Las actas del 6-S |Así se saltó Forcadell todos los avisos legales
La ex presidenta del Parlament negó la palabra al letrado mayor de la cámara y rechazó pedir informes jurídicos para imponer las leyes de desconexión
El descabellado pleno del Parlament en el que, hace un año, la mayoría independentista aprobó contra viento y marea las leyes para dar amparo al referéndum ilegal del 1-O tiene un relato desconocido: el que se vivió puertas adentro de la junta de portavoces. Economía Digital ha accedido a las actas de aquellas atropelladas reuniones. Los documentos acreditan cómo la entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell, impuso su mando en contra de todas las advertencias que recibió.
La junta de portavoces fue el escenario de un maratoniano y violento diálogo de sordos entre el bloque integrado por Junts pel Sí (JpS) y la CUP y la oposición no independentista, que insistió hasta la extenuación en evitar que la Cámara Catalana se precipitara hacia el barranco de la unilateralidad. Pero no lo logró.
Así fue el bronco y accidentadísimo debate que se produjo en el pleno. Y así apisonó Carme Forcadell los derechos de los grupos de la oposición: «La presidenta considera que no hace falta pedir un informe a los servicios jurídicos (…) El letrado mayor pide la palabra para intervenir. La presidenta se la deniega»
Es lo que constatan las actas de la decena de reuniones de la junta de portavoces que se celebraron en aquellas 48 horas de desbordamiento del Parlament y la legalidad vigente. Los documentos acreditan las peticiones en vano de PSC, PP, Cs y Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) a Forcadell para que solicitara informes a los servicios jurídicos del Parlament o al Consejo de Garantías Estatutarias (CGE). Sus solicitudes cayeron en saco rato.
Silenciando a los letrados
Aquel pleno tenía que ser ordinario, pero, como ya era conocido por todos, JpS planteó nada más arrancar la sesión una modificación del orden del día para tramitar por la vía rápida las dos leyes de desconexión, una maniobra posible gracias a la reforma del reglamento de la cámara que la mayoría independentista también había forzado a finales de julio.
Esa alteración propició la primera de las interrupciones del pleno, y de las subsiguientes broncas de puertas para adentro. Forcadell ignoró de entrada la advertencia por escrito del secretario general del Parlament,Xavier Muro, y el letrado mayor, Antoni Bayona, que le recordaron que podía estar incumpliendo las advertencias del Tribunal Constitucional (TC) de que no se tramitaran las leyes del referéndum y la desconexión.
Después, en otro de los recesos, Forcadell llegó a negarle la palabra a Bayona. Así lo declaro el entonces letrado mayor ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que instruye el proceso contra los miembros independentistas de la Mesa del Parlament en la pasada legislatura, y así consta en el acta de la reunión, en la que, por segunda vez ese día, la presidenta del Parlament rechazaba la petición de la oposición de solicitar un informe a los letrados de la cámara respecto de la ley del referéndum.
Forcadell se saltó también al CGE
Forcadell también hizo oídos sordos a la demanda por parte del conjunto de la oposición de sendos informes a los servicios jurídico respecto de otros dos aspectos: la designación de la sindicatura electoral prevista en la ley del 1-O, una vez fue aprobada, y la tramitación de la ley de transitoriedad jurídica.
Las actas también acreditan que tanto Forcadell como la mayoría independentista también rechazaron de manera reiterada y sistemática las peticiones de pedir el preceptivo informe previo al consejo de garantías sobre las dos leyes tramitadas a la brava.
Un intento estéril
El resultado del intento de saltarse a la torera las previsiones del Estatut y la Constitución, los avisos del TC, las advertencias de los abogados, los dictamenes del CGE y los derechos de la oposición es de sobras conocido: la ley del referéndum fue suspendida por el Constitucional a las pocas horas; la de transitoriedad jurídica, en cuestión de días, y Forcadell está en prisión preventiva y procesada junto a los demás miembros independentistas de aquella Mesa del Parlament.
Bayona, por cierto, renunció al cargo de jefe de los letrados del Parlament el pasado mes de junio, para permanecer en los servicios jurídicos de la cámara como letrado raso. Su cargo lo ocupa ahora el exsecretario general de ERC Joan Ridao.
Consulta las actas de la junta de portavoces aquí.