La reunión de Rajoy con Fainé y Godó enmudece al Govern
El PSC aplaude el gesto, pero pide al jefe del Ejecutivo que atienda a Catalunya cuanto antes
Prudencia. Los últimos días han dejado en evidencia al Govern, que no quiere que se intensifique un debate interno latente sobre el proyecto político soberanista. La reunión del presidente del Gobierno con el presidente de la Caixa, Isidro Fainé y el presidente del Grupo Godó, Javier Godó, con el objetivo de reorientar la situación política entre Catalunya y España, ha enmudecido al Govern. “No vamos a comentar nada”, explicaban fuentes del grupo parlamentario de CiU.
Tampoco el socio de CiU, Esquerra Republicana, que ya no sabe cómo explicar que no ha variado su acuerdo de gobernabilidad con el President Artur Mas, y que insiste en que el referéndum soberanista se convocará en 2014. “Nada ha cambiado”, insisten desde el entorno de la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
El terremoto Gordó
Los republicanos ya han expresado con determinación su posición. Y dejan de lado las manifestaciones del conseller de Justícia, Germà Gordó, sobre la necesidad de que esa consulta cuente con un acuerdo previo con el Gobierno español. Gordó sostiene lo evidente, por ahora: “No veo otra manera de hacerlo que con un acuerdo con el Ejecutivo español”. Esas afirmaciones han supuesto un auténtico terremoto interno.
Pero el presidente de ERC, Oriol Junqueras, busca, de forma permanente, que Mas desactive a los que dudan, a los que presentan, dentro del Govern y de CiU, inconvenientes. Sus quejas van directamente dirigidas a Josep Antoni Duran Lleida, claramente alineado con Gordó, como todos los consellers de Unió Democràtica, y algunos consellers de Convergència, como Santi Vila.
Oposición a Junqueras
Junqueras, de hecho, comienza a generar a una importante oposición en el seno del Govern. Pero, formalmente, como apunta el conseller de Presidència, Francesc Homs, nada ha cambiado: la hoja de ruta sigue su curso. Esa conclusión se la transmitió Mas a Junqueras en un encuentro entre ambos esta misma semana. Y el conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, trató de aportar calma al señalar que las opiniones de un determinado conseller –léase Gordó– no tienen por qué ser las de todo el Govern.
El almuerzo en la Moncloa entre Rajoy, Fainé y Godó, como ha publicado Economía Digital, deja a los dirigentes de CiU en una situación muy incómoda y puede generar dudas entre la propia militancia y el electorado más moderado de la federación nacionalista.
El PSC pide a Rajoy que reaccione
La oposición, en cambio, aplaude el gesto, aunque con matices, de Rajoy, Fainé y Godó. El portavoz del PSC, Jaume Collboni, considera que se trata de una “buena iniciativa, porque Rajoy ha podido tomar el pulso de la sociedad catalana”. Collboni añade, sin embargo, que “es el pulso de una parte de la sociedad catalana, porque hay otra, afectada por la situación económica, en una grave situación”.
El portavoz del PSC, sin embargo, ve un factor determinante en esa reunión. “Se toma en consideración la importancia del Gobierno, el factor del Estado, porque los acuerdos con el Gobierno central son necesarios, en contra de lo que piensan otros colectivos en Catalunya”.
Es decir, el almuerzo muestra que hay que contar con el Gobierno, que es la posición que defiende el PSC. Collboni incide en que Rajoy, ahora, “debe reaccionar con celeridad, buscando acuerdos, viendo los problemas de Catalunya, como el insuficiente sistema de financiación”.
Poder financiero y mediático
El presidente de ICV, Joan Herrera, coincide con el argumento de Collboni. Pero remacha que, “con gran probabilidad”, ha habido otras reuniones previamente con los mismos protagonistas. Y que se debería saber “de qué han hablado exactamente”. Para Herrera, el problema es que Rajoy, Fainé y Godó “están desconectados de lo que ocurre realmente en Catalunya”, tanto en el plano social como en el nacional.
El hecho es que el proyecto soberanista se encalla. Sin presupuesto, con una situación financiera dramática para la Generalitat, y con las dudas ya plenamente instaladas en el seno del Govern, que es muy consciente de la importancia y del poder en Catalunya de La Caixa o de los medios de comunicación del Grupo Godó.