Los asesores de Mas piden el rescate de España
Un informe del Carec considera que un crédito europeo generaría “confianza”
Las patronales catalanas y algunos economistas llevan meses reclamando que España pida ya un rescate a las instituciones europeas. Hacen una distinción entre el rescate preventivo y el rescate que se aplicó a países como Grecia, Portugal e Irlanda. La idea que defienden, tras la oferta que formuló el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, es que España se acoja a una línea de crédito que ayudaría a “generar confianza y limitar el riesgo de contagio” con otros países o situaciones económicas que se puedan producir en Europa.
Y los miembros del Carec, el consejo asesor en materia económica del President Artur Mas, que debate desde hace meses esta cuestión, ha decidido realizar un informe en el que valora las posibilidades de España, aunque se inclina por pedir ya ese rescate preventivo con esas afirmaciones sobre la confianza que podría aportar. Se trata de una fórmula que podría interesar a Catalunya, dada su situación de parálisis y de enfrentamiento institucional con el Gobierno central de Mariano Rajoy.
La tramitación del informe, que ya se ha entregado al Govern, llega el día en el que Bruselas ha advertido seriamente a España sobre los desequilibrios económicos que presenta, y las nuevas reformas que deberá acometer.
Piqué lo defendió, y Rajoy lo evita
Algunos prohombres del mundo empresarial, como el presidente del Cercle d’Economia, Josep Piqué, vienen reclamando ese rescate desde hace un tiempo. El propio Piqué, sin embargo, ha valorado que Rajoy no lo pidiera, destacando su temple para aguantar la presión. Ello ha permitido a España colocar deuda del Tesoro en los mercados con unos intereses aceptables, pero el Carec se pregunta «si la estabilización de una prima de riesgo por encima de los 300 puntos de diferencia, respecto a la prima de riesgo alemana, es sostenible en el tiempo».
El Carec, que preside Salvador Alemany, analiza los distintos tipos de ayuda que podría ofrecer la Unión Europea, y se inclina por el llamado rescate preventivo, las “líneas de crédito condicional preventivas (LCCP), y dejaría de lado las “líneas de crédito con condiciones reforzadas”, (LCCR).
Proactivos al rescate
El análisis del organismo que asesora en materia económica a Mas parte de una consideración: las tensiones se mantendrán a corto y medio plazo. Ahora puede ser Chipre, mañana Italia, pasado mañana de nuevo Portugal –que ya está inmersa en un nuevo plan con el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI– y a medio plazo cualquier otro país. Ante ese escenario, porque la Unión Europea no ha resuelto los problemas de fondo de la zona euro –unión bancaria, mutualización de la deuda, garantía única de depósitos o un nuevo papel para el BCE– el Carec recomienda avanzarse ya y estar “proactivo” ante el rescate.
Entre las recomendaciones del Carec, del cual forman parte expertos del mundo jurídico y económico como Heribert Padrol, Oriol Amat, Germà Bel, Jordi Galí, Guillem López-Casasnovas, Àngel Castiñeira, Teresa García-Milà o Joaquim Triadú, destaca la de ofrecer “un relato pedagógico”.
Relato pedagógico
Se pide, por tanto, que se disponga de un «relato pedagógico» para la comunicación a la opinión pública y a los mercados financieros sobre la necesidad de pedir, cuanto sea necesario, ese rescate. Entre los inconvenientes que tendría esa petición, el Carec considera que uno de los riesgos sería que «no fuese aceptado», y que sólo se ofreciera el rescate con condiciones reforzadas.
Para Catalunya, en ese último caso, esa intervención podría comportar «un refuerzo de las políticas impulsadas en el ámbito de la gestión de los flujos de demanda de determinados servicios públicos, como las medidas de copago orientadas a potenciar el ahorro en el gasto público». También podría derivar en limitaciones y restricciones, como, por ejemplo, «la condicionalidad a los recursos destinados a empresas y organismos públicos».
Posición de la Generalitat
Esa apuesta del Carec es también una toma de posición ante la necesidad del Govern de Artur Mas de salir del marasmo político y económico. Es también la posición del conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, que ha defendido la necesidad de ese rescate en los últimos meses. Si no hay una solución interna –se entiende de la Generalitat–, es decir, si no se produce un acuerdo entre la Generalitat y el Gobieno central –las finanzas catalanas no podrán aguantar mucho más– es mejor que el acuerdo venga desde fuera.
Con un crédito, o con la posibilidad de acudir a un crédito –ese es el mensaje que ofreció Mario Draghi– el coste de la financiación de las propias administraciones y empresas será mucho menor, sin que conlleve el cierre de los mercados financieros.
La paradoja, baja la prima de riesgo
Ese rescate comportaría, por ejemplo, compras de deuda pública española con vencimientos entre 1 y 3 años en el mercado secundario, lo que llevaría a una reducción del coste de las nuevas emisiones. Además, “dado que la deuda en manos del BCE no tendría la máxima prioridad de cobro, esas compras no aumentarían la percepción de riesgo para los inversores privados”.
La gran paradoja es que la decisión de Rajoy, de obviar ese rescate, sigue ofreciendo efectos positivos, por el momento. La analista de IG, Soledad Pellón, valora la subida de la Bolsa de este miércoles y la bajada de la prima de riesgo, hasta 333 puntos, “en la nueva situación de Portugal, ya que Bruselas podría ofrecer una prórroga de siete años para la devolución del préstamo del rescate”.
La deuda periférica ha mejorado, ante los rumores que apuntan a que se estuvieran haciendo desinversiones en deuda japonesa que podrían desviarse a la zona euro.
Todo ello ha llevado a una subida del Ibex 35 de más del 3%, a una prima de riesgo de 333 puntos y a una rentabilidad del bono a diez años del 4,6%.
El Carec, en todo caso, sigue pensando que se trata de efectos coyunturales, y que el conjunto de la economía española y catalana ganaría mucha confianza con ese rescate preventivo.