La UE evita por ahora un embargo comercial severo a Rusia
Los Veintisiete se centran en sanciones financieras y energéticas
La UniĂłn Europea sigue con sus paquetes de medidas para intentar achantar a Rusia en su objetivo de tomar el control de Ucrania. Sin embargo, deja de lado, al menos por ahora, represalias comerciales muy severas, ya que podrĂan infligir un importante daño tambiĂ©n a los paĂses del bloque por sus lazos econĂłmicos con MoscĂş.
AsĂ, la UE centra su segundo paquete de sanciones sobre Rusia por la invasiĂłn de Ucrania en atacar su sistema financiero y ahogar la financiaciĂłn de bancos y empresas pĂşblicas. Para dar un poco de contexto, hay que recordar que la invasiĂłn de Ucrania por parte de las tropas de Vladimir Putin desencadenĂł un nuevo conjunto de sanciones por parte de la UniĂłn Europea sobre el Kremlin apenas dos dĂas despuĂ©s de los primeros ataques.
De esta manera, los lĂderes de la UE acordaron el alcance de las nuevas represalias en una cumbre este jueves pasado y sus ministros de Asuntos Exteriores confirmaron las sanciones 24 horas despuĂ©s en una reuniĂłn extraordinaria. Las medidas entraron finalmente en vigor la pasada noche, despuĂ©s de su publicaciĂłn en el Diario Oficial de la UE.
Estas incluyeron tambiĂ©n al presidente ruso y a su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, en la lista de sanciones individuales que, desde la Guerra de Crimea en 2014, recoge ya 654 personas y 52 entidades. No obstante, la UE optĂł por dejar fuera de este paquete de sanciones medidas comerciales de calado que, por ejemplo, sĂ ha adoptado Estados Unidos, puesto que tendrĂan un «enorme impacto» en la economĂa de sus Estados miembros, quienes se verĂan obligados a pagar un «alto precio» por ellas.
AsĂ lo reconocen fuentes comunitarias al subrayar que el bloque tiene una relaciĂłn comercial con Rusia que multiplica por diez la que tiene Washington: «Estados Unidos lo tiene más fácil. Su relaciĂłn comercial es de 8.000 millones y la nuestra de 80.000 millones», enfatizan, para despuĂ©s añadir, no obstante, que los Veintisiete podrĂan incluir estas sanciones en futuros paquetes si Rusia sigue avanzando en sus pretensiones sobre Ucrania.
Sin restricciones a los bienes de lujo
Estas razones explican que las sanciones de la UE no incluyan por ahora restricciones al comercio de productos de lujo, como diamantes, prohibiciones a la importaciĂłn de gas o la desconexiĂłn de los bancos rusos del sistema de mensajerĂa SWIFT, un pilar fundamental para el funcionamiento del sistema financiero internacional. SegĂşn un análisis del centro Carnegie Europe, excluir a las entidades rusas de este sistema, como ya ocurriĂł con algunas entidades iranĂes a raĂz de las sanciones europeas en 2012, supondrĂa cortar sus lazos financieros con el exterior al impedirles recibir divisas o realizar transferencias por sus transacciones comerciales y tendrĂa un impacto «devastador».
A pesar de ello, esta posibilidad sigue estando entre las posibilidades de la UE para responder a un recrudecimiento del conflicto y, de hecho, el Alto Representante de PolĂtica Exterior de la UniĂłn Europea, Josep Borrell, asegurĂł este viernes pasado que la decisiĂłn no está «madura» entre los socios comunitarios, pero podrĂa adoptarse «en los prĂłximos dĂas» a medida que se resuelven las dudas de algunos de ellos.
Sanciones financieras
Con este escenario, la UE prefirió centrarse en cortar los canales de financiación y negar el acceso a los mercados de capitales al Kremlin, sus empresas públicas y los bancos rusos a través de una serie de decisiones en el ámbito financiero. Estas son, los bancos privados Alfa Bank y Bank Otkritie y las públicas Sberbank, Vneshtorgbank (VTB), Gazprombank, Russian Agricultural Bank and Vnecheconombank (VEB) se suman a la lista de entidades sancionadas por el bloque.
Además, se frena tambiĂ©n la financiaciĂłn de empresas pĂşblicas como Kamaz, Rostec o Almaz-Antey y se prohĂbe la apertura de nuevos depĂłsitos de más de 100.000 euros a ciudadanos rusos en bancos europeos. Bruselas estima que estas sanciones afectan al 70% del sistema bancario ruso y tambiĂ©n a empresas “clave” y el objetivo es conseguir que aumenten los costes de financiaciĂłn de la economĂa rusa, generen inflaciĂłn y erosionen la base industrial del paĂs, reduciendo las inversiones extranjeras directas en el paĂs.
Sanciones energéticas
A las financieras se suman sanciones energĂ©ticas que buscan impedir que MoscĂş tenga la tecnologĂa adecuada para modernizar sus refinerĂas de petrĂłleo para entorpecer una importante fuente de ingresos de Rusia: en 2019 ingresĂł 24.000 millones de euros en exportaciones de crudo refinado a la UE. Por Ăşltimo, la UE prohĂbe con estas sanciones exportaciones de bienes y tecnologĂas del sector espacial y de la aviaciĂłn, asĂ como de productos de uso dual civil y militar y de tecnologĂas clave en los sectores de la electrĂłnica, la informática y las telecomunicaciones, entre ellos los semiconductores.