La vacuna de Oxford protege con éxito a los mayores de 55 años
Los investigadores demuestran que el prototipo británico produce anticuerpos y células T para impedir la infección de coronavirus
La Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca han dado un nuevo paso para convertirse en los primeros en lanzar su vacuna contra el coronavirus en Europa. Los investigadores han demostrado que su prototipo produce una “respuesta inmunitaria robusta” en las personas mayores de 55 años, el colectivo más vulnerable a la enfermedad.
La inyección provoca la aparición de anticuerpos y de células T que protegen al cuerpo humano de la infección de la Covid-19 en los grupos demográficos de mayor edad, según han informado personas cercanas a los ensayos clínicos al Financial Times.
El hallazgo acerca cada vez más al prototipo británico a convertirse en una vacuna eficaz para frenar el coronavirus. En julio, los científicos ya probaron que el antígeno provocaba una respuesta inmune en grupos de adultos sanos de entre 18 y 55 años. Por lo que, prácticamente, ya abarcan a toda la población, a excepción de los niños y adolescentes.
El diario británico ha advertido que estas pruebas de inmunidad positivas todavía no son una garantía al 100% de que la vacuna de Oxford sea eficaz y segura. Sin embargo, es un descubrimiento muy importante en la carrera por conseguir un antígeno que en los próximos días se publicará en las revistas académicas que recopilan la información sobre los ensayos.
La vacuna de Oxford recupera el pulso de la carrera internacional
La noticia ha llegado en un momento clave en el que los investigadores británicos tratan de despejar las dudas que ha generado su vacuna, después de que hasta dos voluntarios hayan desarrollado síntomas adversos neurológicos al recibir las dosis durante las vacunaciones masivas. Unas pruebas en las que participan decenas de miles de personas en Reino Unido, Estados Unidos, Brasil o Sudáfrica.
Tras semanas de comprobaciones sanitarias, la Universidad de Oxford y la compañía Astrazeneca ya han podido reanudar sus pruebas en Estados Unidos, el país que más ha prolongado su investigación para comprobar que los ensayos masivos eran seguros. Reino Unido y Europa dieron luz verde para seguir con la vacunación, apenas unos días después de que se descubrieran los efectos en la salud en los dos participantes.
El prototipo británico es uno de los más avanzados en la carrera internacional de la vacuna del coronavirus. La Unión Europea ya cerró un contrato en agosto para garantizarse la compra de 300 millones de dosis si finalmente superaba las pruebas técnicas con éxito. Además, es la única investigación que ha recibido el primer visto bueno de la Agencia Europea de Medicamentos, que ha iniciado una revisión acelerada para agilizar su lanzamiento