López Tena: «El trumpismo reina desbocado en Cataluña»
López Tena dice que los catalanes “sólo quieren manifestarse por la independencia, no obtener nada y disfrutar de la supremacía moral" al sentirse víctimas
Alfons López Tena (Sagunto, 1957) sigue apostando por la independencia de Cataluña. Pero considera que el gobierno catalán, y el conjunto del movimiento soberanista, no persigue ese objetivo. Lo que hace, a su juicio, es una especie de “chantaje” a España. López Tena, exdirigente de Solidaritat Catalana, exvocal del Consejo General del Poder Judicial, no se muerde la lengua en esta entrevista, en un momento clave para el proceso soberanista, con la reunión prevista para este viernes de todo el Govern y las cúpulas del Pdecat y de ERC para mostar su compromiso con el referéndum.
Baba Umar: Sobre un 80% de los catalanes votaron por la independencia en el 2014 en una votación no oficial y no vinculante. ¿Por qué piensa usted que la separación de Cataluña de España es ilusoria?
Alfons López Tena: La “votación no oficial” del 2014, como algunos la llaman, no fué exactamente éso. Los partidos que ganaron las elecciones del 2012 prometieron un “procés” para celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña en el plazo de dos años “sí o sí”, al margen de lo que hiciera España. En su debido tiempo aprobaron una ley en el Parlamento y convocaron el referéndum, pero cuando el Tribunal Constitucional español lo prohibió le obedecieron, se echaron atrás, y organizaron en su lugar una parodia, una simple performance de lucimiento que disimulara su incumplimiento de su promesa electoral, sin garantía democrática alguna.
Dicen que participó alrededor de un 40% (de los 5’4 millones de electores), pero es imposible saberlo porque no hubo ni censo electoral ni una organización pública imparcial, y nunca dijeron el número de personas que tenía derecho a participar. Era sólo simbólico.Desde entonces la aspiración a la independencia de Cataluña se ha estancado en una ciénaga de meras ilusiones, un marxiano “suspiro de la criatura oprimida” a la vez reconfortante e ineficaz.
Para los partidos la independencia es sólo una amenaza con la que chantajear a España
BU: Los catalanes están llevando adelante un movimiento independentista desde abajo. ¿Cómo se convierte en un chantaje para arrancar más concesiones a España?
ALT: Este triste hundimiento en arenas movedizas tiene una historia. Hace diez años el malestar de los catalanes por el vaciamiento de su autonomía llegó a un punto de inflexión cuando cada vez más gente optó por la independencia, dando un paso inesperado, pues el autogobierno dentro de España siempre había sido el objetivo de Cataluña durante los últimos cinco siglos.
Este poderoso movimiento pro-independencia de raíces populares asustó a los principales partidos catalanes. No lo controlaban y afectaba a un gran número de sus votantes, tentados a buscar alternativas políticas.
Los partidos catalanistas trataron entonces de extraer algunas concesiones económicas de España pero fracasaron, así que promovieron GONGOs [organizaciones no gubernamentales organizadas por el gobierno] que hicieran creer a la gente que habían abrazado la independencia como un proyecto que realizar y no sólo con el que soñar. Se trataba de permanecer en el poder cabalgando el tigre independentista convertiéndolo en una mascota amaestrada, sin dientes ni garras.
A partir de ese momento esos partidos desempolvaron la añeja amenaza catalana de optar por la independencia en caso de no obtener un mejor trato de España. La independencia es para ellos sólo una amenaza con la que chantajear a España. Un farol necesita para ganar que el contrario se lo crea, pero a España no le impresionó, y no se lo ha creído.
BU: ¿Usted percibe a los catalanes consumidos en lo que llama “grandiosidad narcisista”? ¿Qué significa ésto?
ALT: En el debate sobre la independencia catalana, la grandiosidad narcisista se manifiesta en ambos campos. Para los independentistas, Cataluña es un gran país, y si la realidad no lo corrobora la culpa la tiene España, así que no hay necesidad de cambiar y mejorar nada porque toda la bondad fluye del alma catalana, y todas las cosas malas las causa la contaminación española, por lo que todos los problemas deben abordarse después de la independencia, no antes.
Para los independentistas Cataluña es un gran país y si no es real, la culpa la tiene España
Un ejemplo llamativo de esta grandiosidad narcisista es la añeja y recurrente amenaza catalana de optar por la independencia a menos que obtenga un mejor trato de España, un crudo chantaje nunca reconocido como tal, sino como una demanda de concesiones. Las implicaciones son claras: su pertenencia es un favor concedido por los catalanes a España, y la independencia no es un objetivo real sino un mero instrumento de extorsión.
