La vacuna de Pfizer necesita -80º de temperatura, pero el Gobierno no ve problemas
Uno de los grandes desafíos de la vacuna de Covid-19 de Pfizer y Biontech es que debe conservarse a temperatura ultrabaja
El Gobierno no augura dificultades logísticas en la entrega de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer y Biontech en España, pese a que existe preocupación en torno a que debe conservarse en condiciones que podrían ser difíciles de cumplir incluso en los mejores hospitales.
La vacuna de Pfizer, que este lunes aseguró que tiene una eficacia del 90%, debe conservarse a unos 80 grados bajo cero. Otras vacunas no necesitan temperaturas tan bajas: la de Moderna se podría conservar a -15 grados, y las de Johnson&Johnson y Novacax a entre 2 y 8 grados Celsius.
«La cadena de frío será uno de los aspectos más desafiantes de la entrega de esta vacuna», ha advertido Amesh Adalja, investigador principal del Centro Johns Hopkins para la seguridad de la salud, en Estados Unidos.
«Será un desafío en todos los entornos porque los hospitales, incluso en las grandes ciudades, no tienen instalaciones de almacenamiento para una vacuna a esa temperatura ultrabaja», añadió, en declaraciones recogidas por Reuters.
Pfizer «es consciente» de las dificultades
En España, Pedro Duque se ha mostrado más optimista.
El ministro de Ciencia ha asegurado que Pfizer «es consciente de las posibles dificultades» de logística y «ha propuesto un sistema completo por el cual todas esas dificultades que se pueden plantear por la necesidad de temperaturas muy bajas está incluido en la oferta que se hace».
Duque ha indicado que el Sistema Nacional de Salud recibirá la vacuna «ya en los sitios adecuados, conservada suficientemente a baja temperatura, de manera que a partir de ahí ya se haga el trabajo normal».
La Comisión Europea está cerrando un acuerdo con Pfizer y Biontech para el suministro de 300 millones de dosis con las que se podría vacunar a 150 millones de personas (a razón de dos dosis por persona). A España le corresponderían 20 millones de dosis, como han confirmado Duque y Salvador Illa, ministro de Sanidad, este martes.
Duque ha comentado que, si el contrato se firma tal y como está previsto, se empezarán a producir entregas «creemos que a partir de enero o incluso antes». Hacienda ha dotado a Sanidad con «más de 1.000 millones» de euros para la compra de vacunas, por lo que el coste lo asumirá el Sistema Nacional de Salud.
Pfizer estudia transportar la vacuna con hielo seco
Este martes, la portavoz de Pfizer, Kim Bencker, dijo que la farmacéutica está trabajando con el Gobierno de Estados Unidos y los funcionarios estatales de cara al envío de la vacuna desde sus centros de distribución en EEUU, Alemania y Bélgica. La empresa estudia el uso de hielo seco para transportar viales de las vacunas congeladas, tanto por aire como por tierra.
En EEUU, según Reuters, las autoridades estatales y locales serán las responsables de almacenar y administrar las vacunas tras las entregas. Pueden almacenarse en un congelador de temperaturas ultrabajas durante hasta seis meses, o durante cinco días a temperaturas entre 2 y 8 grados Celsius, una refrigeración común en los hospitales, según Bencker.
En España, un grupo de trabajo de expertos constituido por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas determinará el orden por el cual se hará la vacunación. Duque ha adelantado que se vacunará usando como guía «únicamente» criterios objetivos y médicos, y no de «geografía ni nada por el estilo».
Por otro lado, el sindicato minero SOMA-FITAG-UGT ha propuesto este martes que se utilicen los pozos mineros de la hullera pública Hunosa como almacenes de la futura vacuna contra la Covid-19, dado que pueden acondicionar estancias a temperaturas de 70 grados bajo cero mediante el uso de nitrógeno.