La universidad catalana pone la alfombra roja a los huelguistas
Las universidades de Barcelona y Girona atienden demandas de los estudiantes independentistas movilizados contra la sentencia del 'procés'
Los estudiantes que quieren seguir participando en las manifestaciones contra la sentencia del procés y a favor de la autodeterminación no quieren que su militancia se ponga en medio de su expediente académico. Por ello, el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) ha exigido que, en un contexto «de excepcionalidad» en el que no se ha conseguido «el fin de la represión, amnistía y autodeterminación», se les brinden facilidades a los alumnos. Algunas universidades catalanas ya han cedido, otras se lo están pensando.
Según informa El Periódico este viernes, la Universitat de Girona (UdG) ha aprobado por unanimidad un sistema de «evaluación alternativa» para que los estudiantes huelguistas sigan en lo suyo y que de alguna forma puedan ser evaluados «en iguales condiciones», en palabras del rector del centro, Quim Salvi. El consejo de gobierno de la universidad gerundense precisará los detalles de este acuerdo previsiblemente la próxima semana, y el rector ha avanzado que «no se vulnera ningún derecho con este acuerdo, respetémoslo».
Mientras la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) decidirá si aplica «medidas para flexibilizar la evaluación académica en un contexto de movilizaciones» el próximo miércoles 30 de noviembre, en la Universidad de Barcelona (UB) al menos nueve facultades han decidido que permitirán a los estudiantes no acogerse a la evaluación continua y hacerlo a fuera de plazo al final del curso. «Cada facultad está negociando sobre este tema según sus particularidades», han explicado fuentes universitarias al referido medio.
En la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) se evaluará la posibilidad de un sistema alternativo de evaluación. Y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), si bien aprobó un manifiesto contra las condenas a los políticos independentistas del 1-O, ha rechazado brindar esta facilidad a los estudiantes que participan en las manifestaciones. «Esta situación ya se produjo en el 2017 y entonces ya se habló de esta cuestión y se mantuvo la evaluación continuada sin probelmas, siendo flexibles y adaptándose a las necesidades», ha explicado el vicerector adjunto de la UPF, Pelegrí Viader.
Exigen la suspensión de clases hasta «el fin de la represión»
La universidad catalana ha debatido esta semana sobre la propuesta del SEPC, que de hecho pide más que una evaluación alternativa y permisividad para ausentarse de clases. El sindicato estudiantil de clave independentista quiere que se suspendan las lecciones hasta que consigan sus reivindicaciones y «facilitar a los estudiantes cambiar fechas de exámenes y que no se penalicen las ausencias de los estudiantes de grados de Formación Profesional».