La restauración carga contra «la dictadura del Procicat» y avisa que los ERTE se mantendrán
Los empresarios de bares y restaurantes lamentan que la Generalitat "nos mantiene en la provisionalidad más absoluta"
Varias personas consumen en la calle frente a las terrazas cerradas ubicadas en las inmediaciones de la Ciutat de la Justicia en L’Hospitalet de Llobregat | EFE/TA
Insatisfacción total en el Gremio de Restauración de Barcelona por la leve flexibilización de las restricciones que afectan a los bares y restaurantes, anunciada este jueves por el Govern catalán. A partir del próximo lunes, los establecimientos podrán abrir al público hasta las 17.00 horas, un incremento de apenas tres horas con respecto a los horarios actuales.
«Seguimos sin tener un horizonte claro y sin poder planificar al más mínimo el trabajo ahora que comienza el buen tiempo«, dice la organización en un comunicado. «Tenemos que pasar de la dictadura del Procicat a la cogobernanza basada en un objetivo común: contener la pandemia protegiendo la economía y apostando por la reactivación».
Criticando que la Generalitat «nos mantiene en la provisionalidad más absoluta», el Gremio advierte de que las nuevas restricciones, que no se revisarán sino hasta la próxima semana, no animan a retirar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en vigor en el sector, pese a que valora que las medidas van «en la buena dirección».
«No es más que un pasito que no invita a desafectar trabajadores en ERTE«, ha lamentado el director de la entidad, Roger Pallarols, uno de los representantes de las 300 organizaciones que se han reunido este jueves en un acto en la Estació del Nord (Barcelona) para demandar al Govern, entre otras cosas, que priorice la recuperación económica y social.
En 2020 se perdió en torno al 15% de los puestos de trabajo de la restauración en Cataluña. La comunidad es en la que más ERTE del sector se presentaron entre octubre y enero: 35.000. Pero esa está lejos de ser la cifra total, y algunos trabajadores han entrado y salido del ERTE. Más de 200.000 empleados de restauración estuvieron en algún momento en ERTE en 2020.
«Avance poco significativo»
Ahora mismo, los bares y restaurantes de Cataluña solo pueden abrir al público entre las 7.30 y las 10.30 horas, y entre las 13.00 y las 16.30 horas. El resto del día pueden hacer pedidos para llevar y poco más. A partir del próximo lunes 8 de marzo, podrán abrir ininterrumpidamente de las 7.30 a las 15.00 horas, pero deberán seguir cerrados en el horario nocturno.
Además de reprochar que se trata de una apertura solo tres horas superior a la actual, el Gremio de Restauración de Barcelona señala que las horas que las que ahora sí pueden operar son de consumo «bajo». Como ya manifestó en vídeos y comunicados esta semana, el sector considera que es hora de que le permitan abrir todo el día, hasta el toque de queda.
«Dar aire a los sectores económicos más golpeados por las restricciones no es esto«, ha criticado Pallarols, en respuesta al consejero de Interior, Miquel Sàmper, y al secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, que han comentado estos días que se trabajaba en una flexibilización de medidas para «dar aire» a los entornos más afectados.
«El Govern ha decepcionado a los restauradores y ha dado la espalda a la voluntad de la ciudadanía», ha añadido el director del Gremio, que advierte de que cerrar la restauración a las 17.00 horas «no hará que la ciudadanía se encierre en casa» porque «la socialización continuará en las plazas, en las playas, en los parques y, sobre todo, en los domicilios particulares».
En ese sentido, recuerdan que el pasado fin de semana se difundieron imágenes de un botellón masivo en el paseo del Born; imágenes «incomprensibles» que a su juicio no se podrán evitar con estas restricciones. Los restauradores se sienten «extenuados» y aseguran que ya han «sacrificado todo lo que tenían (ahorros, créditos, etc.) y más».
También han criticado que los restaurantes de los centros comerciales que no sean al aire libre no puedan abrir a partir de la próxima semana. Consideran que es un tratamiento «injusto y discriminatorio» y que no se explica que sí se pueda comer en restaurantes antes de las 17.00 horas, excepto si están ubicados en los centros comerciales.
