Los autónomos catalanes se quedan sin subvenciones
La Generalitat sustituirá las ayudas directas por un sistema de avales bancarios a los emprendedores. El gobierno autonómico quiere usar de forma diferente los 12 millones que aporta el Ministerio
El gobierno de la Generalitat ha liquidado las subvenciones directas a los emprendedores. A partir de este año las personas que se conviertan en autónomos dejarán de obtener la ayuda (de entre 2.500 y 4.000 euros) que recibían al inicio de la actividad.
El Departament de Treball explicó que no continuará con el plan de ayudas del anterior gobierno tripartito y que actualmente trabaja en la elaboración de un Plan Integral de Fomento del Trabajador Autónomo. El nuevo programa sustituirá las subvenciones por avales y garantías bancarias para aumentar el flujo de crédito en este sector.
El Gobierno catalán espera redefinir las ayudas este mismo mes tras una negociación con las asociaciones de trabajadores autónomos. El representante de la Confederació de Treballadors Autònoms de Catalunya (CTAC-UGT), Salvador Duarte, criticó que Catalunya suprima la subvención directa a pesar de que los recursos provienen del Ministerio de Trabajo. “Ninguna otra comunidad ha anunciado la supresión por lo que los autónomos catalanes se verán perjudicados en relación con los de otras comunidades”, aseguró.
Fondo limitado
La Generalitat ha explicado que una de las razones por la que se replanteó reestructurar las ayudas a los autónomos es que el sistema anterior, un fondo limitado de unos 12 millones de euros anuales, no podía cubrir toda la demanda. En 2010, los solicitantes ya habían agotado el presupuesto en abril. El año pasado, los recursos perduraron hasta julio.
El Ministerio de Trabajo, el generador de los recursos para los planes de ocupación en España, aún no ha convocado a la conferencia sectorial (compuesta por todas las comunidades autónomas) para repartir los recursos de este año. Fuentes del sector creen que el gobierno central también podría reestructurar este tipo de ayudas y seguir el camino catalán para sustituir el modelo de subvenciones a fondo perdido por el de garantías.
El gobierno autonómico cree que la ayuda suprimida era claramente insuficiente para impulsar un nuevo negocio y que la verdadera traba de los emprendedores reside en la financiación.