Las CCAA se cansan de la inacción del Gobierno y del ‘candidato Illa’ ante la cuarta ola de Covid
Las CCAA expresan su malestar al Gobierno tras no permitirles adelantar el toque de queda antes de las 23 horas.
Las comunidades autónomas expresan su malestar este viernes con constantes llamadas al Gobierno para quejarse del freno del ministro de Sanidad, Salvador Illa, a permitir que adelanten los confinamientos antes de las 23 horas. Sanidad advierte de que el toque de queda no se puede adelantar a las 20 horas, como ha anunciado Castilla y León, ni permite que País Vasco lo apruebe a partir de las 18 horas.
Fuentes de ambas comunidades aseguran a Economía Digital que ya se han «puesto en contacto» con el Gobierno para pedir explicaciones al respecto y desde Moncloa les remiten al actual decreto que regula el estado de alarma.
El Ejecutivo y el titular de Sanidad se escudan en que la libertad de movimientos en horario nocturno recoge, que la autoridad competente delegada correspondiente podrá determinar en su ámbito territorial, que la hora de comienzo del toque de queda sea entre las 22:00 y las 00:00 horas y la hora de finalización entre las 5:00 y las 7:00 horas.
Desde Sanidad recuerdan que la autoridad competente de cada comunidad autónoma podrá modular, flexibilizar y suspender la aplicación de las medidas dependiendo de los indicadores sanitarios, epidemiológicos, sociales, económicos y de movilidad, aunque se lo debe comunicar previamente al departamento que dirige Salvador Illa.
La prohibición del Gobierno respecto al toque de queda ha sido la gota que ha colmado el vaso este viernes para muchas comunidades que solicitaron a Sanidad un «marco nacional» para poder realizar confinamientos. Así lo pidieron este jueves las comunidades gobernadas por el Partido Popular como Andalucía, Murcia y Castilla y León.
Sin embargo, el ministro y candidato por el PSC a la Generalitat descarta anunciar nuevas medidas y pese a estar trabajando ya en la cuarta ola de Covid. Así lo manifestaron fuentes de Sanidad a este medio, el Ministerio trabaja ya sobre una cuarta ola con el rápido aumento de casos y fallecidos en toda España.
Las comunidades autónomas notificaron este jueves al Ministerio de Sanidad 35.878 nuevos casos de Covid-19, 16.676 de ellos diagnosticados en las últimas 24 horas. La cifra total de contagios en España se eleva ya a 2.211.967 personas desde el inicio de la pandemia, según las estadísticas oficiales. La incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes se sitúa en 522, frente a 492 del miércoles.
El reparto de las vacunas
Otra fuente de malestar está siendo el reparto que el Gobierno está haciendo de la vacuna. Los casos de los alcaldes que se vacuna antes de tiempo, ya van dos alcaldes de Alicante, uno de Valencia, uno de Tarragona y una alcaldesa de Córdoba, para «no desperdiciar» dosis, según ellos, han dejado al descubierto el pésimo reparto, donde en algunas localidades sobran y en otras no llegan.
Desde las comunidades del PP se acusa directamente al Gobierno asegurando que «es incapaz de llevar una lista de distribución adecuada, ni una lista de suplentes ni de tener ningún protocolo a la hora de repartir las dosis exactas», comentan desde el partido de Pablo Casado.
Lo cierto es que las instrucciones para vacunar proceden de las administraciones autonómicas y la mayoría no incluye ningún protocolo sobre la falta o el exceso de dosis de la vacuna. La Junta de Castilla y León avanza que Sanidad no les ha facilitado «ningún protocolo al respecto» y es algo que «nos han dejado al albur de las comunidades sin que nosotros lo supiéramos».
La polémica de los alcaldes destapa este nuevo conflicto entre las comunidades y el Gobierno central. Los expertos ya señalan que aprovechar las dosis sobrantes para un grupo de personas que todavía no les tocaba puede suponer un problema porque la segunda dosis deberá ser administrada al mismo tiempo en que se vacunó al grupo que correspondía, pudiendo sobrar o faltar dosis de nuevo. En el caso de que falten, la dosis puesta por primera vez no serviría de nada pasados los días en los que se debe de administrar la segunda dosis, explican.
Lo que se hace a menudo es que se inyectan las dosis excedentes a los propios sanitarios encargados de vacunar. Es lo que están haciendo en Cataluña, Aragón, Baleares, País Vasco y Navarra, según informan sus autoridades sanitarias. Cantabria, por ejemplo, ya cuenta con una lista de suplentes para que, en caso de sobrar dosis, les puedan telefonear y administrársela con un cierto orden. Así lo ha manifestado su administración. Sin embargo, también critica que no haya «órdenes precisas» o que lleguen «de un día para otro» por parte de Sanidad.
Críticas al ‘candidato Illa’
Desde algunas comunidades, en especial las gobernadas por el PP, echan la culpa de este desbarajuste al «candidato Illa». Piensan que la tercera ola le ha superado cuando «su cabeza ya está haciendo campaña en Cataluña», señalan desde la Comunidad de Madrid.
El todavía ministro de Sanidad afirma una y otra vez que está completamente volcado en su quehacer ministerial y afirma que no abandonará su puesto hasta que se convoque oficialmente la campaña electoral. Pero lo cierto es que con el recién aplazamiento de las elecciones a mayo propuesto por el Govern, la espera llena de críticas por parte de la oposición se le va a hacer muy larga al frente de Sanidad.
Mientras los socialistas consideran «positivo» el aplazamiento de los comicios en Cataluña porque «así demostrará que abandona su puesto con el trabajo bien hecho», las fuentes socialistas se refieren a cuando termine la tercera ola de Covid. Los populares se frotan las manos y ya están elaborando su estrategia para «desgastar al candidato Illa».
«No lo vamos a dejar porque nos parece vergonzoso que en medio de la segunda ola y cuantos más casos se están dando presente su candidatura a las elecciones», señalan desde Génova.
Fuentes del PSOE también temen que el «efecto Illa» se diluya tras el aplazamiento de los comicios en Cataluña. Sin embargo, mantienen la defensa de su gestión al frente de Sanidad y descartan que abandone su puesto antes de tiempo.