La vacunación reducirá un 60% los muertos en Cataluña en la cuarta ola
Investigadores de la Universidad Politécnica realizan una proyección matemática para determinar el impacto de la administración de las primeras 1,7 millones de vacunas en Cataluña
Una persona se vacuna en el centro de vacunación UB Raval. EFE
Cataluña se acerca cada vez más a una cuarta oleada de coronavirus. El repunte de los indicadores epidemiológicos y la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) han despertado todas las alarmas entra las autoridades sanitarias de la comunidad autónoma. Sin embargo, por primera vez, el escenario de control de la pandemia será diferente. El avance en la campaña de vacunación de los últimos tres meses frenará el número de fallecidos.
El grupo de investigación en biología computacional de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha calculado que el volumen de vacunas administradas ya en la región permitirá disminuir hasta un 60,3% las muertes en las próximas semanas, según los cálculos matemáticos que han difundido a través de su cuenta oficial de Twitter.
Esta estimación se aplican por igual, independientemente de la fase de la enfermedad en la que se encuentre la región, ya sea en un momento descendente de la curva o ascendente. Sin embargo, ante la previsión de la llegada de una nueva oleada de contagios puede suponer un cambio radical con respecto al impacto sanitario que produjeron las dos anteriores fases de rebrotes que han sacudido a la comunidad autónoma con cifras récord de contagios y fallecidos.
Los científicos han tomado como referencia el volumen de personas que han recibido alguna dosis del fármaco antes de este viernes 9 de abril, por lo que ya estarán protegidos en un plazo máximo de tres semanas. Hasta la fecha se han administrado más de 1,7 millones de inyecciones en toda la comunidad. Un total de 11.000 dosis se han inoculado en las últimas 24 horas. Un 16,8% de la población ya ha recibido al menos una inyección del preparado, mientras que un 6,1% ya ha concluido la pauta completa.
«Los porcentajes se refieren a la protección respecto a un escenario de no vacunación. No quiere decir que esta será la reducción de las UCI o de los muertos a finales de mes», han aclarado los autores de esta proyección matemática.
La campaña de vacunación acabará con un 37% de los ingresos
La reducción de los fallecidos no es el único efecto positivo que tendrá la vacunación masiva de la población catalana. Los investigadores de la Universidad Politécnica también han estimado que la vacunación alcanzada hasta el mes de abril permitirá reducir un 15,2% el número de contagios que se notificarían en la comunidad si no se hubiese puesto en marcha la campaña de inmunización.
El resultado más importante de esta reducción de los casos positivos se observará en el futuro en los hospitales catalanes que recibirán cada vez menos pacientes de Covid-19. Con estos porcentajes de vacunación, los investigadores calculan que los ingresos en planta pueden llegar a reducirse hasta un 36,9% porque cada vez habrá menos complicaciones.
Las UCI serán las últimas en experimentar el efecto de la vacuna
La recuperación llegará más paulatina a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que tardarán más tiempo en sentir el efecto de la inmunización de la población. Por el momento, la presencia de enfermos críticos solo caerá un 20,5%.
«Esto implica que la reducción de muertes absoluta será muy importante por poco que crezca la pandemia. Para la protección en las UCI necesitaremos esperar unas semanas más. Deseamos que haya que esperar pocas», han explicado los investigadores.
La diferencia con respecto al porcentaje de pacientes ingresados en la UCI anticipa que la presión hospitalaria todavía puede experimentar momentos convulsos porque este domingo Cataluña ha superado de nuevo la barrera de los 500 pacientes críticos. Un umbral que no se alcanzaba desde marzo, cuando estábamos dejando atrás el efecto de la tercera oleada. El máximo de pacientes críticos de la última tanda de rebrotes fue de 731 y se llegó a reducir gracias a la implantación de un severo mapa de restricciones.
