Las exhumaciones en el Valle de los Caídos logran aval judicial
La nieta de los hermanos Manuel y Antonio-Ramiro Lapeña consigue que un juez permita localizar y entregar los restos "con el fin de darles digna sepultura"
Un juzgado de Madrid autorizó el lunes la exhumación de dos cuerpos enterrados junto a miles de víctimas de la Guerra Civil española en el monumento del Valle de los Caídos, que yacen junto a la tumba del dictador Francisco Franco.
Las exhumaciones serían las primeras que se realizarían en el lugar en un gigantesco monumento que ha sido fuente de polémica décadas después de la Guerra Civil y la Transición.
Las familias de algunos de los enterrados en el mausoleo han pedido desde hace tiempo recuperar los restos de sus familiares, después de que más de 30.000 combatientes de ambos bandos de la guerra fueran enterrados en el sitio, ubicado en la ladera de una montaña rocosa en El Escorial, cerca de Madrid.
Muchos combatientes republicanos, del bando que perdió la guerra, fueron desenterrados de otros lugares y luego volvieron a ser enterrados en el monumento cuando fue terminado en 1958, sin el consentimiento o conocimiento de sus familias.
«Sepultura digna»
El juzgado de primera instancia de San Lorenzo de El Escorial sostiene en el auto que dos hermanos, que se cree que están enterrados allí, tenían derecho a una digna sepultura, y autorizó las exhumaciones solicitadas por la nieta de uno de ellos para tratar de identificar sus restos.
Los hermanos Manuel y Antonio-Ramiro Lapeña Altabás, uno de ellos fundador del sindicato CNT en Calatayud, fueron fusilados en 1936 sin juicio previo y enterrados en un primer lugar en fosas comunes de la localidad aragonesa, según el auto. El juez dijo que el fin de su decisión es identificar y entregar los restos a la nieta de uno de ellos, «con el fin de darles digna sepultura».
El Valle de los Caídos, cuya cruz de piedra de 150 metros de alto se puede ver desde kilómetros de distancia, ha sido criticado por ser el único monumento en pie dedicado a un líder fascista en Europa, tras ser levantado por Franco para conmemorar a los caídos en la contienda. Fue construido por prisioneros republicanos, muchos de los cuales murieron durante las obras.
Una identificación difícil
El propio Franco está enterrado allí, junto a la tumba de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, lo que ha reforzado el estatus del monumento como el lugar de homenaje para sus seguidores.
Los intentos previos de gobiernos para modificar el lugar, tanto para sacar el cuerpo de Franco o reconvertir el mausoleo en un lugar que reconozca mejor las pérdidas de ambos bandos, no han producido ningún resultado por el momento. Una comisión nombrada por el gobierno socialista en 2011 para estudiar el monumento encontró que podría ser difícil exhumar los cuerpos e identificar restos porque estaban en un avanzado estado de descomposición.