La vacuna de Oxford y Astrazeneca se beneficia del rebrote de coronavirus en Reino Unido
El aumento del número de contagiados permite tener más voluntarios aptos para la realización de los ensayos clínicos en la fase tres
El número de casos positivos de coronavirus se ha disparado en las últimas semanas en Reino Unido. Una situación epidemiológica que ha puesto en alerta a los sistemas sanitarios del país, pero que puede tener consecuencias positivas a largo plazo. Los investigadores de la Universidad de Oxford disponen de una muestra más amplia de voluntarios para acelerar los ensayos clínicos de la vacuna.
El equipo de investigación que desarrolla el prototipo se vio obligado en verano a trasladar buena parte de las pruebas en humanos a otros países donde la situación epidemiológica era peor. Brasil y Sudáfrica proporcionaron buena parte de los grupos de voluntarios que se sometieron a las vacunaciones de la fase tres. Una etapa en la que es imprescindible contar con decenas de miles de sujetos.
Ahora, la situación en Reino Unido ha cambiado, lo que puede dar un impulso más a la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca para acortar los tiempos de lanzamiento de su vacuna, que estaba previsto que obtuviese un resultado definitivo para finales del 2020.
El epidemiólogo de la Universidad East Anglia de Norwich, Paul Hunter, ha explicado al Daily Mail que esta nueva situación epidemiológica «debería acelerar un poco las cosas» para obtener definitivamente un antígeno.
Reino Unido multiplica sus casos positivos en la segunda ola de coronavirus
En el último mes, el país británico ha contabilizado más de 112.000 nuevos contagios, de acuerdo a los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins que monitoriza los positivos de todo el mundo. Se trata de una cifra que no se daba desde la primera ola de contagios que se inició en el mes de marzo.
Esta inusual relación de acontecimientos puede provocar que la evolución de la pandemia en Reino Unido se convierta en un factor decisivo para la llegada de la vacuna al resto de países. La Unión Europea ya ha reservado 30 millones de dosis del prototipo de la Universidad de Oxford y Astrazeneca para finales de año. Sin embargo, el suministro está condicionado porque concluyan con éxito todos los ensayos clínicos.
A pesar de que la vacuna logre recortar el plazo de sus pruebas, sigue sin resolverse el problema logístico que dificulta su suministro de forma masiva en la población. La falta de viales de vidrio, así como de camiones y aviones refrigerados dificulta que el antígeno pueda llegar a tiempo a la calle. Para poder transportarla con éxito, debe mantenerse a una temperatura controlada de entre 2 y 8 grados centígrados. Un contratiempo que puede demorar la llegada del antígeno a toda la población por dos años.