha producido ningún intento real de formar una coalición de izquierdas, pero ha mostrado su voluntad de dialogar e incluso respetar los acuerdos que Esquerra y la CUP ya firmaron en un primer pacto postelectoral. «La vía de contacto siempre ha estado abierta. Siempre hemos tenido una buena relación», ha subrayado ahora.
Eso sí, su buena sintonía no está libre de reproches. La candidata de Catalunya en Comú ha cargado con fuerza tanto contra Aragonès como Jordi Sánchez por el «teatrillo» que han protagonizado durante las negociaciones de los últimos 83 días que finalmente no han fructiferado. «Este país no se puede permitir una repetición electoral por la incapacidad de los actores de llegar a acuerdos», ha enfatizado.
Esquerra se aferra a un gobierno en solitario
A pesar de las condiciones marcadas por Junts y de la predisposición demostrada por los comunes, Esquerra Republicana sigue aferrándose a la creación de un gobierno monocolor con el apoyo externo del resto de formaciones políticas. La idea que este sábado hizo pública Pere Aragonès ha sido ratificada de nuevo por el responsable de las negociaciones, Sergi Sabrià: «Nuestra propuesta es gobernar en minoría y en solitario», ha advertido en una entrevista en Rac1.
El portavoz de los republicanos ha negado que sobre la mesa se esté estudiando la incorporación de consejeros de otras formaciones, aunque sí que ha dejado la puerta abierta para que a lo largo de la legislatura se pueda lograr un nuevo acuerdo para facilitar su entrada en el Ejecutivo. «Dejamos las puertas abiertas a poder reforzar este gobierno«, ha subrayado.
A pesar de todas estas líneas rojas, la formación de Pere Aragonès sigue presionando a Jordi Sánchez para que facilite su investidura e impida que se repitan las elecciones en la comunidad autónoma, una decisión que deberán votar primero las bases del partido neoconvergente. «No podríamos entender que Junts per Catalunya no cumpliera su palabra», ha afeado Sabrià.
El negociador de los republicanos ha vuelto a insistir en que no buscarán un apoyo del Partido Socialista, incluso si finalmente la vía independentista fracasa. En tal caso, los catalanes volverán a pasar por las urnas.