Las comunidades ponen en el punto de mira a la hostelería para evitar la cuarta ola
Cantabria, País Vasco o Castilla y León endurecen sus restricciones sobre bares y restaurantes para frenar la escalada de contagios de coronavirus
El cambio en la tendencia epidemiológica ha desencadenado un endurecimiento de las restricciones en buena parte de España, que trata de protegerse del impacto de una cuarta oleada de contagios de coronavirus. Con la incidencia acumulada creciendo peligrosamente de vuelta hacia un nivel de riesgo extremo para la salud pública, algunos de los territorios han comenzado ya a plantear nuevas medidas de control, que volverán a limitar la actividad en bares y restaurantes.
El ritmo de contagios alcanzó la semana pasada los 182 casos positivos por cada 100.000 habitantes, mientras que la ocupación de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) por pacientes críticos de Covid-19 ya supera el 20% en el conjunto del país. Las cifras negativas ofrecidas por algunas comunidades a lo largo del fin de semana anticipa un empeoramiento de los indicadores cuando se actualicen de nuevo los datos este lunes.
Con esta amenaza sobre la mesa, comunidades como Castilla y León, Cantabria o el País Vasco ya han empezado a activar sus planes para restringir los contactos sociales y el foco principal se ha vuelto a colocar en el sector de la hostelería. A estos cambios se suma el escenario ya bastante reducido en el que operan los establecimientos de Navarra o Cataluña, que ya hace días que se encuentran entre las regiones más afectadas de todo el país.
Cantabria cierra bares y restaurantes tras entrar en nivel 3 de riesgo
Cantabria se ha ceñido desde el inicio de la crisis sanitaria a su calculadora epidemiológica para determinar las restricciones sociales. El retorno de la comunidad autónoma al nivel 3 de riesgo epidemiológico ha provocado un endurecimiento de las medidas.
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha comparecido este lunes para anunciar que se volverá a cerrar el interior de los bares y los restaurantes para frenar el avance de la Covid-19. Las terrazas sí que se mantendrán abiertas, aunque con un aforo máximo del 75%. El número de personas de las reuniones sociales quedará limitado a cuatro.
El escenario todavía será algo más restrictivo que en ocasiones anteriores porque las limitaciones también se aplicarán a los restaurantes de los hoteles o de los albergues, que deberán permanecer cerrados. Solo podrán realizarse servicios a domicilio o a las habitaciones.
El aforo en los establecimientos comerciales y los lugares de culto se establecerá en un 50%, mientras que el de los gimnasios e instalaciones deportivas será del 33%. También se acotará el máximo de participantes en los eventos litúrgicos.
«Estamos recogiendo los efectos de la Semana Santa».
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez
Castilla y León intensifica las restricciones en la hostelería
Castilla y León se tomó al pie de la letra la recomendación de la Comisión de Salud Pública de clausurar el interior de los bares y restaurantes cuando la incidencia acumulada superase los 150 positivos por cada 100.000 habitantes. La Junta ya acordó la semana pasada la prohibición del consumo en los establecimientos en 21 municipios de la región. Este lunes, ha incorporado en la lista a otras nueve localidades por su alta cifra de contagios.
El caso más llamativo es el de Salamanca, que concentra a más de 143.000 habitantes. Arenas de San de Pedro (Ávila), Lerma (Burgos), San Andrés de Rabanedo (León), Béjar (Salamanca), Villares de la Reina (Salamanca), Palazuelos de Eresma (Segovia), Aldeamayor de San Martín y la Cistérniga (Valladolid) también estarán sometidas a las nuevas restricciones.
La medida entrará en vigor mañana y se prolongará al menos durante los próximos 14 días, lo que aventura un periodo a corto plazo con la hostelería bajo mínimos para frenar el avance de la Covid-19. Este lunes, las autoridades sanitarias han contabilizado 195 casos más y cinco fallecidos en toda la comunidad.
País Vasco impone franjas horarias en Bilbao, Getxo y Portugalete
Un protocolo similar al cántabro, es el que ha llevado al País Vasco a restringir la movilidad o limitar el consumo en bares y restaurantes en todas las localidades que superen los 400 contagios por cada 100.000 habitantes y entren en la denominada «zona roja». Bilbao, Getxo, Portugalete o Sestao se someterán a partir de mañana a estas medidas restrictivas por haber sobrepasado el umbral. Entre los cuatro, suman casi medio millón de habitantes.
El Gobierno del País Vasco estableció que al ingresar en este nivel de alerta se procedía a decretar el confinamiento perimetral de los municipios y a imponer un sistema de franjas horarias en la hostelería, equivalente al que estuvo operativo en Cataluña durante los meses de enero y febrero. Bares y restaurantes solo podrán ofrecer desayunos y almuerzos en dos intervalos: de las 6:30 a las 9:30 horas y de las 13:00 a las 16:30.
El nivel máximo de aforo será del 50% en el interior de los establecimientos y del 100% en las terrazas. El sector hostelero vasco que ya ha logrado alguna victoria importante en los tribunales por las restricciones de la Covid-19 ha anunciado que recurrirá de nuevo este planteamiento ante la Justicia.
Precisamente, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha lanzado hoy un mensaje directo al Gobierno para que intente mantener el estado de alarma más allá del próximo 9 de mayo, debido a la necesidad de contar con un paraguas constitucional para aplicar este tipo de medidas. «No sé qué lleva al presidente Sánchez a renunciar al estado de alarma», ha indicado. La respuesta hasta el momento del Ejecutivo ha sido negativa.