Las CCAA decretan medidas contradictorias para sortear el estado de alarma
Las regiones con mayor incidencia de Covid-19 activan restricciones distintas respecto a la restauración, el acceso a los parques o las mascarillas
Este pasado martes, cuando se supo que Cataluña valoraba cerrar los bares y restaurantes para frenar el avance del coronavirus (una de las medidas que confirmó este miércoles), el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pidió al Gobierno central ampliar una hora más, hasta medianoche, el horario de las terrazas en la capital, que se encuentra en estado de alarma desde el pasado viernes tras sendas tensiones con La Moncloa.
Afines a determinado espectro ideológico ironizaron con las declaraciones de Martínez-Almeida en tanto Cataluña, con poco más de la mitad de incidencia de Covid-19, estudiaba echar el cierre a la restauración, como finalmente sucederá a partir de este jueves por la noche. Simpatizantes de otras corrientes políticas, por su parte, vaticinaron la ruina para los hosteleros catalanes, aunque la Generalitat promete alguna ayuda.
Más allá de las consideraciones ideológicas, el episodio ilustra cómo, según qué comunidad autónoma, las restricciones son unas o las contrarias. Y es que desde que el Gobierno de Pedro Sánchez impuso el estado de alarma en Madrid, las demás regiones con cuadros epidemiológicos preocupantes se han puesto manos a la obra para evitar correr con la misma suerte que Isabel Díaz Ayuso, contraria a la intromisión del Ejecutivo central.
Según el informe de Sanidad de este miércoles 14 de octubre, las autonomías con mayor incidencia acumulada de coronavirus (casos por cada 100.000 habitantes) en los últimos 14 días son Navarra (774,06), Melilla (515,68), Madrid (463,14), La Rioja (421,09), Aragón (410,37) y Castilla y León (409,12). Pero todas —excepto Baleares, Canarias, Cantabria, Valencia, Galicia— están por encima de los 150 casos por 100.000 personas que quiere Sanidad.
En estas seis comunidades que superan la incidencia acumulada de 400 contagios en las últimas dos semanas se han puesto en marcha distintas medidas y restricciones para mejorar las cifras de la segunda ola de la pandemia, y en muchos casos estas medidas son contradictorias entre sí, especialmente las relativas a la restauración, el acceso a los parques y el uso de las mascarillas.
El restaurante Casa Ferreiro en Barcelona, el 9 de octubre de 2020 | EFE/MP/Archivo
Bares y restaurantes, ¿abiertos o cerrados?
Cataluña, con una incidencia acumulada este miércoles de 263,43 casos (es decir, mejor que la de las citadas CCAA), ha decidido cerrar todos los bares y restaurantes y solo permitir la venta de comida para llevar. Una medida que hasta ahora no tiene igual en España, ni siquiera en Madrid, donde a pesar del estado de alarma estos establecimientos pueden abrir hasta las 23.00 horas, aunque deben despachar a los clientes a las 22.00 horas.
Navarra, cuya incidencia casi triplica la de Cataluña, no se plantea llegar al cierre de los establecimientos de hostelería. El Gobierno regional defendió este miércoles el límite de horario fijado a las 22.00 horas para los bares y restaurantes, y explicó que se consideraron opciones menos severas o más radicales pero que optaron por esta con la esperanza de que ayudase a «reducir la curva», según el consejero Manu Ayerdi.
La ciudad autónoma de Melilla, la segunda región con mayor incidencia, decretó a inicios de octubre una serie de medidas que la justicia ratificó, entre ellas el límite de aforo del 80% en las terrazas de los bares y restaurantes, que tampoco pueden ofrecer servicio de barra. No obstante, las restricciones no son ni una mínimamente lo duras que están siendo en este sentido en otras comunidades, con un límite de hasta 10 personas en las reuniones.
La Rioja, por su parte, aprobó el 16 de septiembre y desde entonces ha prorrogado tres veces las restricciones para atajar la segunda ola, que para los bares y restaurantes suponen garantizar una distancia mínima de 1,5 metros con un máximo de seis personas por mesa. Si bien el Ejecutivo riojano prohibió la venta de alcohol a partir de las 22.00 horas, eximió de esta medida a los bares, cafeterías, restaurantes, casinos de juego y salas de bingo.
