La tecnología ARN mensajero de Pfizer perfeccionará la vacuna de la gripe
La capacidad de la plataforma de adaptarse rápidamente a las nuevas cepas podría ser determinante para unas vacunas que actualmente no superan el 60% de eficacia
La tecnología de ARN mensajero podría ayudar a crear vacunas «más potentes» contra la gripe, según ha asegurado Kathrin Jansen, directora de investigación y desarrollo de vacunas de Pfizer, a la CNBC.
Las ineficiencias del método tradicional hace que cada año se tenga que seleccionar qué cepas incluir en la inyección de la gripe meses antes de que haya comenzado la temporada. Esto hace que estas no suelan superar el 60% de eficacia
Jansen asegura que la ventaja de la tecnología de ARN mensajero es que ofrece una gran flexibilidad que permitirá ajustar la vacuna a la cepa de ese año y crear una dosis mucho más potente.
Es la misma capacidad que permite adaptar las vacunas también frente a las variantes emergentes, lo que será fundamental para hacer frente a la pandemia actual.
«Creo que el gran éxito de las vacunas de ARNm en el tratamiento del COVID-19 ha abierto claramente un gran número de posibilidades», ha asegurado Jansen.
«Este es, en mi opinión, un enfoque muy importante para conseguir que, en última instancia, las vacunas contra la gripe estacional sean más potentes», señala.
La pandemia ha revelado las ventajas de la tecnología de ARN mensajero
Hasta la fecha, ninguna vacuna de ARN mensajero había sido aprobada para uso humano, pero su potencial lleva tiempo moviendo miles de millones de dólares en el mercado debido a las ventajas que representa para la producción de vacunas
En primer lugar, la seguridad: como el ARNm es una plataforma no infecciosa y no integradora, no hay riesgo potencial de infección o mutagénesis insercional.
En segundo lugar, la eficacia: diversas modificaciones hacen que el ARNm sea más estable y altamente traducible. Por último, la producción: las vacunas de ARNm tienen el potencial de una fabricación rápida, barata y escalable.
Por su parte, la producción de las vacunas convencionales, que suelen utilizar versiones «debilitadas» o «muertas» de un virus, son más costosas porque obligan a los laboratorios tienen que producir enormes cantidades del virus.
Además, la facilidad de fabricación se aplicaría incluso si hubiese que modificar la vacuna para adaptarla a una nueva variante.
Una ventaja primordial es que una instalación dedicada a la producción de ARNm puede ser capaz de fabricar rápidamente vacunas contra objetivos múltiples, con una adaptación mínima a los procesos y la formulación.
Noticia original: Business Insider
Autora: Ana Zarzalejos