Llarena renuncia a la entrega de Puigdemont por malversación
El TS rechaza la entrega del expresident solo por malversación, carga contra el tribunal alemán y retira las órdenes cursadas contra los exconsellers huidos
El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha rechazado la entrega a España del expresidente Carles Puigdemont solo por el delito de malversación, y ha retirado la euroorden que pesaba contra él, además de las que había expedido para solicitar la entrega de los exconsellers Toni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí y de la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
Llarena responde así a la decisión de la Tribunal Regional Superior de Schleswig-Holstein, que hace una semana resolvió a favor de la extradición de Puigdemont por un presunto delito de malversación de fondos, pero no por uno de rebelión, tal y como solicitaba el juez, que en su auto, carga contra la decisión de la justicia alemana.
Llarena reprocha al tribunal alemán
El juez instructor de la causa del procés reprocha al tribunal alemán su «falta de compromiso» y que haya entrado a juzgar el fondo del asunto, en lugar de limitarse a evaluar si el delito de rebelión era equiparable al de alta traición previsto en la legislación penal alemana, condición necesaria para que se produzca la entrega por esos hechos.
Para Pablo Llarena, los magistrados alemanes, que dijeron no apreciar violencia en la fase final del procés que justifique la acusación de rebelión, han concedido «valor probatorio definitivo» a la versión de Puigdemont, sin confrontarla con el resto de pruebas recogidas en la instrucción, y desconocidas por el tribunal del land de Schleswig-Holstein, que, a juicio de Llarena, ha anticipado así un enjuiciamiento del caso para el que no tenía competencias, y que correspondía al Supremo español.
Llarena advierte en su interlocutoria de que esas extralimitaciones «cortocircuitan» la operatividad de la euroorden como instrumento de cooperación internacional de la justicia y «deterioran indebidamente» el auto de procesamiento, y apunta que, antes de dar portazo a la extradición por rebelión, el propio tribunal alemán debería haber planteado la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), intérprete último de la legislación europea.
No habrá recurso al TJUE
Pese a todo, Llarena dice que no puede recurrir al TJUE, en base a una conclusiones del Abogado General de ese mismo organismo, presentadas el pasado mes de mayo, que advertían de que, en tanto que emisor de la euroorden, el TS no puede elevar el caso al alto tribunal europeo.
La retirada de la euroorden contra Puigdemont significa que permanecerá en libertad en Alemania, pero no podrá regresar a España ya que sería automáticamente arrestado -al estar vigente la orden de detención nacional- hasta pasados un mínimo de 20 años, que es lo que tarda en prescribir el delito de rebelión. Además, si saliera del país germano, Llanera podría dictar otra euroorden contra él.
En el mismo auto, el juez también retira las órdenes dictadas contra Comín, Puig y Serret, cuya entrega fue denegada por la justicia belga, contra Ponsatí, expatriada en Escocia, y contra Marta Rovira, instalada en Suiza.