La mentira de Puigdemont para encausar al juez Llarena
El expresidente catalán Carles Puigdemont traduce mal unas declaraciones de Pablo Llarena en su demanda en Bélgica contra el juez
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont tradujo mal las declaraciones del juez Pablo Llarena en una conferencia privada, que son la base de una querella contra el juez por lo que el exmandatario independentista considera una vulneración de su derecho a la presunción de inocencia.
En la intervención de Llarena ante los medios de comunicación el pasado 22 de febrero, a la pregunta de si podía considerarse que los exmiembros del gobierno catalán procesados por rebelión, sedición, desobediencia y malversación de fondos públicos eran presos políticos, respondió que los hechos imputados eran «comportamientos que aparecen recogidos en nuestro Código Penal».
Además, matizó: «Con independencia de cuál haya podido ser la motivación que les haya llevado a las personas a cometerlos, si es que ha sido así, deben ser investigados». En la traducción al francés de las palabras del magistrado, Puigdemont cambia el «si es que ha sido así» por «sí, así ha sucedido», para convertir así el enunciado condicional del juez en una afirmación rotunda, según publica este martes El Mundo.
La querella del dirigente de Junts per Catalunya llevará al magistrado a declarar el próximo 4 de septiembre, donde contará con respaldo legal del Estado después de que la presión de las asociaciones de jueces y fiscales forzara al Gobierno a proporcionarle apoyo jurídico pese a su rechazo inicial por entender que las declaraciones del juez pertenecían al ámbito privado y no a su labor profesional.
Puigdemont tilda la causa judicial en su contra de «montaje político»
En este sentido, Puigdemont aprovechó su rueda de prensa este lunes en Waterloo (Bélgica) para asegurar que sería «un precedente gravísimo que el Estado español pagara la defensa jurídica de un ciudadano español, sea o no juez». Atribuyó el viraje del Gobierno a las presiones, «también políticas», que a su juicio demuestran la tesis de la defensa del expresidente de que el proceso judicial en su contra «se trata claramente de un montaje político, de un caso de persecución política».
Junto al error de traducción, la denuncia de Puigdemont incluye afirmaciones como que España es un país donde «los miembros de minorías que persiguen una acción política a favor de la independencia» sufren «violaciones sistemáticas de sus derechos fundamentales» que solo se sustentan en la transcripción falseada de las palabras de Llarena.
Puigdemont y el «otoño caliente»
Puigdemont se citó este lunes con Quim Torra para poner fin a las tensiones que ambos han mantenido en los últimos días. El expresidente catalán amenazó de forma indisimulada a Sánchez con una tormenta política si no concreta una oferta dirigida a los soberanistas. «Veo muchas nubes negras en el próximo trimestre. El Gobierno puede leer bien la situación y abrir una puerta a la esperanza o no», ha afirmado el líder huido desde Waterloo.
El Gobierno y la Generalitat tienen pendeiente una comisión bilateral, ahora en duda, y también una futura entrevista entre Torra y Sánchez. Sin embargo, estas reuniones pueden quedar pendientes en las agendas si el gobierno catalán opta por calentar el clima político más de la cuenta aprovechando el primer aniversario del 1 de octubre y el juicio a los dirigentes soberanistas.