Las denuncias contra la Feria de Abril terminan con el embargo en una iglesia
Los organizadores arremeten contra la entidad que los denunciĂł y piden el embargo de los sĂmbolos religiosos de una hermandad de Badalona
El conflicto judicial por la trama de corrupción en la Feria de Abril de Cataluña ha terminado con la petición de embargo de un estandarte religioso (el simpecado), la vara del presidente y del hermano mayor y el carro «porta simpecado», todos objetos religiosos que según la hermandad de la iglesia de Sant Jaume en Badalona Sur (Barcelona).
La FECAC, entidad organizadora de la Feria de Abril de Barcelona que está siendo investigada por la presunta financiación irregular y por fraude de subvenciones públicas, ha decidido emprender una acción judicial contra uno de los impulsores de la investigación: el presidente de la hermandad rociera andaluza Virgen del Rocío La Esperanza, de Badalona, que perteneció a la FECAC.
Manolo Vázquez fue uno de los primeros que acusó al empresario Francisco García Prieto de irregularidades en la organización de la Feria de Abril, una festividad que ha vivido durante más de 30 años de las ayudas públicas de todas las administraciones, especialmente las gobernadas por el partido socialista.
Hoy, los organizadores son objeto de investigación judicial y el líder histórico de la cita, el empresario Francisco García Prieto, ha sido imputado por los delitos de falsificación documental, apropiación indebida y fraude de subvenciones.
El simpecado en peligro
Vázquez fue pionero en la denuncia contra García Prieto y los organizadores a quien ha acusado de «robar el dinero de las entidades». Pero su querella fue desestimada por los juzgados por error de forma. Entonces, los tribunales lo condenaron a asumir las costas y los intereses.
Ahora que los principales responsables de la Feria de Abril están siendo investigados, su entidad tiene una amenaza de embargo. Ante la posibilidad de que la hermandad, integrada por una cincuentena de miembros, asuma los costes del juicio por insolvencia, la Fecac ha solicitado el embargo de los objetos religiosos de la entidad, bajo el resguardo de la iglesia de Sant Jaume de Badalona.
Ahora, los símbolos sagrados podrían ser embargados por los juzgados. «Es un sacrilegio lo que pretenden hacer porque los símbolos religiosos no tienen valor económico y no deben ser objeto de embargo. Todos esos objetos fueron bendecidos, algunos de ellos por el obispo Carrera que falleció», explica, indignado, Manolo Vázquez, uno de los pioneros que se reveló contra García Prieto por el presunto manejo irregular de los fondos de la Feria de Abril.
La FECAC solicitó el pasado 26 de noviembre el embargo de todos la vara, el simpecado y el carro bendito, únicos activos de la hermandad. La entidad usa el estandarte en las misas los domingos y utiliza los objetos religiosos amenazados con el embargo en las actividades en honor a la Virgen del Rocío. «Primeros nos roban el dinero y ahora pretenden robarnos los símbolos religiosos. Es una vergüenza», explica el representante de la entidad.