La traqueotomía, última esperanza para un 16% de los pacientes graves de coronavirus
Los médicos españoles realizaron 1.890 traqueotomías de urgencia en la primera ola para salvar la vida de los enfermos de Covid-19
La traqueotomía se ha convertido en una operación fundamental para prolongar la vida de los pacientes más graves de coronavirus. Un 16% de los enfermos de las unidades de cuidados intensivos de los hospitales españoles ha necesitado esta técnica para garantizar que el oxígeno llega a su organismo.
Durante la primera oleada de contagios, los médicos españoles llegaron a realizar un total de 1.890 traqueotomías en 120 hospitales del país. Se trata de un proceso clave para mantener la ventilación mecánica de los pacientes, aquejados por los problemas respiratorios que provoca la Covid-19.
Sin embargo, la llegada masiva de los pacientes entre los meses de marzo y de mayo provocó que esta operación se tuviese que realizar de forma urgente en la propia cama de los pacientes, en lugar de en las salas de quirófano.
Los médicos tuvieron que realizar las traqueotomías fuera de los quirófanos
“La mayoría se llevaron a cabo en las unidades de críticos por Covid-19, muchas veces ubicadas lejos de los quirófanos, y tuvimos que adaptarnos a las circunstancias excepcionales en las que nos encontrábamos», ha explicado Manuel Bernal-Sprekelsen, el vicepresidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, según ha publicado Europa Press.
La mayor parte de las traqueotomías de urgencia que se realizaron fueron quirúrgicas (1.461), mientras que otras 429 fueron percutáneas, un proceso menos invasivo. Los datos se han recopilado en un estudio que ha publicado la revista European Archives of Oto-Rhino-Laryngology.
Los médicos españoles realizaron sus primeras traqueotomías en el mes de marzo en los hospitales de Madrid y de Barcelona, cuando las unidades de cuidados intensivos se vieron desbordadas por la llegada masiva de pacientes.
“Se realiza en aquellos pacientes ingresados en la UCI que precisan ventilación mecánica prolongada, con el objetivo de facilitar un acceso directo a la vía respiratoria distinto a la boca o la nariz”, ha aclarado Bernal-Sprekelsen.
La intervención ayuda a los enfermos a reducir el esfuerzo respiratorio que produce la enfermedad para abandonar cuanto antes la ventilación mecánica. La mayor parte de las traqueotomías no se realizaron hasta 12 días después de que los pacientes fueran intubados para recibir oxígeno.
A pesar de que se trata de una operación invasiva, únicamente un 2,6% de los pacientes ha desarrollado efectos adversos posteriormente como las hemorragias graves, según los datos del estudio.