Este grandiosa visión ha sido siempre promovida por los unionistas argumentando que Cataluña debe permanecer en España para gobernarla, pues su superior saber hacer, su supremacía moral, y su «mística europeidad» desde la época carolingia, hacen de Cataluña el líder natural de una España atrasada y medio africana.
Un país tan desesperadamente perdido en sí mismo engendra un bucle en el que la falta de poder alimenta los delirios, lo que potencia las fantasías que aumentan la impotencia, en un proceso sin fin mientras poco a poco se desvanece en el olvido. No cabe esperar nada de Cataluña, está condenada a depender de la amabilidad de los ajenos.
No cabe esperar nada de Cataluña, está condenada a depender de la amabilidad de los ajenos
BU: ¿Éso es lo que le hizo abandonar el campo independentista? Usted ha sido parte activa del movimiento.
ALT: Soy favorable a la independencia, sólo la independencia puede salvar la Nación catalana de ser absorbida por España como ya lo ha sido por Francia en la parte de Cataluña que le pertenece. Sin embargo, no pierdo mi tiempo persiguiendo quimeras, y después de años de trabajar para hacer real la independencia me di cuenta de que la misma mentalidad desarrollada por los catalanes para sobrevivir bajo España los bloquea para conseguir resultado alguno, y mucho menos la independencia.
Nirad Chaudhuri le dió la vuelta a la frase de Lord Acton diciendo: «La falta de poder tiende a corromper, y la absoluta falta de poder corrompe absolutamente». Cataluña ha sufrido durante los últimos cinco siglos una tremenda pérdida de poder, pasando de ser una poderosa nación que gobernaba un imperio mediterráneo a perder la independencia hace cinco siglos, ser dividida, y esforzarse agónicamente desde entonces en simplemente evitar la asimilación y la desaparición.
Para ello se desencadenan dos mecanismos de protección: un comunitarismo sofocante para mantener a la gente estrechamente unida, y un complejo de superioridad para sobrecompensar la sombría, amarga realidad; que juntos impiden que los catalanes hagan, mejoren, o consigan nada. Actos simbólicos y pantomimas estéticas son lo único para lo que están dotados.
En la medida en que estos mecanismos se han ido aplicando durante siglos, el grueso tanto del establishment político-mediático catalán como de sus franjas emergentes, todo el país en su conjunto, ha quedado atrapado en una maraña de narcisismo colectivo y disonancia cognitiva. Es por eso que he dejado la vida pública en Cataluña. No tiene alma ni valor, es nauseabunda y embrutecida, una charca ponzoñosa.
Los catalanes realizan actos simbólicos y pantominas estéticas, para eso están dotados
BU: A sus parientes y amigos les debe haber desgarrado su decisión. Y ha habido ocasiones en que catalanes furiosos le han increpado…
ALT: No he tenido problema alguno con familiares y amigos, ni siquiera con los que discrepan, pero un comunitarismo populista autoritario necesita la unanimidad para tener sujeta a la gente, por lo que los «procesistas», con todo el poder del dinero, los medios de comunicación, y los GONGOs, controlados todos ellos por el gobierno y las instituciones catalanas, se definen a sí mismos como «la buena gente» y tratan la disidencia como una blasfemia, lanzando campañas de mentiras y calumnias, continuas agresiones contra cualquiera que se atreva a discrepar o a pedir explicaciones.
Su objetivo es intimidar a todos para que sean sumisos, reducir a todos al silencio, y expulsar a los disidentes a España para denunciarlos como traidores.
Necesitan el odio como aglutinante y por ello los disidentes nos hemos convertido en el Emmanuel Goldstein de Orwell a quien los procesistas desesperadamente anhelan odiar, camelados como están a verse a sí mismos como la sana y buena gente en lugar de lo que efectivamente son: una jauría de brutos arrogantes y santurrones que se creen ciegamente cualquier ocurrencia que digan sus, según se definen a sí mismos, tiernos y amorosos dirigentes, y rechazan escuchar lo que diga todo discrepante, a quien denuncian como un enemigo del pueblo, un traidor enloquecido por el resentimiento que sólo merece tratamiento psiquiátrico.
El objetivo es expulsar a los disidentes a España para denunciarlos como traidores
Los procesistas catalanes a veces se ponen realmente agitados, pero yo empecé en política en la clandestinidad luchando contra la dictadura de Franco, y si estoy vivo es porque otros luchadores por la libertad que fueron arrestados y torturados guardaron silencio. Cuando tienes esta experiencia en la adolescencia, nada te puede comprar ni tampoco alquilar.
