La Generalitat se desobedece a sí misma durante el 1-O
La "consulta" incumplió las estipulaciones del manual de la Generalitat y varios artículos de la ley del referéndum
La Generalitat habría incumplido con, al menos, un veintena de estipulaciones fijadas en la ley del referéndum, que se forzó en el Parlament el pasado 6 y 7 de septiembre. A media tarde de la jornada, se decidió, incluso, que el recuento empezara antes de que cerraran los puntos de votación.
Las papeletas emitidas sin sobre o en sobres diferentes al modelo oficial serían consideradas nulas por la Generalitat. Así lo establecen la ley del referéndum y el manual que el gobierno catalán envió a sus representantes y a los miembros de las mesas electorales de cara al referéndum del 1-O.
El manual incluye instrucciones claras para los miembros de las mesas, como que estaban obligados a solicitar el DNI de cada votante, comprobar su identidad y transmitirlo al centro de recogida de datos. No obstante, esto no fue posible cuando la Guardia Civil desactivó el sistema informático a primera hora del domingo.
La mayor parte de las decisiones que tomó la Generalitat este domingo para realizar la votación son contrarias a lo estipulado en la ley de referéndum de autodeterminación, que se ha usado como base para la consulta.
El artículo 33.4 de la ley establece que el censo deberá ordenarse por secciones censales y que cada elector deberá estar inscrito en una de estas secciones. La Generalitat incumplió con este artículo cuando decretó un censo universal gracias al cual los votantes podían acudir a cualquier centro electoral, imrpimiendo papeletas en casa y en algunos casos votando más de una vez.
La transparencia del proceso, la validación del censo, el escrutinio general y la certificación de resultados estaban estipuladas en la ley como responsabilidades de la Sindicatura Electoral, pero ese órgano fue disuelto el 22 de septiembre, cuando todos sus miembros renunciaron.
Por lo tanto, no hay ninguna institución que vele por el cumplimiento de las normas de la propia Generalitat en la votación.