El protagonismo de Laura Borràs en el 17A indigna a sectores de Junts: «A ERC no le costará llevarse votos»
El saludo de Borràs a los radicales que boicotearon el minuto de silencio obliga a Junts a condenar los actos mientras Turull, desde Francia, trata de animar al independentismo para recuperar la calle
“Sin ninguna duda nos va a pasar factura”. Este es el vaticinio de un cargo de Junts per Catalunya a Economía Digital, una vez vista la relación de Laura Borràs con los incidentes en el acto institucional del 17A de homenaje a las víctimas de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils.
Un grupo de manifestantes reventó el acto con gritos de “Estado Español terrorista”, “exigimos la verdad” e incluso acusaciones de “burros” y “lameculos” a los familiares de las víctimas que les reprochaban la falta de respeto a las personas fallecidas. En medio de las discusiones, Borràs se dio un baño de masas con los radicales, personas que despidieron a la líder de Junts al grito de “presidenta”.
En los círculos de poder de los junteros existe cierta preocupación por el relato de la presidenta del partido: “Con el estallido de su causa judicial por la gestión de la Institució de les Lletres Catalanes, el escudo de la persecución contra el independentismo ha quedado desmontado”.
Junts, obligada a desmarcarse de su propia presidenta
A los pocos minutos de que se viralizaran las imágenes de Borràs con los radicales, JxC se vio obligado a publicar un comunicado para marcar distancias. Ni siquiera fueron necesarias llamadas de consejeros y altos cargos del partido desde sus lugares de vacaciones.
Internamente, episodios como el de las Ramblas de Barcelona posicionan a Junts en el epicentro de las críticas, dentro y fuera del independentismo. “Nos paseamos por el territorio con la intención de ser un partido responsable con la gestión de las instituciones y el trabajo de meses queda anulado por un nuevo resbalón”, expresan con resignación las voces consultadas por este medio.
El único defensor de Laura Borràs ha sido Francesc de Dalmases, su mano derecha en el Parlament y conocido en las últimas semanas por su implicación en una presunta intimidación a una periodista de TV3, durante una entrevista a Borràs en el programa Preguntes Freqüents.
Dudas por la supervivencia del partido
De cara a la opinión pública, Laura Borràs goza de un liderazgo incontestable como presidenta de Junts per Catalunya. En cambio, en los corrillos y grupos de Whatsapp circula la idea que con la actitud de la presidenta, “a ERC no le van a hacer falta muchos esfuerzos para terminar de llevarse votos”, describen en la órbita juntera.
Un síntoma de la desconfianza de las bases hacia Borràs se pudo observar en el último congreso de Junts, cuando la militancia quitó las competencias de la acción municipal a David Torrents, secretario de organización y persona de la máxima confianza de la exconsejera de Cultura.
Según las cuentas publicadas en el portal de transparencia de Junts, los 2,1 millones de euros, procedentes de la subvención del Parlament, constituyen casi el 60% de los ingresos del partido. De aquí, la preocupación de mucha gente en el partido por la falta de una estrategia convincente para afrontar el ciclo electoral de las municipales, frente básico para la consolidación de la formación.
Turull recupera la hoja de ruta de Puigdemont
Lejos de Barcelona, en el sur de Francia, Jordi Turull hizo un llamamiento a poner fin “a cinco años de represión y acción unilateral del Estado Español”. Consciente de que este año, la Diada del 11 de septiembre llega en un momento de extremo desgaste para el independentismo, el secretario general del partido recurre a la conmemoración del 1 de octubre.
Para esa fecha, el Consell per la República ha convocado una manifestación. Dentro de este contexto, Turull cree que “es hora de reforzar los activos que nos llevaron a la victoria el 1 de octubre”. Unas palabras con las que el dirigente juntero se abraza a las tesis de Carles Puigdemont, recogidas en el Preparem-nos.
Se trata de un documento de 55 páginas, elaborado por el organismo de Puigdemont en Bélgica, dónde a grandes rasgos marca el camino al independentismo para seguir la fallida Declaración Unilateral de Independencia del 27 de octubre de 2017. ¿Cómo? Con “el desbordamiento democrático” presente en el eje de todas las acciones.