En Aragón, el Tribunal Superior de Justicia tumbó las restricciones de aforo del 50% en el interior y el 75% en las terrazas que declaró el Gobierno regional, aunque sí ratificó la prohibición del uso de las barras. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, aseguró este miércoles que no estaba contemplado de momento el cierre de los establecimientos de restauración ni la reducción a seis de las reuniones sociales.
En Castilla y León, este jueves se actualizó el protocolo de actuación y se limitó el consumo en el interior de los bares y cafeterías a las sillas y las mesas; es decir, nadie de pie, tampoco en la terrazas. Tampoco se permite el consumo en barra, debe garantizarse la distancia mínima y «se extremará el uso obligatorio de la mascarilla».
Un parque de Pamplona, Navarra, cerrado por las nuevas medidas contra la Covid-19 decretadas por el Gobierno foral el 13 de octubre de 2020 | EFE/JD
Acceso a los parques
Madrid cerró desde principios de septiembre muchos parques y jardines alegando que son sitios que facilitan la concentración de personas, y así se mantuvo durante varias semanas. Inicialmente, el estado de alarma mantendría estas restricciones, pero finalmente no las recogió y los madrileños pueden salir a los parques, salvo quienes viven en una de las zonas de movilidad restringida con menos de 100.000 habitantes.
En su nueva batería de medidas, Cataluña anunció que los parques cerrarán a partir de las 20.00 horas. En la ciudad de Madrid sucede algo parecido, pues los parques cierran por la noche por orden del Ayuntamiento. En Melilla, en cambio, todos los parques infantiles están cerrados, a cualquier hora del día, así como se ha ordenado el precintado de todos los elementos comunes del espacio público y ni siquiera se puede estar en la playa por las noches.
Castilla y León no ha decretado medidas relativas a los parques pero pide limitar todas las actividades al aire libre a un máximo de 50 personas, y a diez personas las actividades dirigidas a la población infantil y juvenil. En Navarra, el uso de parques infantiles y zonas deportivas de uso al aire libre se puede realizar siempre y cuando no se supere el 30% del aforo máximo permitido. Pero Pamplona ha ido más allá y directamente los ha cerrado.
Otras comunidades con alta incidencia, como Aragón y La Rioja, no han anunciado hasta ahora restricciones para el uso de los parques. Cabe destacar que muchos expertos apuestan, en realidad, por la realización de más actividades al aire libre, dado que el coronavirus puede transmitirse por el aire, lo que hace más peligrosos los espacios cerrados. Incluso hay quien ha aconsejado llevar las aulas a los parques por este mismo motivo.
Varias personas paseando o haciendo deporte en el Paseo de la Castellana el pasado mayo | EFE/JJM/Archivo
Mascarilla para hacer deporte
Incluso desde el confinamiento, las personas que han hecho deporte o actividad física en el espacio público han estado exentos de utilizar mascarilla. Pero en Melilla, una de las medidas que se han tomado para atacar la segunda ola de la Covid-19 ha sido obligar incluso a quienes salen a hacer ejercicio en zonas de alta densidad de población a utilizarla, y la Policía Nacional ya ha puesto multas a personas que no la usan.
Si bien todas las comunidades han hecho obligatorio el uso de la mascarilla en la vía pública, casi ninguna otra ha ido tan allá como Melilla. Aunque Navarra sí que lo estableció este martes 13 de octubre en las modalidades deportivas de baja o media intensidad; es decir, aquellas de baja frecuencia respiratoria en la que la mascarilla no dificulta la respiración. Además, en los entrenamientos al aire libre podrán participar un máximo de 15 personas.
Un caso similar pero con sus propios matices es el de Castilla y León, que la semana pasada estableció el uso obligatorio de la mascarilla en el deporte en espacios cerrados, lo que ha animado a los concejales delegados de deportes de los ayuntamientos de nueve capitales de provincia a pedir a la Junta que «reconsidere» esta medida porque no ofrece ventajas, sino «inconvenientes».
Ya en septiembre, la Sociedad Española de Medicina del Deporte y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos avalaron el uso de la mascarilla al hacer deporte, incluso al aire libre en caso de estar cerca de otras personas. Sus razones son que el deporte tiene dos grandes riesgos: el contacto entre los deportistas y el elevado incremento de la ventilación pulmonar, que puede incrementar la capacidad de contagio.