Laura Borràs entrega la Medalla de Honor del Parlament a los «represaliados del procés»
El galardón se depositará en el Museo de Historia de Cataluña para conmemorar el "triste episodio de la historia viva del país"
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, junto a la secretaria segunda Aurora Madaula / Julio Díaz (JxCat)
Nuevo escenario partidista de las instituciones públicas en Cataluña. Laura Borràs ha decidido entregar la Medalla de Honor a los «represaliados del procés y a los colectivos jurídicos que les defienden» dentro de la supuesta «causa general contra el independentismo».
La presidenta del Parlament ha justificado la decisión como una forma para acompañar a «quienes sufren persecución por defender el derecho de los ciudadanos a decidir el futuro de Cataluña». La medalla de este año es mucho más política que la del anterior, cuando se concedió a los sanitarios que lucharon contra la Covid-19 durante las primeras olas.
La decisión de otorgar esta alta distinción parlamentaria fue tomada por decisión de la mayoría de miembros de la Mesa del Parlament en la reunión mantenida ayer en Tornabous (Lleida). El año pasado, la Cámara autonómica entregó su medalla de honor a los profesionales del sistema de salud por su labor contra la pandemia del Covid-19.
Un galardón pensado para reconocimientos especiales
El objetivo de este galardón, que se entrega en Cataluña desde el año 2000 para personalidades singulares, quiere reconocer que a «colectivos la intervención de los cuales ha sido clave para ayudar a la sociedad catalana a sobreponerse de circunstancias excepcionales».
La ceremonia de entrega de la Medalla de Honor se llevará a cabo el viernes 10 de septiembre, en vísperas de la Diada de Cataluña «en reconocimiento del dolor sufrido por las miles de personas represaliadas. Esta medalla se depositará posteriormente en el Museu d’Història de Catalunya (MHC) donde «se hará presente este triste episodio de la historia viva del país».
Laura Borràs y su fobia al castellano
El acuerdo se ha tomado con un amplio apoyo de la mesa del Parlament, donde todos sus miembros excepto dos –los socialistas Eva Granados y Ferran Pedret– forman parte de la mayoría independentista de ERC, Junts y la CUP. El órgano de la cámara hizo su primera reunión del curso en El Tarròs, el pueblo de Lluís Companys.
Laura Borràs volvió a generar polémica, al negarse a contestar preguntas en castellano tras la reunión con los miembros de la mesa. La presidenta del Parlament instó a los periodistas que le pidieron que repitiera en español algunas partes de sus discursos a usar subtítulos y traducciones en sus respectivos medios.