BU: De otra parte, es también la prueba del espíritu democrático del gobierno español. Los gobiernos canadiense o británico permitieron una votación cuando hubo peticiones de referéndum en Quebec o Escocia. ¿Por qué España no puede tener uno también?
ALT: ¿Alguien dice que Alemania e Italia no son democráticas porque sus Tribunales Constitucionales han prohibido los referendos sobre la independencia de Baviera y Venecia en 2016 y 2017? ¿Perdieron los Estados Unidos su espíritu democrático cuando el Tribunal Supremo juzgó que la Constitución no permitía a los Estados separarse unilateralmente y que las ordenanzas de secesión y todos los actos parlamentarios de los Estados que tenían por objeto darles efecto eran «absolutamente nulos»? No hay modo alguno de obtener el consentimiento de España, y los catalanes están en contra de conseguir la independencia por sí mismos. En su virtud, el juego ha terminado.
¿Alemania o Italia no son democráticos porque sus tribunales han prohibido los referendos de independencia?
BU: ¿Cómo ve usted la persecución legal de los políticos de Cataluña por España, especialmente su ex presidente Artur Mas? ¿Es el primer paso para frenar el próximo referéndum? Y haciendo esto, ¿no aleja España a los catalanes aún más?
ALT: El ex presidente Mas y otros gobernantes han sido acusados y condenados por desobediencia al Juez porque incumplieron una orden judicial. Sin embargo, nadie ha sido acusado por propugnar la independencia de Cataluña, aunque la propaganda inventada por el gobierno catalán y sus medios de comunicación finja que son perseguidos sólo por propugnar la independencia. Poniendo»la voluntad del pueblo» por encima de la ley, atacando a la judicatura, sembrando el desprecio por los expertos y por los argumentos racionales, e intimidando a los disidentes, el trumpismo reina desbocado en Cataluña.
España sabe que para impedir que los procesistas hagan un referéndum basta una orden del Tribunal Constitucional, ya ocurrió en el año 2014; y sabe también que si los procesistas catalanes intentan un simulacro de referéndum, los tribunales los castigarán y el Consejo de Europa lo respaldará. Alienar a los catalanes más o menos no es una carga para España sino un activo, pues cohesiona a los españoles a unirse en torno a su gobierno, como los últimos cinco siglos han demostrado una y otra vez.
Cataluña puede sobrevivir y prosperar como un estado independiente
Tener alrededor de la mitad del 16 por ciento de la población permanentemente descontenta es una molestia, no un problema, ya que no está dispuesta y es incapaz de tomar el poder por sí misma.
BU: Algunos dicen que Cataluña no puede sobrevivir como un Estado independiente. De hecho, en una de sus entrevistas pasadas, usted rechazó tales afirmaciones, diciendo que el PIB de Cataluña es igual al de Israel o Dinamarca y las importaciones son el doble que las de España. ¿Ha cambiado sus opiniones? ¿Cree usted ahora que Cataluña no puede sobrevivir realmente como Estado independiente?
ALT: No hay duda de ello, basta con echar un vistazo a los datos para concluir que Cataluña puede sobrevivir y prosperar como un Estado independiente después de que se convierta en tal. El problema es qué sucede con la economía de Cataluña en la transición entre su situación actual y la independencia. Es difícil hacer predicciones, especialmente sobre un futuro hipotético, pero el impacto de la independencia en la economía -tanto para el Estado recién creado como para lo que queda del anterior- puede preverse a la luz de las más de 150 secesiones ocurridas en el último siglo, excepciones y cisnes negros – para bien o para mal – excluidos.
Aquí están los escenarios probables del impacto económico de la secesión en ambos jugadores, un juego de alto riesgo sólo apto para gente de nervios templados. Quien parpadea primero, pierde.
BU: ¿Los catalanes y España acordarán alguna vez una situación win-win, en la que todos salgan ganando?
ALT: Un senador me preguntó en Washington hace más de cinco años: «¿Su pueblo quiere la independencia, o simplemente quiere manifestarse por la independencia?» Mi conclusión es que los catalanes sólo quieren manifestarse por la independencia, no obtener nada, y disfrutar de la supremacía moral que les suministra su condición de víctimas.
Que así sea, ya que es exactamente lo que tendrán. Esa es la situación win-win.
Entrevista realizada por Baba Umar y publicada originalmente en TRT World, En http://www.trtworld.com/magazine/qa-independence-for-catalonia-is-just-a-threat-to-blackmail-spain-326448